La dupla Santiago Muñoz-Efraín Álvarez es una de las claves del Tri
Ambos se entienden muy bien dentro y fuera de la cancha
Serán claves en el duelo ante la Rep. de Corea por un puesto en semis
“Los dos tenemos el tema este de Estados Unidos y acá dentro me siento como si tuviera un hermano mío. Nos apoyamos”.
El hermano del que habla Santiago Muñoz es Efraín Álvarez. Y ‘el tema este de Estados Unidos’ es, nada menos, un vínculo vital invisible que los predispone a unirse: son los únicos de los 21 jugadores mexicanos que no nacieron en México, sino en territorio estadounidense.
Los padres de Santiago se instalaron en El Paso, Texas, a pocos kilómetros de la frontera. Los de Efraín, en Los Ángeles, California. Pero solo se conocieron en la selección.
“Estamos en una situación diferente y hablamos entre nosotros del tema, pero siempre sabiendo que en el grupo somos todos iguales”, le dice Santiago a FIFA.com. Pero en el juego de afinidades dentro de un colectivo, entre los dos hay una química que salta a la vista.
“Somos amigos, siempre estamos juntos, jugando”, cuenta Efraín, que es el que lleva la consola para jugar al FIFA. “Es bromista el Efraín. Me vuelve loco. ¡Pero yo soy mejor!”, se ríe Santiago.
“Efraín es un jugador talentoso. Tenemos que trabajar colectivamente para que pueda producir en ataque. Santiago... no me gustan los 9 que juegan solo con presencia de área, me gustan los 9 que salen a jugar, que generan fútbol, que protegen el baló...
Sintonía completa
Ese ida y vuelta fraternal no muere en una habitación de hotel. El césped también es testigo. “Nos entendemos muy bien en el campo”, dice Muñoz, el 9 del Santos Laguna que destaca por “el uno contra uno, el voltear al defensor y la definición”.
“Sabemos cómo jugar juntos. Lo ayudo, él me ayuda, nos ayudamos mutuamente", apunta Álvarez, el centrocampista ofensivo al que Zlatan Ibrahimovic, compañero suyo en Los Angeles Galaxy, llamó “el mayor talento de la MLS”.
Japón sufrió mucho en octavos de final con la dupla Muñoz-Álvarez. República de Corea, rival el domingo en cuartos de final, deberá romper ese tándem si no quiere padecer igual.
“Son dos jugadores que se entienden muy bien por sus características, son complementarios. Además funcionan bien en la recuperación de la pelota”, cuenta Marco Ruiz, el seleccionador.
¿Y por qué esa sintonía? “Él tiene una técnica espectacular, te pone el balón donde quiere”, explica Muñoz. “Y yo soy el que le hago los movimientos, el que busca las espaldas. Siempre me encuentra de apoyo”.
Ruiz los define: “Efraín es un jugador talentoso. Tenemos que trabajar colectivamente para que pueda producir en ataque. Santiago... no me gustan los 9 que juegan solo con presencia de área, me gustan los 9 que salen a jugar, que generan fútbol, que protegen el balón y que también tienen presencia en el área".
En los dos y en todo un equipo que, como dice Ruiz, “cuando se conecta es muy peligroso”, están las esperanzas de México de llevarse de Brasil su tercer título mundial sub-17. “Estamos encajando bien”, cree Efraín. Su ‘hermano’ Santiago se anima a más: “Desde un principio dijimos que estamos para cosas muy grandes. Ahora vamos por el campeonato”.