jueves 01 julio 2021, 13:00

Van de Donk: "No le tenemos miedo a nada"

  • Danielle van de Donk y Países Bajos se preparan para su debut olímpico

  • Habla de la evolución de su selección desde la final de la Copa Mundial de 2019

  • El flamante fichaje del Lyon asegura que están "listas para soportar la presión"

Danielle van de Donk espera no tener partido el día de su 30.º cumpleaños. Pero no porque le pueda fastidiar una posible fiesta de celebración, sino porque ese día se disputa el encuentro por la medalla de bronce en el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino Tokio 2020.

Lo que de verdad desea la jugadora es que Países Bajos esté preparándose en esas fechas para luchar por el oro, un objetivo más que realista para una selección que es la vigente campeona de Europa y que fue subcampeona en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019™.

FIFA.com dialogó con Van de Donk, que ha fichado recientemente por el Olympique de Lyon después de seis años en el Arsenal, y analizó el ambiente en la concentración neerlandesa en la antesala de su debut en unos Juegos Olímpicos.

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¿Cómo describiría la evolución de Países Bajos desde la final de la Copa Mundial Femenina de 2019?

Para nosotras fue un orgullo llegar a la final. Por otro lado, éramos conscientes de que debíamos mejorar para derrotar a Estados Unidos. Nuestro deseo es medirnos a todas las grandes selecciones. De hecho, después de aquella campaña, jugamos bastante bien contra nuestros rivales. Lo hemos analizado todo lo suficiente como para mejorar cada detalle de nuestro juego. Nos picamos mucho entre nosotras. Lo más importante era estar mejor físicamente, y creo que lo hemos hecho bastante bien. Nos quedamos con la sensación de que estuvimos a punto de ganar, así que debemos querer ir un paso más lejos.

¿Cuál considera que es la mayor lección que aprendieron de aquella Copa Mundial y que aplicarán en Tokio?

No tener miedo a nadie ni a ninguna otra selección. Eso es lo principal, porque nosotras no estábamos acostumbradas a jugar contra las grandes figuras y las mejores selecciones. Antes, nos fijábamos en ellas, y ahora creo que es al revés: son las demás las que se fijan en nosotras, porque hemos demostrado de lo que somos capaces en los dos últimos grandes torneos.

Yo siempre tenía un poco de... No era miedo, exactamente, pero siempre pensaba: ‘Voy a tener enfrente a Fischer, de Suecia’, por ejemplo. Eso ya no lo pienso. Ahora tengo ganas de jugar contra las mejores, porque ellas son las que me han hecho mejor futbolista. Creo de verdad que Sarina [Wiegman] hizo eso por nosotras, y le estoy muy agradecida por habérnoslo enseñado.

¿Cómo cree que lidiará el equipo con la presión que conlleva estar consideradas unas de las favoritas?

No lo sé, la verdad, pero la gente de Países Bajos siempre es bastante directa. Hace poco perdimos ante Italia, por ejemplo, y nosotras sabíamos que no habíamos estado del todo bien. Los medios de comunicación se aseguraron de hacernos saber que no habíamos estado a la altura, así que estamos listas para soportar la presión y las críticas. Todas pensamos que eso nos hace mejores, así que no le tenemos miedo a nada. Nos gusta que la gente sea más directa, así aprendemos.

¿Se considera ya una líder de la selección? De ser así, ¿qué clase de líder es?

Sí me veo como una líder. En el terreno de juego, yo soy la que sabe cuándo hay que ralentizar un poco el partido, por lo que procuro aguantar el balón, jugar fácil y ser muy positiva. Por otro lado, cuando nos hace falta algo más de garra o ir al suelo para pelar un balón, lo hago (ríe). Lejos de la cancha, me gusta que haya un buen ambiente en el equipo y que todas se sientan a gusto. Conmigo tienen a alguien a quien dirigirse y con quien hablar. No quiero que haya diferencias entre las jugadoras jóvenes y las veteranas. Quiero que todas se sientan valoradas e iguales al resto.

Además de ustedes, EE UU es otra de las favoritas al oro. ¿Qué hace falta para ganarles?

¡Eso es algo que se lo dejo a la seleccionadora! (Ríe) Hay que tener mucha paciencia con ellas. Es una selección que se distingue por su excelente condición física. Pueden estar corriendo durante días. Creo que podemos ganarles si logramos desplegar nuestro juego posicional y el buen fútbol que sabemos hacer. Hay que ganar cada duelo y creer en nosotras.

Parece usted una persona y una futbolista muy competitiva por naturaleza. ¿Lo considera esencial en su juego?

Creo que, a este nivel, todo el mundo lo es, pero cada una tiene una manera de demostrarlo. Yo no habría llegado hasta aquí de no ser por mi competitividad. A veces me dejo llevar por las emociones y soy un poco peleona.

Ese carácter luchador del que habla, ¿es algo que ha tenido que aprender a controlar y a canalizarlo?

Es algo que vas puliendo conforme te haces mayor. Creo que nunca he vuelto a ver un partido y he pensado: ‘Vaya, ahí quizás me pasé de la raya’. Me gusta presionar a la central o a la guardameta, lo cual requiere mucha energía, pero antes no me parecía un gasto de energía tan grande. Sin embargo, conforme pasan los años, te das cuenta de cuándo no es necesario correr para presionar. Lo seguiré haciendo, pero sé que, a veces, solo voy a conseguir un saque de banda o algo así. Ir conociéndote un poquito más te ayuda a controlar las emociones y la competitividad.

En el grupo F, sus rivales son Zambia, Brasil y RP China, ¿qué opina de estas selecciones y de los consiguientes partidos?

Son equipos muy distintos, y nos presentarán retos diferentes. Prepararemos bien los encuentros, que siempre es importante. Tengo muchas ganas de enfrentarme a ellos y demostrar que sabemos competir contra el fútbol físico y el fútbol de posesión.

Va a estrenarse como atleta olímpica. ¿Qué le parece?

¡Es increíble, la verdad! Y me encanta poder ponerlo en el currículum(ríe).Como deportista, es maravilloso. Me hace mucha ilusión. Mi deseo siempre es ganar títulos y torneos y jugar en grandes estadios. Esperamos conseguir que nuestro país se sienta orgulloso.

¿Qué recuerdos tiene de los Juegos Olímpicos y quiénes fueron sus ídolos olímpicos?

Es una pregunta difícil, porque, cuando era pequeña, siempre estaba por ahí jugando al fútbol. Cuando estaba en casa, ponía los deportes en la televisión. Normalmente, fútbol, así que siempre estaba viéndolo. Me gustan mucho las pruebas de velocidad. Me parece alucinante, porque no hago más que pensar en todo lo que entrenan solo para una carrera. ¡No sé cómo lo hacen!

Se crio en un pueblo llamado Valkenswaard. ¿En qué medida crecer allí le ayudó a ser futbolista y la persona que es hoy?

Fue la mejor época. Me encantaba vivir allí y también me sentía muy valorada. Siempre estaba entre dos equipos. En uno, era la mayor y la capitana. Al año siguiente, pasé a jugar con los mayores y la verdad es que ni olía el balón. Pero todos me apoyaron, estuvieron a mi lado y creyeron en mí, porque no era normal que una chica jugara en un equipo de chicos. A veces, los rivales hacían comentarios despectivos, pero los chicos de mi equipo les respondían: 'Esperad y veréis'. Después de los partidos, se acercaban con mucho respeto y me decían: 'Vaya, la verdad es que eres muy buena. Me ha gustado jugar contra ti'. Era muy agradable. Sabía que me había ganado su respeto y eso era lo más importante.