Cuando Sinclair inauguró la fiesta

Son muchos los momentos memorables de la carrera futbolística de la canadiense Christine Sinclair. Aunque las dos medallas de bronce olímpicas conquistadas figuran al principio de su lista, una pena máxima decisiva que lanzó el 2015 ocupa, sin duda, un lugar igual de privilegiado.

Ocurrió en el partido inaugural de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Canadá 2015™, con el Estadio de la Commonwealth de Edmonton como escenario del arranque de la principal competición futbolística jamás organizada por la nación norteamericana.

53.058 apasionados seguidores acudieron a animar a la selección local en su primer compromiso del Grupo A contra la subcampeona mundial de 1999, la RP China. Pese a los esfuerzos del público, ambas formaciones parecían condenadas a un empate sin goles después de haber creado varias buenas ocasiones en ambas áreas.

Cuando el partido entraba en el tiempo añadido, llegó el momento decisivo. La árbitra ucraniana Kateryna Monzul concedió un penal a las anfitrionas del certamen después de que Rong Zhao cometiese falta sobre la suplente canadiense Adriana Leon en el área china. La responsabilidad de ejecutar el lanzamiento recayó en la carismática capitana de Canadá, que batió en su estirada a la portera china Fei Wang para dar una valiosísima victoria inicial al combinado de John Herdman.

Aunque parecía confiada al lanzarlo, Sinclair admite que sintió nervios al verse ante el punto fatídico. “Para ser sincera, un poco de pánico”, precisa a FIFA.com. “Lógicamente, al saber que era la que iba a lanzarlo, hubo un par de segundos de pánico. Habíamos trabajado mucho el aspecto mental, así que simplemente se trataba de volver a meterse en faena”.

“He practicado las penas máximas un millón de veces”, añade, “y, de hecho, había lanzado una contra esa misma portera ese mismo año y había convertido. Así que una se pregunta: ‘¿cómo debería tirarlo?’ Simplemente colocas el balón, eliges un sitio y esperas que entre”.

Sinclair, máxima artillera de todos los tiempos de Canadá con 165 tantos en 250 internacionalidades, ha marcado goles más gratos para la vista durante su carrera, pero ese tanto de penal sigue ocupando una posición privilegiada para la delantera de 33 años.

“Sin duda, está ahí arriba, entre los dos primeros”, subraya Sinclair. “Al saber que estabas jugando el partido inaugural del Mundial ante tu público y ante los telespectadores de todo el mundo, probablemente sea el gol con más presión que he marcado nunca”.

Un equipo unido Para muchos aficionados canadienses al fútbol, el penal convertido por Sinclair y la consiguiente victoria no fueron los únicos recuerdos que se llevaron de ese choque en la capital de Alberta. También se les quedó grabada la emotiva celebración que compartieron las jugadoras y el cuerpo técnico canadiense en su banquillo; iniciada por Sinclair al correr directamente desde el área de China hacia los brazos de Herdman.

La ariete cree que ese momento define lo que caracteriza a Canadá como equipo. “Creo que pudo verse en prácticamente todos los goles que marcamos en el Mundial: todas corríamos hacia el banquillo”, resalta. “Somos un verdadero equipo; el cuerpo técnico, las jugadoras…”.

“Ahí básicamente pudo verse el alivio que sintió nuestro equipo en el campo y en el banquillo”, añade. “Llevábamos años y años esperando ese campeonato. Con la presión que nos habían metido, y las expectativas que nos habíamos creado nosotras mismas, poder celebrarlo con todo el equipo fue muy especial”.

Ese momento, asimismo, ayudó a hacer arrancar de hecho el Mundial femenino del año pasado, y Sinclair disfrutó especialmente contribuyendo a dar comienzo a la fiesta. “El hecho de que lo dejásemos hasta el final lo convirtió en un partido muy emocionante de ver para todos”, observa. “Si eso era sólo el principio del campeonato, creo que la gente sabía que les aguardaba un magnífico espectáculo en las siguientes semanas”.