domingo 21 marzo 2021, 04:34

La transformación de las Islas Caimán, de la mano de un técnico de 31 años

  • Ben Pugh, seleccionador de las Islas Caimán, habla con FIFA.com

  • Entrenó en la cantera del Ipswich Town y cuenta cómo fue su trayectoria

  • Analiza los próximos clasificatorios del Mundial ante Surinam y Canadá

Las Islas Caimán no han ganado ni un solo encuentro de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA™ en toda su historia.

Sin embargo, eso podría cambiar al fin en un futuro próximo gracias a un técnico de 31 años procedente de Shotley, una pequeña localidad del condado inglés de Suffolk situada a las afueras de Ipswich: Ben Pugh, que asumió el cargo de seleccionador nacional y director técnico de la Federación de Fútbol de las Islas Caimán (CIFA) en julio de 2019. En aquel momento, la selección rozaba el farolillo rojo de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola, en el puesto número 206.

Tras disputar seis partidos en la Liga C de la Liga de Naciones de la Concacaf, en 2019, las Islas Caimán —territorio de unos 65.000 habitantes— presentaban un registro de cuatro victorias, entre las que destacó el 3-2 logrado ante Barbados. Y todo ello antes de que Pugh cumpliese los 30 años. El éxito de esta campaña permitió al combinado caimanés subir a la posición 193 en la última edición de la lista.

Pero ¿cómo se ha logrado este ascenso y quién es exactamente Ben Pugh?

Después de trabajar en el Ipswich Town durante ocho años, ocupando distintos puestos relacionados principalmente con el desarrollo de la cantera, Pugh recibió una oferta para entrenar a un club en las Islas Caimán y le pareció el momento perfecto para poner a prueba todo lo que había aprendido y sus experiencias.

Los éxitos que obtuvo con el equipo le valieron ser designado técnico asistente de la selección nacional, a la que pasaría a dirigir en julio de 2019. Y ha ayudado a implantar una filosofía y estilo de juego propios de la CIFA, que se está transmitiendo en todas las categorías de edad. Hace especial hincapié en los jóvenes y eso se refleja en el combinado absoluto, que en la práctica es un conjunto sub-23, con jugadores de hasta 16 y 17 años que se entrenan habitualmente con el plantel principal.

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“Está siendo una magnífica experiencia vital y de aprendizaje”, explica Pugh a FIFA.com. “Vivir en otro país entraña dificultades, pero estaba dispuesto a asumir este riesgo para probar algo un poco distinto. Aquí he tenido oportunidades que tal vez no fuese a tener en mi país. Hemos viajado a sitios como las Islas Vírgenes Estadounidenses, Barbados y San Martín. Jugar contra selecciones como las de Barbados, Surinam y Canadá es un reto estupendo para mí personalmente y para el equipo”.

“Vine sin verdaderas expectativas, ni de la isla ni del fútbol. Tenía una mentalidad abierta y quería aceptar lo que surgiese. Y me llevé una sorpresa agradable. La isla está muy bien para el fútbol, en todas las categorías, desde los sub-8 hasta la primera división”.

“El nivel de juego es más alto de lo que esperaba. Hay futbolistas con buena técnica, que quieren progresar y jugar en el extranjero. La cultura futbolística se reflejó en nuestra actuación en la Liga de Naciones. Nadie esperaba que ganásemos ningún partido y ganamos cuatro. Sin duda eso es una buena base para seguir avanzando”.

El siguiente reto que se presenta ante Pugh y sus discípulos para continuar yendo a más son cuatro encuentros de clasificación de la Copa Mundial de la FIFA, en los meses de marzo y junio, frente a Canadá (73), Surinam (141), Bermudas (169) y Aruba (200). Los compromisos más inmediatos son dos complicados choques ante Surinam y Canadá.

“Son dos selecciones excelentes, aunque eso nos ofrece la oportunidad de medirnos con jugadores extraordinarios. Surinam tendrá unos 20 jugadores por toda Europa. Creo que también puede llegar a sorprender a alguna gente. Es un desafío estupendo y estoy deseando que llegue, me hace mucha ilusión”.

“Desde la perspectiva de nuestros jugadores, son experiencias que quizás no vuelvan a tener, o que recordarán con cariño toda la vida. Canadá tiene a un jugador que ganó la Liga de Campeones. Tenemos muchas ganas de jugar este partido, no estamos nerviosos en absoluto”.

“No creo que el fútbol caribeño esté suficientemente documentado en cuanto a ver lo que pueden hacer los jugadores. Estos partidos darán a nuestros hombres la ocasión de que la gente los vea, es posible que gracias a ellos uno o dos consigan una oportunidad para competir a un nivel más alto”.

El plantel caimanés cuenta con un futbolista profesional a tiempo completo, Elijah Seymour, actualmente en las filas del CS Tunari rumano.

“No tenemos muchos jugadores entre los que elegir para la convocatoria, pero una ventaja importante es que podemos hacer entrenamientos frecuentes con ellos. Y lo complementamos con unos cuantos hombres que están en el extranjero”.

“Durante los últimos cuatro o cinco meses nos hemos entrenado dos o tres veces a la semana, normalmente por la tarde-noche, porque casi todos los jugadores tienen empleos a tiempo completo, y eso entraña dificultades, hay dos que están en la construcción, trabajan con calor todo el día y les pedimos que hagan una sesión. Tenemos que hacer pequeñas adaptaciones para responder a las necesidades del jugador y a lo que más le convenga”.

Y al tratarse de una selección que tiene escasísimas posibilidades de alcanzar un Mundial y cuyo primer objetivo es lograr por primera vez la clasificación para la Copa Oro de la Concacaf, ¿cómo mide Pugh el éxito?

“De lo que se trata es de ir superando esos pequeños obstáculos. La isla llevaba casi diez años sin ganar ningún partido antes de la secuencia de victorias de la Liga de Naciones. Es importante dar pequeños pasos adelante. Nunca hemos ganado un partido de la competición preliminar mundialista, así que ojalá podamos conseguir un buen resultado en uno de estos partidos, hacer algo de historia en ese apartado y seguir avanzando continuamente”.

“¿Podemos conseguir la clasificación para una Copa Oro? Sí. Es dificilísimo. Sería un logro increíble, pero si nos preparamos como es debido no es imposible. Hemos adoptado un plan trienal que empezó con la Liga de Naciones”, anuncia.

“Si somos capaces de confeccionar un equipo a partir de nuestros jugadores más jóvenes, dentro de dos o tres años estaremos en una situación mucho mejor. Ir dando pequeños pasos uno tras otro, con pequeños logros históricos, son peldaños que nos conducirán a ese objetivo mayor”, concluye.