miércoles 12 septiembre 2018, 07:46

La madurez de la prodigiosa Iwabuchi

  • Francia 2019 será su tercera Copa Mundial Femenina

  • La delantera es la nueva jugadora influyente de Japón

  • Aspira a conducir a su país a su segundo título mundial

Aunque parezca mentira, Mana Iwabuchi disputará el año que viene en Francia su tercera Copa Mundial Femenina de la FIFA. Y eso que solo tiene 25 años.

Aún era una adolescente en Alemania 2011 cuando Japón desafió todos los pronósticos y alzó el trofeo por sorpresa. En aquella ocasión, la diminuta delantera fue suplente, igual que en Canadá 2015, donde las Nadeshiko cayeron en la final a manos de Estados Unidos.

Tras acumular la necesaria experiencia internacional a lo largo de los años, en los que Iwabuchi ha pasado de ser una figura en ciernes a una avezada veterana, la brillante atacante está lista para guiar a las suyas hasta su segundo título mundial.

"Tuve la suerte de formar parte de nuestro combinado en las dos últimas Copas Mundiales", declaró a FIFA.com la artillera del INAC Kobe Leonessa en una reciente entrevista exclusiva.

"Sin embargo, no fui titular y no jugué todos los partidos. En cierto modo, fui la aprendiz de estas jugadoras experimentadas. Así que la Copa Mundial 2019 me ofrece la oportunidad de conducir a la selección a otro éxito, si es que estoy en el equipo".

La nueva líder Iwabuchi eclosionó en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Nueva Zelanda 2008, en la que encandiló a los espectadores con sus goles y asistencias. Y aunque Japón cayó ante Inglaterra en cuartos de final, la hábil delantera se llevó el Balón de Oro adidas gracias a su gran rendimiento, pese a que entonces tan solo tenía 15 años.

Tres años más tarde, y después de debutar en 2010, puso rumbo a Alemania con la absoluta. Para nuestra protagonista, el recuerdo del extraordinario itinerario de Japón hasta lo más alto sigue siendo a día de hoy una fuente de inspiración.

"Yo no era más que una adolescente y sencillamente estaba entusiasmada de estar allí", rememoró. "Sinceramente, me pasé gran parte del tiempo en el banquillo, así que a menudo estaba viendo jugar a mis compañeras. Pero pude sentir el ambiente y los nervios. Lo único que podía decir era '¡hala!'".

Al mismo tiempo que mantenía su trayectoria ascendente con las Nadeshiko, Iwabuchi se trasladó a Alemania en 2012, donde pasó cinco temporadas con el Hoffenheim primero, y en las filas del Bayern de Múnich después.

Tras ser aclamada durante mucho tiempo como la jugadora más destacada de Japón de cara al futuro, hizo realidad todas las expectativas en la Copa Asiática Femenina de la AFC 2018 al liderar a las suyas hasta la corona continental.

Dado que el certamen también sirvió de competición preliminar asiática para Francia 2019, la renovada Japón, bajo la batuta de Asako Takakura, lo conquistó todo y se metió en el bolsillo el billete para la Copa Mundial Femenina.

Iwabuchi estuvo estelar de principio a fin, anotando dos dianas y presentando un peligro constante. Un rendimiento que le valió el galardón a la mejor jugadora del torneo.

"Para nosotras fue una verdadera alegría defender la corona asiática", afirmó. "Personalmente, es un honor ganar el título a la mejor jugadora. Sin embargo, fue el trabajo de equipo lo que contó, de modo que el premio pertenece a todo el colectivo, no a mí".

Durante la campaña asiática, Iwabuchi se consolidó como la jugadora con más influencia de la formación. Lo que volvió a repetir en agosto, cuando Japón duplicó sus éxitos continentales al colgarse el oro en los Juegos Asiáticos.

Tras pasarse la última década progresando, abordará su tercera Copa Mundial Femenina como la nueva alma del combinado.

"La actual selección es diferente [de las de las dos últimas ediciones de la Copa Mundial]. No puedes comparar tu actual rol con el de antes. Todas somos responsables de nuestro rol en este equipo, y yo también".

"Lo cierto es que somos un equipo nuevo con jugadoras más jóvenes y con menos experiencia, incluida yo. Así que el año que viene iremos a Francia como contendientes. Por otra parte, hemos llegado a la final en las dos últimas Copas Mundiales. Tenemos que equilibrar nuestras actuaciones, como contendientes del torneo y como finalistas en dos ocasiones. Esa será la clave [de nuestro éxito]".