jueves 13 junio 2019, 20:42

La inquebrantable confianza de las Matildas

  • Australia reactivó su campaña con un electrizante triunfo sobre Brasil

  • Las Matildas son la segunda nación que remonta dos goles en contra

  • Para Chloe Logarzo, Jugadora del Partido, marcar “es un sueño hecho realidad”

Por Pete Smith, con Australia 🇦🇺

“En ningún momento pensé que íbamos a perder el partido”.

Una frase contundente de la centrocampista australiana Chloe Logarzo, habida cuenta de que las Matildas llegaron a ir perdiendo 2-0 ante un Brasil liderado por Marta y que estaba entonces empezando a encontrar su ritmo del jogo bonito.

Sin embargo, protagonizaron una extraordinaria remontada en veinte escasos minutos, con la que se convirtieron en la segunda selección en la historia de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ que gana tras superar una desventaja de dos tantos (exceptuando las tandas de penales). El único equipo que también lo ha logrado es Suecia, hace 24 años. En última instancia, el electrizante triunfo por 3-2 ha servido para reactivar con fuerza una campaña del conjunto verde y oro que se estaba tambaleando.

Y las Matildas no son un equipo cualquiera en lo que respecta a corazón y fe: incluso tienen bordada en sus camisetas la frase Never Say Die (“Nunca darse por vencidas”). La utilizaron por primera vez en el Mundial Femenino de 2007, después de una campaña que supuso un verdadero salto adelante, y ha pasado a asociarse con el combinado nacional, que pone todo su empeño en estar a la altura de lo que significa.

Australia ha conseguido empatar o ganar cuatro de los diez últimos partidos del Mundial Femenino en los que ha ido perdiendo.

El primer encuentro del torneo que enfrentaba a dos conjuntos situados entre los diez mejores de la clasificación global lo tuvo todo. Como no podía ser de otro modo, Marta dejó su impronta en el duelo tras recuperarse contra todo pronóstico de su lesión, ampliando de paso a 16 goles su propio récord del Mundial Femenino y convirtiéndose en la primera futbolista que ve puerta en cinco ediciones del certamen.

Logarzo es el paradigma del carácter de las Matildas: una luchadora nata que conjuga precisión y garra y nunca baja los brazos.

“Contra Italia fue muy descorazonador para nosotras. Nos pusimos tristes durante un momento, pero había que pasar página, y Ante ha hecho un gran trabajo infundiéndonos confianza en nosotras mismas”.

Logarzo ya era muy conocida por su habilidad en los disparos desde lejos, y estuvo a un par de centímetros de situar a Australia en las semifinales de los Juegos Olímpicos de 2016, en las que hubiera peleado por una medalla, al estampar un balón contra el larguero ante las propias anfitrionas.

No obstante, después de la mala suerte que tuvo contra Brasil en Belo Horizonte hace tres años, en esta ocasión las tornas cambiaron. Logarzo igualó el choque para Australia en Montpellier, aunque admite que fue por un afortunado accidente.

“Voy a contar un pequeño secreto, era un pase para Sam [Kerr]”, reconoció Logarzo con una sonrisa de oreja a oreja tras el partido. “Pero Sam hizo muy bien al ocultarlo para que la arquera bajase la guardia, así que yo me quedo con el mérito”.

“Ni siquiera puedo describirlo [haber marcado], es un sueño hecho realidad. Y ha sido más especial aún por lograrlo delante de mi familia y amigos. El gol y la celebración fueron para Laura Alleway [su compañera lesionada]”.

Después de quedarse fuera del último Mundial, Logarzo se propuso hacer todo lo posible por viajar a Francia 2019. Y ahora, tras recuperarse de una fractura de pierna hace solo cuatro meses, está decidida a que las _Matildas _aprovechen al máximo esta oportunidad.

“Creo que acabamos de afianzarnos en esta competición. Tenemos fe en nosotras y vamos a conservarla durante el resto del torneo”, concluyó.