“El fútbol me gusta demasiado”. Así empezó su charla con FIFA.com Vivianne Miedema el sábado pasado.

Eran las 13:15h en Londres. Se acordó esa hora no para evitar interrumpirle mientras comía o daba un paseo por las tiendas de Knightsbridge o Mayfair, sino porque coincidía con el descanso del partido que se disputaba en el Vitality Stadium. La delantera del Arsenal, de 22 años, no quería perderse ni un segundo del Bournemouth-Manchester United.

Pronto descubrimos que Miedema, que suma 51 goles en 66 partidos con Países Bajos, incluido un doblete en la victoria por 4-2 sobre Dinamarca en la final de la Eurocopa Femenina de la UEFA del año pasado, inició su historia de amor con el fútbol mucho antes de alcanzar la madurez.

Mientras que muchas niñas de su edad jugaban con sus muñecas Barbie y sus muñecos Furby al filo del cambio de siglo, a Vivianne le encantaba ir a De Kuip. Después de los partidos, insistía a sus padres para quedarse por los aledaños del estadio e intentar hacerse una foto con Pierre van Hooijdonk, Dirk Kuyt o, en especial, con Robin van Persie.

“Mis padres eran grandes hinchas del Feyenoord”, cuenta Miedema. “Empecé a ir al estadio cuando tenía unos tres años. Conocí a muchos de los jugadores a los que adoraba. Y cuando volvía a casa, le daba patadas a todo lo que me encontraba. A cualquier cosa que veía por casa. ¡Mi madre se ponía histérica!”.

Lars, su hermano pequeño, ya ha cumplido 18 años y juega de delantero en el PEC Zwolle. Vino al mundo tres años y ocho meses después que Vivianne, y ambos se han mantenido unidos alrededor de una pelota de fútbol desde entonces.

“Mi hermano y yo jugábamos juntos al fútbol todos los días”, recuerda. “Teníamos una cancha justo enfrente de casa y nos pasábamos el día jugando”.

“Y cuando no estábamos jugando al fútbol, veíamos partidos. Lo veíamos todo. Hasta un Shanghái - Beijing. ¡Lo que fuera! Eso o jugábamos al FIFA en la PlayStation. Pero los dos queríamos jugar siempre con el Feyenoord y acabábamos peleando. A ninguno nos gustaba perder. Nuestra madre se enfadaba y decía: ‘¡Se acabó la PlayStation!’”.

El fútbol le quitaba el sueño a Miedema, que no fue consciente hasta la adolescencia de que podría hacer carrera en este deporte.

“Me fui haciendo mayor, pero no tenía ni idea de que había una selección nacional femenina”, confiesa. “Ahora, después de que Países Bajos haya jugado un Mundial por primera vez y tras haber ganado la Eurocopa, somos modelos a seguir para todas las niñas. Crecen con el sueño de jugar algún día en un club importante y participar en grandes torneos, como la Eurocopa o el Mundial”.

En 2015, Miedema jugó su primera Copa Mundial Femenina de la FIFA™ con 18 años. Ahora, su participación en la edición del año que viene depende de que Países Bajos supere a Suiza en la repesca. El primer capítulo de esta eliminatoria a doble partido tendrá lugar en Utrecht este viernes.

“Suiza es una selección fantástica”, admite Miedema. “Participó en el último Mundial y se clasificó sin dificultades para la Eurocopa de 2017. Escocia hizo un gran trabajo al adjudicarse su billete por encima de las suizas [para Francia 2019]”.

“Con las bajas para el choque de ida de Lara Dickenmann, por lesión, y de Ramona Bachmann, Suiza pierde mucha calidad. Pero Lia Waelti, a quien conozco del Arsenal, es una gran futbolista. Y también tienen otras jugadoras muy buenas. Es importante que intentemos conseguir una buena ventaja en la ida. Jugamos en casa y tendremos a 23.000 aficionados dándonos un plus de energía. Aunque tengan más valor los goles fuera de casa, debemos procurar marcar cuantos podamos”.

Y Miedema es una máquina de hacer goles: suma 14 tantos en sus últimos 8 partidos con el Arsenal.

“La temporada pasada lo pasé mal con las lesiones”, apunta Miedema. “Me dieron más vacaciones en verano, descansé y me siento bien de nuevo. El Arsenal genera muchas ocasiones de gol, lo cual me ayuda mucho. Tengo mucha suerte de jugar al lado de futbolistas tan buenas”.

Seguramente habría que amenazar a Miedema con cancelarle su subscripción a los canales de fútbol para conseguir que presumiera de algo. Porque la holandesa es de las que prefiere alabar las virtudes de otras compañeras de profesión.

Miedema, por ejemplo, se deshace en elogios hacia sus compatriotas Danielle van de Donk y Lieke Martens. Considera que Ewa Pajor, una delantera polaca de 21 años, está predestinada a llegar a lo más alto. Opina que es un lujo ver jugar a Mana Iwabuchi, gran amiga suya y ganadora del Balón de Oro en la primera edición de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA. Y si tiene que elegir, se queda con Pernille Harder, líder de la selección danesa a la que Países Bajos dejó fuera de la repesca europea.

“Es una pena que no vaya a estar en el Mundial”, afirma la exjugadora del Bayern de Múnich. Pero lógicamente, para Miedema sería una pena aún mayor que Países Bajos perdiera este tren. “Es un siguiente paso muy importante”, comenta. “Nos clasificamos para el último Mundial y ganamos la Eurocopa. El fútbol está en auge en Países Bajos. Tenemos que mantener este impulso. Creo que nos clasificaremos”.