jueves 10 septiembre 2015, 14:53

Bronze: "Quiero ser la mejor"

“Sin el menor atisbo de duda, puede ser la mejor lateral derecha del mundo”.

No cabe duda de que es una meta atrevida y claramente ambiciosa. Pero si tenemos en cuenta que Mark Sampson es el hombre que ha fijado ese objetivo, y Lucy Bronze la mujer que se ha propuesto lograrlo, no debería sorprendernos. Una futbolista y un entrenador que desde hace tiempo responden al perfil adecuado y ahora simbolizan a la remozada Inglaterra: una selección con una actitud positiva y resuelta, y decididamente segura de sí misma.

“¿La mejor del mundo? He oído que Mark lo ha dicho, y no me supone ningún problema”, explica Bronze a FIFA.com. “Él ya sabe que yo me marco las metas más ambiciosas, de todas formas. Quiero ser la mejor futbolista que pueda, y si eso significa ser la mejor lateral derecha del mundo, entonces, ¿por qué no? Aunque todavía no lo sea, me alegra que él me ponga ese tipo de objetivos, porque soy ambiciosa, creo en mí y voy a darlo todo para mejorar cada vez más”.

Y mejorar su desempeño de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ requerirá cierto esfuerzo. Bronze fue una de las grandes protagonistas individuales de Canadá 2015, y su inclusión en el equipo estelar del torneo ya la convierte en una de las mejores defensoras del globo. La sensacional zaguera del Manchester City incluso anotó un par de goles, uno de ellos de hermosa factura, en la campaña en que las Leonas de Sampson sorprendieron al país organizador y a Alemania rumbo al tercer puesto. Aun así, la medida de esta nueva Inglaterra es que sus proezas, por muy impresionantes e insólitas que sean, no han sido consideradas un logro extraordinario por los propios integrantes de la selección. Bronze y la generación actual no se conforman con subir al podio. Quieren llegar a lo más alto.

“Creo que eso era la clave de lo que quería cambiar Mark”, analiza. “Desde su llegada, nos hemos mentalizado para no tener miedo de ser atrevidas, positivas, ambiciosas, y es algo que vamos a trasladar a futuros torneos. Cuando viajemos a la Eurocopa o al próximo Mundial, iremos creyendo sinceramente que podemos ganar, y creo que antes eso no era así. Él nos ha dado libertad para decirlo, eso ha cambiado por completo la mentalidad, que era típicamente inglesa, de no querer entusiasmarnos demasiado. Si nos fijamos en las estadounidenses, ellas no tienen reparos en decir directamente que son lo bastante buenas, que van a ganar. Y si a la gente no le gusta, lo único que importa es que se crea dentro de nuestro propio plantel. Y con Mark sí lo creemos de verdad”.

Objetivos sin techo y repercusiones Esa convicción quedó patente en la cita mundialista, cuando las inglesas se negaron a aceptar su tradicional papel de actor secundario o considerar que su límite estaba en los cuartos de final. No cabe duda de que el entusiasmo de Sampson marcó la pauta, pero Bronze fue una de las varias jóvenes que acudieron al torneo con una confianza similar, dotadas de experiencia y con expectativas de ganar. Al fin y al cabo, esta jugadora de 23 años ya había formado parte de la selección inglesa vencedora del Campeonato Femenino Sub-19 de la UEFA en 2009, y no veía razón para no aspirar a reeditar ese triunfo con el combinado absoluto.

“La experiencia de aquellos torneos de categorías inferiores nos ayudó mucho”, analiza la defensora, que también tuvo una actuación destacada en las Copas Mundiales Femeninas Sub-17 y Sub-20 de la FIFA. “Las chicas que estuvimos allí nos acostumbramos a la vida en un torneo, nos acostumbramos a ganar y a triunfar, y pienso que esa mentalidad ha podido verse ahora. Tenemos una actitud de dejar de lado el miedo”.

“Simplemente nos tomamos el Mundial como un reto, y nos encantó. Fue fantástico. Sí que creo que ayudó mucho que fuese en Canadá, donde se apoya de verdad al fútbol femenino. Fueron unos anfitriones fantásticos, y el público que acudió dice muchísimo del país. Y también todo lo que rodeó al torneo, la gente que nos paraba por la calle para desearnos suerte... Fue muy lindo, mejor de lo que esperaba”.

“Pero yo no tenía una idea precisa del tipo de repercusión que estaba teniendo en Inglaterra. Únicamente la tuve cuando llamé a casa y mi madre me dijo que había salido en tal programa o en cual periódico. Y cuando volví, ella y mi abuela me habían guardado ejemplares de todas esas docenas de periódicos y revistas. Y creo que no fue hasta entonces, al ver todo eso y volver a leerlo, cuando me di cuenta de la importancia que había tenido el torneo”.

Y esa repercusión continúa sintiéndose, puesto que desde entonces la Women**’s Super League de la Asociación Inglesa está registrando asistencias récord y unos niveles de cobertura y credibilidad sin precedentes. Bronze confía en que estos sean los frutos duraderos de ganarse el corazón de una nación.

“Creo que todo el Mundial, el espíritu que demostramos, al ganar una medalla y vencer a las alemanas, era lo que estaban demandando los aficionados al fútbol inglés. Y también sirvió para abrir los ojos a mucha gente en cuanto a la calidad, la asistencia de público y el profesionalismo. Es innegable que desde entonces se ha producido un cambio de mentalidad. Yo me he encontrado con gente por la calle, gente desconocida, que se acercaba a felicitarme. Pero el mayor cambio han sido los partidos. Y no solo en cuanto a las cifras, también el hecho de ver a chicas y chicos con camisetas del City que llevan nuestros nombres detrás, que quieren sacarse fotos con nosotras. Eso demuestra lo lejos que hemos llegado, y es muy emocionante verlo. Ahora el reto de todos es utilizarlo para seguir progresando”, concluye.

Por suerte, si hay algo que le gusta a Bronze, son los retos. Y tanto si implican consolidar los avances de Inglaterra como ganar un gran trofeo o convertirse en la mejor lateral derecha del mundo, habría que ser muy imprudente para apostar por su fracaso.