sábado 17 noviembre 2018, 02:28

Emociones a flor de piel en el adiós de la novata Finlandia

  • Finlandia era la única debutante del Mundial Femenino Sub-17

  • Tendrá que hacer las maletas tras encadenar dos derrotas

  • “Para nosotras esto es como una segunda familia”, dice la lateral Nana Yang

Las lágrimas y el silencio se apoderaron de Montevideo. Todas las muchachas que lucían una equipación azul se dejaron caer sobre el suelo, abatidas física y emocionalmente.

Finlandia, único conjunto que debutaba en esta Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA, acababa de quedar eliminada. Tras disputar 90 intensos minutos ante Ghana, una habitual del torneo, las nórdicas encadenaban dos derrotas que certificaban su adiós.

Momentos después del pitido final, los padres de las jugadoras esperaron junto a su sección de las gradas para poder abrazar a sus hijas.

Los progenitores habían recorrido medio mundo en avión para animar a sus chicas, y sin duda varios otros hubieran deseado poder hacerlo. Estuvieron apoyándolas en el Estadio Charrúa, y algunos se fundieron con ellas en abrazos durante varios minutos. El silencio era sepulcral.

“Hoy me siento muy orgullosa”, explicaba Sigrid, madre de la lateral izquierda Nana Yang, a FIFA.com. “Mi hija me dijo que iban a darlo todo en este partido. Se entregaron al máximo, es imposible hacer más. El simple hecho de estar aquí ya quiere decir que se ha llegado muy lejos. Ha sido toda una alegría. Se transmitió en vivo en la televisión finlandesa, todos mis amigos han estado delante de las pantallas diciendo ‘¡Ahí está Nana!’. Todos están muy orgullosos de ella”.

“Cuando la abracé, le dije: ‘No hay nada de lo que avergonzarse, se ha jugado muy bien’. Llegaban como el equipo con menos posibilidades, y ya son ganadoras. No podían perder por estar aquí. Para todos los padres, las ganadoras son ellas”.

Antes de subir al autocar del equipo, Nana se paró a hablar con FIFA.com, e intentó describir lo que sentían ella y el resto de la selección. “Todas estábamos llorando en el vestuario, intentamos mantener la compostura, pero era imposible. Nos quedamos paralizadas. Ha sido muy duro para todas”, confesó.

“Este equipo ha recorrido un largo camino. Llevamos dos años juntas, viviendo cosas buenas y no tan buenas. Esto es como una segunda familia para todas las jugadoras, y también para los entrenadores y el cuerpo técnico. Estar aquí ha sido la culminación de un sueño, porque nadie esperaba que lo consiguiéramos. Estamos orgullosísimas de haber venido, aunque nos sintamos decepcionadas por el resultado”.

“Es conmovedor que tantos padres e hinchas hayan venido aquí desde Finlandia”, añadió Nana. “El viaje dura un día entero. Es muy emotivo verlos después del partido. Espero que las jugadoras más jóvenes nos tomen como modelo y podamos ser un ejemplo para el país”.

Un legado

Anna Signeul, seleccionadora del combinado absoluto finlandés, también bajó a la cancha para consolar a todas las jugadoras. Su presencia en Montevideo demuestra la fe que tiene en el futuro del fútbol femenino del país.

“Les dije que debían estar orgullosas de lo que han logrado”, afirmó Signeul. “Es fantástico para su futuro como futbolistas. En estos dos partidos han aprendido mucho. Es algo que les ayudará en toda su carrera futbolística”.

Signeul concluyó del mejor modo posible: “¿Saben una cosa? Hay que disfrutar del fútbol. Todos estamos aquí porque nos encanta este deporte. Hay que vivir el momento y aprender para el futuro”.