sábado 12 agosto 2023, 22:30

Emma Evans: "No puedes ser lo que no puedes ver"

  • La FIFA y la Confederación de Fútbol de Oceanía (OFC) trabajan conjuntamente en el desarrollo técnico de la región

  • El 70 % de las niñas y mujeres de Oceanía se consideran "insuficientemente activas"

  • Bajo el lema All In, la estrategia de fútbol femenino de la OFC está aprovechando el impulso y el entusiasmo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™

La Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & Nueva Zelanda 2023™ encara poco a poco su recta final. Las campeonas de la edición de este año levantarán el trofeo en el Estadio de Australia el 20 de agosto, pero el brillo de esta cita histórica tardará en desvanecerse.

Oceanía lleva mucho tiempo trabajando para que este momento único se prolongue más allá del mes que dura la competición. Las líneas maestras que algunos países habían trazado están ya en fase de desarrollo, como se demostró en el seminario de intercambio de conocimientos de la FIFA celebrado a finales de julio en la capital de Nueva Zelanda.

April Heinrichs, especialista en alto rendimiento que trabaja en la División de Desarrollo Técnico de la FIFA, comparó la situación de las distintas federaciones miembro de Oceanía a la hora de contar con una estrategia por escrito para el desarrollo de las jugadoras a largo plazo.

Se pidió a todas las federaciones miembro que elaboraran un análisis FODA para determinar sus puntos fuertes y debilidades, así como las oportunidades y las amenazas a las que se enfrentan. El creciente número de competiciones y las posibilidades de rentabilizar la inversión fueron algunos de los aspectos positivos que se destacaron. Sin embargo, en el lado negativo se constató la actual falta de inversión de algunos países, lo que provoca que muchas niñas y mujeres no dispongan todavía de las mismas vías de acceso al mundo del fútbol, ni dentro ni fuera de los terrenos de juego.

Emma Evans es la responsable del fútbol femenino de la OFC, y su misión es fomentar el desarrollo del deporte rey en una región que solo ocupa el 0.4 % de la superficie habitable del planeta. Evans colgó las botas de forma prematura tras sufrir una serie de lesiones de rodilla y, antes de cumplir los 30 años, empezó a dedicarse a entrenar y a trabajar por el desarrollo de su disciplina.

FIFA Coach Mentorship programme workshop, Lisbon

En su intervención ante el grupo de directores técnicos y secretarios generales congregados, Evans expuso la magnitud de las oportunidades, así como los retos que quedan por delante. Mientras que el 97 % de las chicas de la región del Pacífico afirman que practicar deporte les hace felices, un preocupante 70 % de niñas y mujeres se declaran "insuficientemente activas".

Las principales barreras en algunos países o islas son la falta de competiciones o de equipamiento. En otros lugares, las estructuras familiares, la influencia de la iglesia o, simplemente, la percepción de la seguridad de las deportistas —o la falta de ella— hacen que disminuya la participación. Según un estudio, el 25 % de las jugadoras de rugby de Fiyi y Samoa han sufrido violencia emocional, física o sexual en represalia a su decisión de practicar deporte.

A finales del pasado mes de mayo, durante su intervención en el seminario del programa de mentores de la FIFA para entrenadoras, Evans subrayó: "La OFC tiene su propia estrategia de fútbol femenino, denominada All In, y a través de ella estamos intentando aprovechar el impulso y el entusiasmo que va a traer a nuestra región la Copa Mundial Femenina de la FIFA™".

"Una de las cosas en las que hemos puesto más empeño es en llevar el Mundial femenino al Pacífico. Queremos que tenga visibilidad, derribar barreras para que la gente pueda acceder a partidos del más alto nivel posible. Por eso hemos creado una serie de zonas y centros para los aficionados".

"Esperamos que esto no solo anime a las niñas y niños a jugar, sino que también permita a los padres ver que el fútbol femenino puede ofrecer una carrera profesional a sus hijas y nietas, y que merece que lo apoyen. Estamos adoptando una estrategia integral, encargándonos de que las infraestructuras y las bases que rodean al fútbol estén listas para cuando las chicas vean la Copa Mundial Femenina de la FIFA™".

Una de las frases inspiradoras más repetidas en el fútbol femenino es la siguiente: «No puedes ser lo que no puedes ver». Es fundamental tener representación y referentes. En la actualidad, menos del 10 % de los entrenadores inscritos en la región del Pacífico son mujeres, pero el 88 % de las personas encuestadas destacaron que contar con un referente de liderazgo femenino les animaría a implicarse.

No obstante, el fútbol no puede cambiar las convenciones sociales y culturales por sí solo. Según un informe de ONU Mujeres, el 75 % de los varones adolescentes considera aceptable pegar a su pareja. Las niñas de la región del Pacífico también sufren discriminación y exclusión, están marginadas y se enfrentan a desigualdades en aspectos como la educación, los procesos de toma de decisiones y el acceso a servicios de salud.

La pandemia de coronavirus ha acentuado estas desigualdades, y los confinamientos han provocado un aumento de las denuncias por violencia de género. También han supuesto una mayor carga de responsabilidad para niñas y mujeres, lo que pone en peligro los avances conseguidos en materia de compromiso y participación en el liderazgo.

Se podría pensar que la situación es desalentadora. Sin embargo, como señaló Evans, el fútbol y el deporte pueden inspirar y generar cambios.

"El fútbol desempeña un papel importante como punto de referencia y red de apoyo en muchas comunidades del Pacífico" —explicó—. "Un programa bien diseñado e implementado de forma eficaz puede proporcionar espacios seguros para atraer y apoyar a mujeres y niñas y facilitar la interacción con niños y hombres para cambiar los estereotipos de género, desarrollar la capacidad de liderazgo y rebatir las ideas preconcebidas".

"El fútbol puede servir de plataforma para elevar y promover a las deportistas y líderes femeninas como referentes para la próxima generación. Mi misión consiste en ayudar a las federaciones miembro —en colaboración con la FIFA y otros grupos de interés— a seguir trabajando para conseguirlo".