Gracias al fútbol, Juan Pablo Ángel ha tenido que utilizar a fondo su pasaporte a lo largo de los años. Pero después de retirarse, el ex delantero colombiano sigue recorriendo el mundo en el marco del programa de las FIFA Legends. El pasado fin de semana visitó Nueva Zelanda, donde ayudó a inaugurar una instalación de césped artificial muy necesaria en Dunedin.

Ángel necesita poca presentación para los aficionados al fútbol, tras una carrera estelar de cara al gol en la que representó a clubes de cuatro países en tres continentes distintos. El ariete colombiano gozó de estancias muy prolíficas en las filas del Red Bulls de Nueva York, el Aston Villa y el Atlético Nacional de su país natal, donde militó al comienzo y al final de su carrera.

También fue un habitual con los Cafeteros durante las fases de clasificación para las Copas Mundiales de la FIFA™ 2002 y 2006.

FIFA.com conversó con Ángel sobre sus experiencias en Dunedin, la importancia de las instalaciones de césped artificial y la oportunidad para crecer que se le presenta al fútbol neozelandés.

Aunque esa ciudad de la Isla Sur del país albergó el primer partido internacional de Nueva Zelanda, el que normalmente predomina es el deporte nacional, el rugby. Sin embargo, Ángel asegura que el fútbol cuenta con una base enorme en la nación oceánica.

¿Qué puede contarnos sobre sus actividades en Nueva Zelanda? Principalmente se trataba de la inauguración de la flamante instalación de césped para Football South. Todas las partes interesadas estuvieron representadas; desde la FIFA hasta el colectivo del fútbol local, pasando por los inversores locales, el ayuntamiento y, por supuesto, jugadores locales. Ya pudimos apreciar el impacto positivo que tenía en la comunidad futbolística.

¿Qué le pareció esta instalación en particular? Se trata de una instalación de categoría mundial en general. El césped en sí era espectacular. Han hecho un trabajo realmente bueno. Esta instalación concreta dispone de dos campos. Uno es exclusivamente para fútbol y el otro es polideportivo, de modo que se pueden practicar muchos tipos de deporte distintos. Con el césped artificial tienen que cumplirse determinados requisitos en cuanto a la longitud de la fibra y el caucho para jugar al fútbol, con lo que se da cabida a deportes diferentes.

¿Cuáles son los aspectos positivos del césped artificial? En esta parte de Nueva Zelanda hay algo de nieve y escarcha, así que las opciones para hacer deporte en invierno son muy limitadas. Esta instalación implica que puede utilizarse todo el año, y también hay luces, por lo que puede utilizarse de noche.

¿Notó algún tipo de dificultades para el fútbol base en Nueva Zelanda? Nueva Zelanda es famosa por el rugby y el críquet, pero el mercado para el fútbol –y la gente que está quedándose impresionada con el fútbol– está creciendo muy deprisa. Esta instalación facilita que el fútbol tenga más visibilidad y lo abre a que más gente todavía lo practique, y eso, lógicamente, es algo positivo.

En Nueva Zelanda se practican muchos deportes. ¿Pudo hacerse una impresión de los desafíos que plantea esa situación? Ahora mismo hay unos cuantos deportes por delante del fútbol. Pero es como en Estados Unidos, donde la gente tiene acceso a muchos deportes, pero eso no ha impedido el crecimiento del fútbol. Por tanto, el mercado está ahí, pero el reto consiste en hacerlo accesible para más gente.

¿Cuáles han sido sus experiencias en Nueva Zelanda con el fútbol y también en general? Nueva Zelanda es un país espectacular, absolutamente precioso de arriba abajo; y la gente es muy simpática. En cuanto al fútbol, lógicamente es un deporte que todavía se está desarrollando, pero el que las selecciones nacionales lo hayan hecho tan bien en los últimos diez años o así ha ayudado de veras a aumentar el interés por este deporte.