domingo 26 julio 2020, 05:36

Gan disfruta con la pasión de Malasia

  • Malasia progresa y goza de un enorme apoyo local

  • Brendan Gan, centrocampista, es una figura clave

  • “Es fantástico formar parte de esto. Te cambia la vida”

Si entramos a un bar o a un restaurante de Malasia, lo más seguro es que estén dando un partido de fútbol. Lo más habitual es ver la Premier League inglesa o un gran duelo de competición europea, pero no nos equivoquemos: cuando Malasia juega en casa un partido internacional importante, esta nación de 32 millones de habitantes se vuelca con los suyos.

“Es increíble lo mucho que gusta el fútbol en este país”, afirma Brendan Gan, centrocampista malayo y uno de los jugadores más conocidos del país.

Gan afronta su cuarto año defendiendo el amarillo de los Harimau Malaya, los Tigres Malayos. Pese a que nació y creció en Sídney, Gan —que debe sus raíces malayas a su padre, originario de Seremban— lleva cerca de diez años jugando al fútbol en Malasia. Y no se cansa.

La asistencia de casi 90.000 personas a los partidos que se juegan en el estadio Bukit Jalil, de la capital Kuala Lumpur, siempre es una de las más altas a nivel global en cada ciclo mundialista. De hecho, Gan anotó un gol y dio una asistencia fabulosa en el último choque clasificatorio para Catar 2022 que Malasia jugó y ganó en casa ante la poderosa Tailandia.

“Creo que no hay nada parecido al Bukit Jalil”, asegura Gan a FIFA.com con énfasis y conocimiento de causa. “Es bastante vertical y está cubierto, por lo que el público está muy metido. La verdad, nunca he visto nada parecido en mi vida. Es impresionante”.

“Hay gente de otros países que ha venido para comprobar el ambiente, y muchos dicen que es lo mejor que han visto en su vida”.

“Desde el punto de vista del jugador, en la mayoría de estadios oyes el ambiente, pero en el Bukit Jalil es imposible ahogar el griterío de los hinchas. He estado en Sudamérica y, lógicamente, allí el ambiente es espectacular. Pero, sinceramente, esto es bastante similar”.

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Por si no fuera suficiente, el Selangor —el equipo de Gan y el club más laureado de la historia en Malasia— juega sus partidos como local en el estadio Shah Alam, con capacidad para 80.000 espectadores. Gan, de 32 años, ha sido una pieza clave en los últimos tiempos, en los que el astro malayo ha seguido progresando.

Gan es un volante todoterreno que derrocha energía tanto dentro como fuera de la cancha. Estudia un grado en comercio, sale con cierta asiduidad por televisión y dirigió un canal de YouTube sobre salud y forma física hace años, coincidiendo con un largo periodo que estuvo lesionado.

Malasia, entretanto, pelea por superar el complicado Grupo G del clasificatorio de la AFC para Catar 2022. En juego está también un billete para la Copa Asiática de la AFC 2023, torneo en el que no ha vuelto a participar desde 1980, con la única excepción de la edición de 2007, en la que Malasia fue coanfitrión.

“La gente se está ilusionando mucho con esto”, señala Gan sobre un posible boleto para la Copa Asiática. “Y no me extraña, porque ya ha pasado mucho tiempo”.

“Estamos volviendo poco a poco a un punto en el que podemos plantar cara a una selección como Emiratos Árabes Unidos y dominar los 90 minutos. Ya nadie nos considera un rival asequible”.

Y razón no le falta. De hecho, Malasia está por delante de EAU en el clasificatorio para Catar 2022, mientras que hace cuatro años perdió 10-0 contra ellos en la misma ronda de la fase de clasificación mundialista.

“El técnico Tan Cheng Hoe vino con el planteamiento adecuado. Nos ha ido bastante bien, y se nota que el equipo tiene carácter. Cada vez que me concentro con la selección, noto que hay hambre, determinación y pasión”.

¿Cómo ha sido el crecimiento que ha visto Gan en Malasia en esta etapa que dura ya diez años?

“He presenciado un cambio enorme, y creo que se debe en gran parte al nivel de profesionalismo de los clubes. Ahora se invierte más dinero en las instalaciones y en la cantera, y son muchos los entrenadores extranjeros que quieren venir aquí”.

“Las selecciones nacionales lo están haciendo bastante bien en categoría juvenil. Hay un puñado de jugadores fenomenales en la cantera”.

“El fútbol malayo goza cada vez más de un mayor reconocimiento a nivel global. La selección está obteniendo buenos resultados, y el ambiente en los partidos es espectacular. Aquí hay mucha pasión y es fantástico formar parte de esto. Te cambia la vida”.