“No te rindas, sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón”. Un defensa de la selección de Somalia ha hecho suyo el lema del legendario boxeador Mohamed Ali.

Ese jugador entró en la leyenda del fútbol de su país tras haber contribuido a la primera victoria lograda en toda su historia por las Estrellas del Océano en un partido de clasificación para una Copa Mundial de la FIFA, en septiembre de 2019 frente a Zimbabue (1-0). ¿Su nombre? Mohamud Ali.

“Evidentemente, es un nombre especial, pero estoy muy orgulloso de él. Es una referencia en el mundo del deporte. Por supuesto, me han hecho bromas frecuentemente en relación a ese nombre, pero en general no ha sido demasiado duro de llevar; todo lo contrario”, señala el internacional somalí a FIFA.com. “No sabría compararme a esa leyenda. Y nuestras disciplinas son muy diferentes. Dicho esto, como Mohamed Ali, soy un ganador. La búsqueda de la victoria está inscrita en mi ADN”.

El defensa central de 26 años lo demostró hace un año, bajo la mirada de todo el continente africano. Impecable durante los 90 minutos de la victoria somalí contra los Guerreros, Mohamud Ali (7 internacionalidades, 0 goles) contribuyó enormemente a poner a Zimbabue contra las cuerdas, siendo elegido mejor jugador del partido en ese triunfo histórico.

“No sé si es el mejor partido que he jugado; en todo caso, ¡sí es el más bonito en el que he participado! El ambiente, lo que estaba en juego, la intensidad… Se me pone la carne de gallina sólo de pensarlo. Nunca había vivido algo así”, analiza. “No jugué demasiado mal, pero realmente fue un logro colectivo. Para ser sincero, solamente me quedo con la victoria. Mi trofeo de mejor jugador del partido no es más que un bonus”.

Somalia, evidentemente, no se contentó con esa victoria. En el choque de vuelta, en Harare, puso entre la espada y la pared a una selección de Zimbabue que ocupaba el puesto 111º en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola; es decir, 85 plazas más arriba que ella. Las Estrellas del Océano acabaron cayendo a la lona en el minuto 77 y, si bien resurgieron asestando el que parecía un golpe ganador, los zimbabuenses les dejaron K.O. in extremis(3-1), y así se escapó el pase a la segunda ronda clasificatoria para Catar 2022.

“A priori, había un abismo entre Somalia y Zimbabue”, observa Mohamud Ali. “Pero les dimos guerra y presionamos hasta el tiempo añadido del partido de vuelta… Evidentemente, es decepcionante no haber conseguido sellar la clasificación, pero podemos estar orgullosos de nosotros mismos. Peleamos y competimos bien”.

Somalia, que nunca se ha clasificado para ninguna gran competición, dista mucho de ser un peso pesado en materia de fútbol. El país ha de contentarse a la fuerza con esa victoria histórica, tras estarle costando reponerse de la guerra civil que empezó a azotarlo en la década de los 90. “Una victoria como esa une, aporta alegría. Tuvo un impacto masivo: todo el país habló de ella”, subraya Mohamud. “Somalia es un país de fútbol, apasionado de este deporte. Obligado por las circunstancias, el balompié se vio relegado durante mucho tiempo a un segundo plano. ¡Pero esta victoria augura lo mejor para el futuro!”.

“El potencial es inmenso y, desgraciadamente, no ha podido reflejarse en la Clasificación de la FIFA. Pero el objetivo es organizar más partidos y escalar en la jerarquía mundial. Estamos en el comienzo de un proceso que se inició con esa victoria sobre Zimbabue. Creo de verdad que va a abrir puertas a la próxima generación”, añade el defensa de 26 años, antes de concluir: “¿Y por qué no conseguir disputar una Copa Africana de Naciones?”.

“El hombre que no tiene imaginación, no tiene alas”, dijo también Mohamed Ali…