miércoles 12 agosto 2020, 06:33

Haider va cumpliendo sueños

  • En 2020, fue una de las 30 deportistas musulmanas más influyentes

  • Haider representa desde 2010 a la selección nacional de Paquistán

  • Una curiosidad: posee dos récords Guinness

Para entrar en el Libro Guinness de los Récords hay que completar hitos extraordinarios, tener las ocurrencias más inverosímiles o protagonizar escenas temerarias. No es, en absoluto, una empresa sencilla.

Sin embargo, Abiha Haider figura ya en dos artículos del libro. Y todo es gracias a su participación en un partido de fútbol que se celebró durante la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™ y que duró 69 horas. Equal Playing Field, una entidad sin ánimo de lucro dedicada al empoderamiento de la mujer en el mundo del deporte, organizó en Lyon un encuentro en el que participaron 807 jugadoras.

Esta es solamente una de las muchas gestas que ha protagonizado Haider, de 24 años. En 2010, con apenas trece años y medio, debutó con la selección femenina de Paquistán y, diez años después, ha entrado en la lista de las 30 deportistas musulmanas más influyentes. En ella se honra a las mujeres musulmanas más inspiradoras, a las que influyen a distintos niveles en el deporte.

"Cuando leí el artículo, la sensación fue maravillosa", cuenta Haider en su entrevista con FIFA.com sobre el instante en el que se enteró de que había entrado en la lista, que ofrece una plataforma a la comunidad global de mujeres musulmanas en el deporte.

"Yo soy de Paquistán. Crecí jugando al fútbol, pero no tenía muchos referentes. En realidad, no tenía ningún referente del mundo del fútbol. En 2009, cuando empecé a jugar, el fútbol se encontraba todavía en una fase inicial de su desarrollo. Fue entonces cuando me prometí a mí misma que seguiría formándome e iría desarrollando mi propia personalidad. Para mí era importante que las jóvenes, los padres y las familias pudieran fijarse en mí y vieran que el fútbol femenino era seguro. Basándome en mi propia experiencia, en mi carácter y en mis capacidades, siempre quise transmitir el mensaje de que, si yo juego al fútbol, es porque el fútbol es seguro".

Eso sí, su camino hasta entrar en la lista de las 30 deportistas musulmanas más influyentes estuvo plagado de obstáculos. Haider tuvo que luchar por sus sueños y romper estereotipos a diario.

"En Paquistán vivimos en una sociedad dominada por el hombre, y el fútbol femenino es una gran línea roja. Mi familia más cercana me ha apoyado mucho, lo cual es una bendición, pero el resto de mis parientes mostraron muchas reservas cuando se enteraron de que jugaba al fútbol y que, lógicamente, me ponía pantalones cortos o pantalones. No se lo podían ni imaginar, y me decían que iba a descuidar mi educación o que acabaría en manos de a saber quién y abandonaría a mi familia", explica la centrocampista.

Haider echó por tierra sus predicciones cuando, en 2010, hizo realidad uno de sus tres grandes sueños. "Cuando debuté con la selección paquistaní en 2010 solo tenía trece años y medio, y me convertí en la internacional más joven de todos los tiempos. Fue un gran paso adelante. Al volver a mi país, toda esa gente que me había criticado por jugar al fútbol pasó a sentirse orgullosa de mí y a presentarme ante los demás como familia suya".

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Para Haider es importante estar a la altura de su figura como referente y dar algo a cambio a esa sociedad y a ese país que tanto amor, honor y dignidad le han dado. El deporte ha cambiado su vida en muchos aspectos, le ha aportado confianza en sí misma y le ha enseñado a desenvolverse en distintas situaciones, tanto positivas como negativas.

"Antes de llegar al fútbol, yo era muy tímida. No era capaz de hablar en público. Pero el fútbol me ha permitido ganar mucha confianza, y ya he hablado ante 40.000 y 50.000 personas. El deporte nos da la confianza necesaria para decir ‘no’ y enfrentarnos a aquellas personas que intentan aprovecharse de nosotras o hacernos pasar por situaciones horribles".

En estos momentos, la internacional paquistaní está a punto de cumplir su segundo sueño: acaba de terminar los exámenes finales de Derecho en la Universidad de Londres y está esperando las notas.

"Mi tercer y mayor sueño es fundar una academia de fútbol para niñas desfavorecidas. Quiero darles todos los recursos y las posibilidades que tuve yo de pequeña para practicar el deporte que tanto me gusta. Desafortunadamente, el coronavirus ha provocado algún que otro contratiempo. Entre febrero y marzo empecé a trabajar en ello y a rellenar todos los papeles necesarios, pero la pandemia dio al traste con muchos de mis planes. Ahora estoy esperando a que las cosas vuelvan a la normalidad y poder hacer realidad mi tercer y gran sueño".

Este artículo forma parte de nuestra serie 'Mujeres en el fútbol', donde presentamos a algunas de las figuras más destacadas del fútbol femenino desde un punto de vista diferente y entre bambalinas. La semana que viene estaremos con Edina Alves.

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