lunes 19 noviembre 2018, 01:41

El fútbol, una cuestión de familia para Emilie Bernhardt

  • Está encantada respaldo familiar en Uruguay

  • Su familia la lleva a entrenar a casi 100 km de distancia

  • "Mi familia me apoyó desde el principio", dice

Todos lucen la camiseta de Alemania, sostienen banderitas y llevan las mejillas pintadas de negro, rojo y amarillo. En la tribuna del estadio de Colonia del Sacramento, la familia Bernhardt aguarda con emoción el comienzo del partido frente a Camerún, pero también desprende cierto nerviosismo.

Cuando, por fin, su hija Emilie asoma por el túnel y pisa el césped, toda la tensión acumulada se convierte en euforia. Mamá, papá, la abuela, el abuelo, la tía y un antiguo entrenador suyo han venido para alentar a la defensora en su primera Copa Mundial. En casa de los Bernhardt, el fútbol es una cuestión de familia.

"Es muy bonito cuando hay mucha gente en el estadio animándote. Pero, si además está tu familia, es muy especial", afirma Emilie Bernhardt en su charla con FIFA.com. "Mi familia me apoyó desde el principio en mi deseo de jugar al fútbol. Y siempre ha querido acompañarme a todos los partidos".

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En Uruguay, como en casa

Este mes de noviembre, los Bernhardt están en Uruguay. El apoyo de los suyos es muy importante para la selección alemana, como explica la propia Emilie: "Por supuesto que nos llegan sus ánimos. Siempre oímos los gritos de '¡Vamos, Alemania!'. Y notamos lo mucho que se alegran cuando defendemos bien o cuando hacemos una buena jugada en ataque. Eso te motiva y te espolea aún más".

"Yo diría que mi padre y mi abuelo son los más efusivos de la familia. Son a los que más oigo cuando estoy en la cancha". Los aludidos sonríen. Cuando juega Emilie, viven el partido con pasión, bien sea con la selección o con su club.

Emilie juega en el FC Bayern de Múnich desde mediados de este año. Desde Ingolstadt, la ciudad donde residen los Bernhardt, hay 80 kilómetros, una distancia que Emilie debe recorrer a diario para asistir a los entrenamientos. "Hay semanas que hacemos hasta seis veces ese trayecto, pero la idea es seguir así hasta que Emilie acabe los exámenes de selectividad", asegura su padre.

Además de sus padres, el abuelo Bernhardt también ejerce de chófer. "Lo hago con mucho gusto, y estoy muy orgulloso de mi nieta", reconoce. Para Emilie, los momentos que pasan juntos en el coche son muy positivos: "Como tengo una agenda tan apretada, no es fácil sacar tiempo para estar con la familia, y estos viajes son una buena oportunidad".

Cara a cara con Emilie Bernhardt

  • Aficiones: quedar con sus amigos, ir al cine y de compras

  • Su mejor recuerdo futbolístico: el triunfo por 8-0 sobre Inglaterra en las semifinales del Campeonato Europeo 2018

  • Su jugador favorito: Max Christiansen (Arminia Bielefeld)

  • Su pasión secreta: escuchar música a todo volumen en su cuarto cuando está sola en casa

Clásicos y música moderna

Esta joven de 16 años aprovecha muy bien el tiempo que pasa sentada en el coche, mientras el paisaje de Baviera se abre ante sus ojos. "A la ida suelo estudiar, pero a la vuelta hablamos de cualquier cosa: de la familia, de las clases y, cómo no, de fútbol".

Y en el coche también escuchan música. A veces, a todo volumen. "A mi abuelo le gustan los clásicos, pero a mí me va más la música actual", dice Emilie con una sonrisa. "Pero yo no digo nada, porque le estoy muy agradecida por llevarme. ¡Puede poner la emisora que quiera!".

En Uruguay, el chófer del autobús es el encargado de llevar a la selección alemana, de modo que la familia Bernhardt dispone de tiempo libre para conocer el país. A todos les gusta mucho, y no les importaría quedarse más tiempo para compartir más momentos emotivos con Emilie desde la grada.