viernes 09 julio 2021, 04:26

Maruyama: "El gol contra Alemania me cambió la vida"

  • Karina Maruyama hizo el gol que eliminó a las campeonas y anfitrionas de Alemania 2011 

  • Japón vencería luego a Suecia y Estados Unidos y ganaría su primer Mundial Femenino 

  • Recuerda las repercusiones personales de aquel gol y nos habla del fútbol femenino nipón 

La exdelantera japonesa Karina Maruyama marcó catorce goles en doce años como internacional. Sin embargo, ninguno fue más relevante que el que firmó contra Alemania, país organizador y defensor del título, en el choque de cuartos de final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011™. 

"Fue un gol especial para mí”, afirma. “Es de esos que te cambian la vida. En un torneo tan importante como el Mundial Femenino, tuve la impresión de que no había marcado por mí, sino por toda la gente que nos animaba en Japón. Sentí un deseo más fuerte que nunca de representar a mi país". 

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El propio partido, del que hoy se cumple una década, ocupa un lugar en la historia de la Copa Mundial Femenina de la FIFA. Una selección alemana confiada en sus posibilidades, que defendía el título y animada por un público entusiasta, era favorita ante un combinado japonés mucho menos experimentado. 

Tras un empate al cabo de 90 minutos, el encuentro se dirigió a la prórroga. Y aunque las locales contaban con el apoyo de un público volcado con su causa, Maruyama resolvió la contienda a pase de Homare Sawa.

"Cuando corría con el balón, levanté la vista y vi a la arquera", explica la exjugadora, de 38 años, a FIFA.com. "Normalmente habría disparado al primer palo. Pero en ese momento concreto de repente se me ocurrió chutar al segundo y lo hice. Entonces me di cuenta de que mis compañeras venían corriendo hacia mí para celebrar el gol y de que todo el estadio se había quedado en silencio".

El equipo dirigido por Silvia Neid se lanzó con todo en los minutos restantes, buscando el empate en vano. Japón resistió las acometidas de las europeas y se mantuvo firme para protagonizar una de las grandes sorpresas del torneo. 

"Nunca le habíamos ganado a Alemania [antes de aquel duelo]", recuerda Maruyama. "Así que la victoria, en cierto sentido, nos dio impulso de cara a los siguientes partidos". 

El triunfo dio a Japón el pase a semifinales, donde se impuso por 3-1 a Suecia, para luego derrotar a una afamada selección estadounidense en la tanda de penales de una final que sería de ensueño para las niponas. 

Por sus compatriotas

Aquel éxito no se vivió de forma aislada. Apenas unos meses antes, Japón había sufrido un devastador terremoto que se cobró al menos 20.000 vidas, con un número total de víctimas mucho más elevado. Hasta 500.000 personas se vieron obligadas a huir de sus hogares, y ese desastre era lo que más tenían en mente las jugadoras al disputar la final del Mundial.

"En aquellos momentos yo estaba muy afectada", señala Maruyama. "En la charla de antes del partido, volvimos a ver el vídeo del desastre y lloré. Pensé que lo que podíamos hacer era jugar poniendo todas nuestras fuerzas, controlar nuestros sentimientos y hacerlo lo mejor posible por nuestra gente".

"El equipo estaba muy unido. Pensábamos las unas en las otras. Queríamos hacer todo lo posible para apoyar al equipo, todas, tanto las titulares como las suplentes". 

Y el juego desplegado no hizo sino reforzar su determinación por ganar. 

"Creo que jugamos bien tanto en el plano físico como en el técnico”, analiza. “En concreto, construimos ataques mediante un juego combinativo. Y creo que el fútbol así ha pasado a ser ahora la tendencia mundial". 

Al regreso del torneo, como flamantes campeonas del Mundial Femenino, recibieron los aplausos y felicitaciones de una nación que celebró y compartió su triunfo. El efecto de aquella victoria fue realzar el prestigio del fútbol femenino en Japón, hasta el punto de que es ya uno de los deportes más populares del país.

"Para nosotras lo mejor fue que el fútbol femenino se convirtiese en algo importante para los japoneses. El fútbol femenino es ahora una carrera que pueden seguir cada vez más chicas". 

Los Juegos Olímpicos de Tokio

Y ya a las puertas del Torneo Olímpico de Fútbol Femenino Tokio 2020, Maruyama, que ganó la plata con Japón en Londres 2012, expresa sus esperanzas acerca de las opciones del plantel actual. 

"Le tengo envidia al equipo actual, porque esta vez va a jugar en casa", observa Maruyama, quien ahora se dedica a entrenar y formar a jóvenes jugadoras. "Ha llegado el momento de que las Nadeshiko ganen una medalla ante su propia afición. Creo que pueden conseguirlo", concluye.