Más de diez años han transcurrido desde la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 y, desde entonces, los Bafana Bafana no han conseguido clasificarse para ninguna cita mundialista. Tras ese largo decenio de espera, los aficionados sudafricanos solamente sueñan con volver a disfrutar de la máxima competición futbolística. Ethan Brooks era uno de esos apasionados hinchas cuando la competición tuvo lugar en su país. Solamente tenía 9 años, y seguía atentamente las proezas de Steven Pienaar, Bernard Parker, Siphiwe Tshabalala o Reneilwe Letsholonyane, esperando poder imitarlos algún día.

Actualmente, Brooks lleva un tiempo jugando al lado del propio Letsholonyane en el fútbol de clubes, en el TS Galaxy. Es más, cada semana se va acercando más a un billete para Catar 2022, tras haberse convertido en un fijo en el seno de la selección sudafricana. “Yo soy la prueba de que los sueños pueden materializarse… De niño, aspiraba a ser futbolista profesional y jugar al máximo nivel. Lo he conseguido. Mi deseo más preciado era jugar al lado de mi ídolo, ‘Yeye’ Letsholonyane. Lo he conseguido. Por tanto, no hay que poner límite a tus sueños, y hoy me atrevo a imaginar que podré participar en el próximo Mundial”, afirma a FIFA.com.

Si lo consiguiese, cerraría un círculo con solo 20 años de edad… Porque precisamente, el Mundial es lo que desencadenó la vocación de Ethan Brooks, aunque nuestro protagonista sitúa su flechazo por el balón unos años antes.

“Creo que me enamoré del fútbol desde mi primera patada al balón, hacia los 5 años, ¡y es cierto que el Mundial de 2010 no contribuyó a cambiar nada! Me hizo soñar. Solo tengo recuerdos extraordinarios del campeonato. Pude asistir incluso a partidos. Vi jugar a Argentina, Brasil y Países Bajos. ¡Daban ganas de estar en su lugar!”. Pero de todos los recuerdos, el que Brooks coloca por encima de todos los demás es, por supuesto, el gol de Siphiwe Tshabalala en el partido inaugural contra México.

"¡Fue mágico! Todo el mundo en Sudáfrica se acuerda de dónde estaba y de lo que estaba haciendo cuando se marcó ese gol. Fue histórico. Por mi parte, lo viví por la televisión, en mi casa, en familia… Esa selección nos hizo soñar”, recuerda.

Pero ese equipo pertenece al pasado. Hoy ya no queda ningún veterano de ese Mundial en la actual selección sudafricana. Los Teko Modise, Katlego Mphela y Aaron Mokoena de la época han dado paso a una nueva generación de jugadores muy talentosos, liderados por Keagan Dolly, Percy Tau… y Ethan Brooks.

“Me siento bien en este equipo. Los veo como hermanos mayores. Aprendo muchísimo a su lado”, subraya el joven centrocampista, que viene de disputar su sexto partido con la camiseta de los Bafana Bafana, contra Zimbabue (victoria por 1-0).

Y no fue un partido cualquiera… Fue un encuentro crucial, que permitió a Sudáfrica aventajar a Ghana por tres puntos en la tabla del Grupo G de la fase de clasificación, en vísperas de su último choque en la fase de grupos frente a… ¡las Estrellas Negras!

Una selección ghanesa que, ironías de la historia, acabó sustituyendo a los Bafana Bafana en el corazón de los hinchas locales aupándose hasta los cuartos de final en el Mundial de Sudáfrica. Pero eso fue hace más de 10 años…