viernes 08 marzo 2019, 09:27

Cuando Aarones y Noruega dominaron el mundo

  • Ann Kristin Aarones ganó la Bota de Oro en Suecia 1995

  • La goleadora recuerda el triunfo noruego en el Mundial de 1995

  • Noruega llegará a Francia 2019 tras ganar la Copa del Algarve

Mientras colocaban cuidadosamente las camisetas de Noruega en el vestuario, justo antes de un partido de la Copa del Algarve 2019, los recuerdos de los días de gloria del cuadro escandinavo invadieron a una de las utilleras.

Ann Kristin Aarones ha sido una de las goleadoras más letales en la historia de la Copa Mundial Femenina de la FIFA. Sus tantos guiaron a Noruega hasta su primer título mundial en Suecia 1995, donde fue Bota de Oro. Cuatro años más tarde, fue la tercera máxima goleadora en Estados Unidos 1999, solo por detrás de las artilleras Sissi y Sun Wen.

Aarones, directora de utilería del combinado noruego en la Copa del Algarve, continúa involucrada en la federación, donde trabaja como directora o administradora del combinado sub-23. Participante en dos ediciones de la Copa Mundial Femenina, la exfutbolista se sentía como en casa en Portugal, donde Noruega inició la fase decisiva de sus preparativos de cara a Francia 2019.

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“Ojalá tuviera 20 años menos para poder volver a jugar”, dijo Aarones entre risas en su charla con FIFA.com. “Pero esos días ya pasaron”.

Si bien su etapa como jugadora ya terminó hace tiempo, sus recuerdos de cuando se calzaba las botas para representar a Noruega y de cuando guió a su país hasta la gloria siguen muy presentes en la memoria de la delantera. Después de quedar primera en un grupo en el que figuraban Inglaterra, Nigeria y Canadá, la selección de Even Pellerud eliminó a Dinamarca y Estados Unidos en los cruces y, posteriormente, derrotó a Alemania en la final de 1995.

PALMARÉS

  • Campeona de la Copa Mundial Femenina 1995

  • Bota de Oro en 1995

  • Campeona de la Eurocopa Femenina 1993

  • Subcampeona de la Eurocopa Femenina 1991

  • Bronce en los Juegos Olímpicos 1996

“Una de las primeras cosas que me viene a la cabeza de aquel año es la semifinal contra Estados Unidos”, afirma. “Ganamos 1-0 y yo marqué el gol a la salida de un córner. En los últimos minutos, creo que ellas estrellaron tres balones en el larguero. Supongo que tuvimos algo de suerte en aquella victoria y que, seguramente, las estadounidenses sintieron que les habíamos arrebatado el oro”.

“No es nada habitual que Noruega gane un Mundial de fútbol, tampoco la selección masculina”, señala Aarones. “Empezamos pronto con el fútbol femenino, y en los noventa teníamos un equipo sensacional. Fue positivo para el fútbol femenino noruego que nosotras ganáramos grandes torneos, y conquistar aquel Mundial fue muy importante para todo el país”.

Ya ha pasado casi un cuarto de siglo desde aquel título mundialista de Noruega, y el torneo —así como el fútbol femenino en general— ha crecido muchísimo desde entonces.

“Afortunadamente, el fútbol femenino ha cambiado un montón”, subraya Aarones, que militó en el Trondheims-Orn y en el New York Power. “En el Mundial de 1995 solamente participaban 12 selecciones. Ahora todo es mucho más grande: hay más futbolistas, más aficionados, y los equipos que compiten son mucho mejores”.

De hecho, una de las cosas que hacen de Francia 2019 una cita tan atractiva es el alto número de aspirantes al título y la gran cantidad de talento que se va a congregar en el país galo del 6 de junio al 7 de ulio..

Aarones no piensa perderse la cita, a la que asistirá como hincha. Estará bien acompañada por varias compatriotas, entre ellas la también campeona del mundo Merete Myklebust y Brit Sandaune, que se colgó el oro olímpico.

Iré de turista y con amigos para ver los dos primeros partidos en Reims y Niza”, cuenta. “No sé cuáles son los objetivos de la selección en el Mundial, pero, obviamente, Noruega querrá superar la fase de grupos”.

“Las mejores tres selecciones europeas se clasifican automáticamente para los Juegos Olímpicos, así que quizá deberíamos aspirar a eso. A lo mejor habría que llegar a cuartos o incluso más lejos, pero será difícil. Hay muchas selecciones muy buenas”.

El Grupo A, en el que Noruega medirá sus fuerzas con Francia, anfitriona del torneo, República de Corea y Nigeria, rebosa talento. Eso sí, con la presencia en las gradas de Aarones, el espíritu de 1995 podría ayudar a Noruega a alcanzar de nuevo la cima mundial.