Un programa para el desarrollo del fútbol femenino en Canadá
Las canadienses no dejan de cosechar los frutos de esa apuesta
El cuadro sub-17 se dispone a participar ahora en el Mundial de Uruguay
Canadá no ha querido dejar nada al azar en el desarrollo de su fútbol femenino, como demostró la implantación del Programa Femenino EXCEL en 2014. Desde entonces no ha dejado de cosechar los frutos de esa apuesta: la prueba más reciente es la clasificación para la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Uruguay 2018.
Cada vez es más frecuente ver a las canadienses codearse con los pesos pesados, y el país norteamericano puede contar con unas nuevas generaciones más fuertes y completas. Jordyn Huitema, Jayde Riviere, Maya Antoine o Ariel Young personifican por sí solas esta dinámica.
Estas cuatro prometedoras futbolistas, que ya se han estrenado con la selección absoluta, se prepararan para enarbolar ahora bien alto el pabellón de su país en Uruguay.
Detectar el talento
Canadá es el segundo país más extenso del mundo, después de Rusia, y tiene ante sí un reto de envergadura. “Se trata, ante todo, de identificar a las futbolistas de más talento por todo el país”, subraya Kenneth Heiner-Moller, seleccionador absoluto y director del Programa Femenino EXCEL, enfocado a todas las categorías de edad entre los 14 y los 20 años.
No obstante, sus ambiciones no se limitan a la etapa de detección de la calidad. “Nuestro programa nos permite fijarnos en todas las jugadoras del país, prestando una atención particular a las de mayor talento, a quienes se ofrece entonces la oportunidad de crecer en nuestros tres centros más grandes”, añade Rhian Wilkinson, la nueva técnica de esta generación sub-17.
Con 181 internacionalidades en su historial, la exdefensora no oculta su entusiasmo ante la idea de ver a sus pupilas seguir sus pasos. “Tengo fe en esta selección sub-17, y ya estoy deseando trabajar con ellas para ayudarles a rendir dentro de la cancha y a aprender de esta experiencia. Así podrán prepararse para una carrera en la selección nacional femenina”.
Wilkinson, que colgó las botas en febrero de 2017, podrá transmitir la experiencia acumulada a lo largo de una trayectoria que incluyó cuatro participaciones en el Mundial y dos medallas de bronce olímpicas (Londres 2012 y Río de Janeiro 2016). “Nuestro objetivo es dar a los jóvenes talentos acceso a infraestructuras y a profesionales en todos los aspectos de su vida, para propiciar que el fútbol les permita desarrollarse como muchachas”.
La seleccionadora participa en el primer Programa de Formación de Entrenadoras de la FIFA. Su mentora es Hope Powell, seleccionadora del combinado femenino inglés (1998-2013) y entrenadora del WFC Brighton & Hove Albion (desde 2017).
Hacer que el progreso se plasme en éxitos
Las canadienses nunca han alcanzado las semifinales de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA, cuya edición inaugural se celebró en 2008. Así pues, tendrán la ocasión de dejar su nombre en la historia a partir de este 14 noviembre, cuando entren en liza ante Colombia, y de establecer una nueva referencia del crecimiento generalizado que experimenta el fútbol femenino del país.
Para superar este nuevo listón simbólico, las Canucks deben obtener en primer lugar una de las dos plazas que dan acceso a los cuartos de final en el Grupo D. “Medirse con Colombia, España y la República de Corea en Uruguay expondrá a las futbolistas a una gran variedad de estilos de juego, y constituye una experiencia enriquecedora para su desarrollo”, se congratula Heiner-Moller.
“Para nosotros, el Mundial no se limita a la cuestión del rendimiento. Es esencial que adaptemos nuestro juego al contexto, conservando al mismo tiempo nuestra identidad”, concluye, ansioso por ver cómo la filosofía y los principios del Programa Femenino EXCEL encuentran un nuevo espacio de expresión en el panorama mundial.