Este sábado 20 de junio se cumple el primer aniversario de un partido que los aficionados cameruneses recuerdan con mucho cariño. Después de sufrir dos derrotas en el Grupo E de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™, las Leonas Indomables estaban obligadas a vencer a Nueva Zelanda si querían poder optar a la clasificación para la siguiente ronda terminando entre las mejores terceras.

La heroína del vibrante choque disputado aquella tarde fue Ajara Nchout, delantera de 26 años, que firmó un extraordinario doblete. Uno de sus goles fue una genialidad en el tiempo añadido, cuando todo parecía indicar que el encuentro terminaría en empate y las dos selecciones tendrían que hacer las maletas.

La atacante del Vålerenga Fotball noruego repasa para FIFA.com uno de los partidos más destacados de Francia 2019.

🏆 Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019 (Grupo E)

📅 Jueves 20 de junio de 2019

📍Montpellier

⚽️ Camerún: Ajara Nchout (57', 90'+5) // Nueva Zelanda: Aurelle Awona (80', propia meta)

“Creo que la mayoría de la gente no lo sabe, pero contra Nueva Zelanda yo no iba a jugar. En el primer partido, contra Canadá, había recibido un golpe en la rodilla, y fui sustituida. Contra los Países Bajos entré en la segunda parte. Durante la preparación del partido contra Nueva Zelanda no figuraba en el once. Fui a ver al entrenador para decirle que quería jugar”.

“Él me explicó que no estaba al 100% por mi lesión y que no quería correr riesgos. Le contesté: ‘No he venido a hablar con usted para pedirle eso, pero confíe en mí. Voy a jugar este partido como si no pasase nada, olvide que me duele’. Él se limitó a decirme: ‘¿Estás segura, hija?’. Y cambió la alineación. En el equipo todas se sorprendieron”.

“Pensé en ello en el calentamiento, pero en cuanto sonó el pitido inicial ya nada, en absoluto. Cuando estás totalmente inmersa en el partido, el dolor se olvida”.

“El centro vino de nuestra lateral izquierda, Yvonne Leuko. Orienté el balón con el pecho hacia el área. El balón rebotó y lo controlé con la izquierda antes de enganchar el disparo. El gol nos ayudó mucho, porque sabíamos que nuestra hinchada contaba con nosotras”.

“Errar es humano y puede pasarle a cualquiera. Yo me dije que había que compensarlo como fuese y marcar, porque sabía que si perdíamos ella iba a acabar con la moral por los suelos. Toda su familia estaba en las gradas, y su madre me dio las gracias después del partido. Aurelle se abrazó a mí llorando después del partido y me agradeció lo que había hecho. Pensaba que íbamos a quedar eliminadas por su gol en propia meta”.

“Es un gol ‘fuera de serie’, como suele decirse. Siempre pienso que mi gol más lindo y mi partido más lindo aún están por venir, pero ese fue uno de los mejores partidos de mi vida. Cuando la capitana, Gabrielle Onguéné, me mandó el balón de cabeza, yo sabía que podía lanzarme en solitario. Es una situación que había practicado mucho en los entrenamientos. Como estábamos en el tiempo añadido, estaba decidida a marcar diferencias”.

“Aquel partido me catapultó y demostró a todo el mundo de lo que era capaz, aunque ya llevaba diez años en la selección nacional. La gente sigue mencionándomelo, en Camerún y en el extranjero. Y fui nombrada candidata al Premio Puskás, que es algo excepcional para una jugadora africana. Desde un punto de vista emocional, está entre los goles más lindos de la historia del fútbol camerunés, de las categorías tanto masculina como femenina. Para mí es un honor haber dado una alegría a nuestros hinchas y haber conseguido que se sintiesen orgullosos”.