31 de enero de 2018. Brasil se daba un festín a costa de Paraguay (8-1) para volver a coronarse campeona del Sudamericano Sub-20 y una jugadora atrapaba todas las miradas. Porque de los 8 goles que hizo la Seleçao, 5 llevaron su firma.

Geyse Ferreira volvió a casa con la pelota y el trofeo a la mejor jugadora del torneo. Pero lo mejor estaba por llegar: el salto al fútbol europeo apenas un mes después –primero a la liga española y después al Benfica luso– y, en unos días en Francia, su segunda participación en una Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA.

“Todo lo que estoy viviendo es un sueño, y no solo mío, sino de toda mi familia y amigos, que están conmigo desde el inicio de este camino”. Un camino que comenzó tiempo atrás en su humilde casa de Maragogi con una oferta en la mesa y muchas dudas.

“Mi madre tenía miedo. Se me dio la oportunidad de ir a Sao Paulo, la primera vez para salir de casa. Me senté con ella y con mi padrastro. Ella no me quería dejar ir, pero él le dijo ‘déjala y vamos a ver hasta dónde puede llegar’. Desde ese día solo me han pasado cosas buenas y hoy soy el orgullo de la familia”. La delantera, tímida cuando no hay una pelota por medio, deja escapar una risa nerviosa.

Pese a todo lo bueno que le trajo el último Sudamericano Sub-20, Geyse tiene claro cuál es, hasta el momento, el partido más importante de su carrera: “fue cuando en 2016 entré en el campo para jugar mi primer partido con la selección en una Copa del Mundo”.

Con 18 años la delantera formó parte del ataque de Brasil en Papúa Nueva Guinea y, pese a la eliminación en cuartos, asegura que fue una gran experiencia. “Aprendí muchas cosas en esa Copa del Mundo. Maduré y crecí mucho, hoy tengo más experiencia y llevo a Francia todo lo que aprendí”.

Entre las cualidades que más ha perfeccionado en los últimos tiempos, su velocidad punta. “Cada día se aprende, soy más veloz”, avisa sonriente. En España todavía se recuerda su golazo al Athletic de Bilbao.

Geyse y sus compañeras se están preparando a conciencia para el Mundial que arranca este 5 de agosto en Francia. Y a pesar de los duros rivales a los que se medirán en la primera fase: la RDP de Corea –vigente campeona–, México e Inglaterra, la ambición es grande: “nuestro objetivo es traer la Copa a Brasil”.

Consciente además, tras lo sucedido en los últimos meses, de que una buena actuación puede dar aún más impulso a su carrera, la delantera no quiere dejar nada al azar. “Lo que estoy haciendo es entrenar muy fuerte para hacer lo que hice en el Sudamericano. Sé que va a ser mucho más complicado en el Mundial, pero es lo que deseo a cada instante”. Siete meses después ver cómo su vida daba un giro de 180º, Geyse está preparada para un nuevo salto. ¿Será en Francia?