​El éxito del fútbol femenino alemán siempre estará estrechamente ligado al nombre de Silvia Neid, una mujer cuya biografía parece una sucesión interminable de triunfos. Ya fuese como jugadora, como entrenadora asistente de Tina Theune o como seleccionadora, Neid participó en todos y cada uno de las ocho Eurocopas y los dos títulos mundialistas que reposan en las vitrinas del combinado germano absoluto.

En 2016, tras conquistar el oro olímpico y ganar el premio The Best a la Entrenadora de Fútbol Femenino, Neid dejó el cargo de seleccionadora alemana para ponerse al frente del departamento de Exploración de Tendencias en Fútbol Femenino de la Federación Alemana de Fútbol (DFB). Nuestra protagonista, que se encuentra estos días en Francia siguiendo la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA, analizó para FIFA.com las virtudes de las selecciones semifinalistas.

Ya hemos podido ver que Inglaterra recurre a un ritmo vertiginoso y a cambios de juego muy rápidos para hacer daño al rival. La característica que define a las inglesas es el elevado ritmo que imprimen a su juego de ataque.

Por su parte, España y Japón apuestan claramente por el toque, dado que cuentan con jugadoras de excelente técnica. Tanto españolas como japonesas poseen un buen dominio del balón, derrochan creatividad en ataque y saben aprovechar los espacios, una virtud que les permite superar las dos primeras líneas rivales en un abrir y cerrar de ojos. Además, tienen mucha flexibilidad a la hora de buscar soluciones en ataque.

Vi el último partido de Francia en el estadio y me fijé en que es un equipo que intenta actuar en todo momento como un bloque compacto, pero no tiene la calidad de las otras selecciones. Creo que Japón y España estarán en la final.

Después de ver el partido que hizo contra Alemania, la favorita para mí es Japón, un equipo que derrocha alegría e imaginación. El combinado nipón busca crear superioridades por banda y se muestra flexible a la hora de ocupar los espacios. Me parece un equipo un poco más completo que España.

Llama la atención que todo el mundo juegue con cuatro atrás. El año pasado todavía había algún que otro equipo que usaba la defensa de cinco, pero, de un tiempo a esta parte, el 4-3-3 se ha convertido en el sistema de referencia. En líneas generales se puede decir que las selecciones sub-20 juegan ya como sus homólogas absolutas, aunque cada federación tiene lógicamente su propio estilo y filosofía.

Cuando eres entrenadora te centras siempre en tu equipo. Si durante un certamen iba al estadio para ver a una selección rival era con la intención de pensar cómo jugarle, mientras que ahora sigo los partidos desde una óptica algo diferente. Por ejemplo, si un equipo presiona en mediocampo antes de hacer la transición a la fase ofensiva, me fijo en cómo y por qué lo hace. Asimismo, compruebo si se trata de la primera escuadra que utiliza un recurso semejante o si ya lo han hecho otras antes, porque en ese caso no se puede hablar de nueva tendencia (ríe).

El combinado japonés fue el claro dominador del encuentro. A Alemania le faltaron ideas en ataque y también el dinamismo necesario para ganar los duelos individuales, que siempre tienen una gran importancia. En cualquier caso, lo principal en las categorías inferiores es formar jugadoras para que den el salto a la selección absoluta. Creo que en el caso de Alemania hay una o dos futbolistas con posibilidades de lograrlo. El objetivo de Maren Meinert es en todo momento surtir a la absoluta del mayor número de jugadoras posible. En categorías inferiores no siempre se trata solo de ganar, aunque, lógicamente, siempre te gusta salir victoriosa.