martes 01 junio 2021, 09:37

Gallese: "Hay que dejar el Mundial de Rusia atrás"

  • Es arquero y referente de la selección de Perú

  • El clasificatorio para Catar, tema de su charla con FIFA.com

  • Además, habla de sus inicios, su presente y más

- “Vas a atajar en la selección, serás una pieza clave y jugarás un Mundial”.

Pedro Gallese tenía 10 años la primera vez que escuchó la frase de su tía Soña, y no era plenamente consciente de todo lo que significaba, ni para él ni para Perú.

“En ese momento vivía con ella, e insistía con el tema. Yo pensé que estaba loca”, dice risueñamente a FIFA.com Gallese, una de las figuras del equipo que puso fin a casi cuatro décadas de sequía mundialista y, a los 31, es titular indiscutido de la Blanquirroja.

La Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2007, a la que viajó como suplente, resultó un buen prólogo de su carrera, estrenándose como profesional un año después. Su debut en la mayor se produjo en 2014, aunque fue su actual seleccionador, Ricardo Gareca, el que confió en su elasticidad y reflejos desde el inicio de su ciclo, allá por marzo de 2015.

Desde entonces, el Pulpo o Tarántula ha faltado solo por lesión, estableciendo dos marcas: es el arquero con más presencias en la selección (62) y el de más partidos por eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA (18).

Convertido en referente, Gallese analiza el flojo inicio de Perú en el clasificatorio para Catar 2022, donde marcha anteúltimo con un punto sobre 12, así como también sus próximos rivales y sus opciones de clasificación. Además, habla de sus inicios, de su gran presente en el Orlando City de la MLS, de la próxima Copa América y de sus hobbies.

Pedro, ¿cuál es su primer recuerdo en un arco?

A los 7 años en Barrancos, en un torneo inter barrial. Era jugador de campo, nos estaban dando una paliza y le digo al arquero: ‘¡Saca una, comienza a tapar bien!’. Me respondió, ‘por qué no tapas tú’, y allá fui, ¡ni guantes, manos a capela! Me llegaron, saqué un par de pelotas y me gustó. Al otro día me mandaron directamente al arco y no salí más.

¿Cómo fue aquella historia de su tía Soña?

Mi primo jugaba en una academia en Lima, y al equipo lo goleaban siempre. Mi tía dijo que ella tenía un sobrino que tapaba bien, aunque que no podía pagarla, y le dijeron que me lleve igual. Tenía 9 años, empecé a tapar y el equipo no perdió más. Y ella empezó con todo aquello de que iba a jugar un Mundial… Cuando nos clasificamos, le regalé todo lo que vestí el día con Nueva Zelanda.

¿Qué significó en su carrera aquel Mundial Sub-17?

Fue gratificante, porque en ese momento a las juveniles iban jugadores de clubes generalmente grandes, no de academias como yo, era difícil que pasara. Una vez allá, no podía parar de pensar: ‘Si así es un Mundial de menores, ¡cómo será uno mayores!’.

¿Y cómo fue aquella experiencia de Rusia 2018?

Cuando ganamos el repechaje estaba feliz, pero tomé dimensión de lo que significaba la clasificación en el Mundial. Antes de cantar el himno en el primer partido, vi a mis compañeros, a la cantidad de peruanos que había, y me di cuenta de lo que habíamos logrado. Ahí el corazón latió a mil. Y si bien no volví a verlos, recuerdo cada minuto de los tres partidos.

¿Cuál fue la clave de aquel proceso clasificatorio?

Los 36 años eran una mochila bastante grande, lo mismo eso de que jugábamos bien, pero perdíamos. La mochila se hacía cada vez más pesada. La actitud para mejorar a lo largo de la eliminatoria fue importante, nos la fuimos creyendo.

¿Qué análisis hace del flojo arranque de las eliminatorias para Catar?

Fue un inicio complicado, porque no hemos jugado partidos malos, pero tenemos menos puntos de los esperados. Sabemos que debemos mejorar en muchos aspectos, en todas las líneas. Hay que dejar el Mundial de Rusia atrás. Esta es una nueva carrera, hay que enfocarnos en eso.

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¿Cree que cierto favoritismo de Perú para este proceso le jugó en contra?

Hay una realidad: antes, algunos decían ‘nos toca Perú, son tres puntos y ya’; jugaban tranquilos, relajados. Ahora nos estudian más, estudian a cada jugador, y eso hace todo un poco más difícil. Pero también es algo bueno, porque nos respetan de otra manera. Tenemos que usarlo a nuestro favor.

¿Qué le ha faltado al equipo en lo futbolístico?

En parte, la misma concentración que desarrollamos antes para golpear y luego defender a muerte. Pero lo importante, y lo hemos conversado entre nosotros, es que tenemos con qué pelear. Si no tuviéramos con qué, pensaríamos en participar y listo, pero podemos competir, ya lo demostramos.

Parece otra prueba de carácter para este grupo...

En la eliminatoria anterior, a seis fechas del final, casi no teníamos posibilidades de raspar el repechaje. Debíamos ganar todo en casa y robar puntos afuera, no podíamos perder… En aquel momento estuvimos a la altura del desafío. Hoy nos vemos en una situación similar, pero antes. Hemos comenzado mal, pero eso creo nos hará más fuertes.

¿Qué opina de los próximos duelos, con Colombia adentro y Ecuador afuera?

Ambos son rivales directos. Colombia tiene un estilo parecido al que intentamos nosotros, de jugar bien el balón y de defender mucho. Con ellos la pelea será en el medio. Ecuador es más directo, y la altura siempre es un factor en Quito. En lo personal, pude entrenarme en Orlando con herramientas que simula la altura, es un extra importante.

¿Hay ansiedad luego de las postergaciones por COVID?

No tanto ansiedad, sino ganas de dar vuelta la situación complicada que atravesamos.

Luego viene la Copa América, a la que llegan como subcampeones. En este contexto, ¿cuál es el objetivo?

Cuando participas de un torneo quieres representar bien a tu país, pero también ganarlo, o llegar lo más lejos posible. Ahora nos vendrá bien para juntar más al grupo, porque el foco está puesto ciento por ciento en las eliminatorias.

Por último, ¿algo que su tía Soña le haya dicho sobre el Mundial de Catar?

¡Me dijo que teníamos que clasificarnos a otro Mundial, que no podía quedarme solo con el primero (risas)! Me hizo prometerle que iríamos a un segundo Mundial. ¡Tengo más presión de ella que de todo Perú! (más risas).

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Peloteando a Gallese …

Los récords. “Cuando llegué a la selección los veía lejanos, pero los vas superando y te alegras. Es lindo quedar en las estadísticas, siempre que sirva para logros mayores”.

Su gran temporada en el Orlando City. “Vine porque la oferta era interesante, quería otro roce y estoy haciendo lo mío. Hablan bien de mi, y eso es bueno”.

Su camiseta, entre las más vendidas en Orlando. “Lo mismo: me alegra porque es algo que habla del buen del trabajo de uno”.

Ser el peluquero del equipo. “Surgió en el torneo de regreso de la MLS. Estuvimos dos meses y medio encerrados, compré unas máquinas, miré videos en YouTube y mis compañeros se animaron. Ahora si me piden, les sigo cortando”.

Su éxito en Tik Tok durante la pandemia. “En plena pandemia me volvía loco, no sabía qué hacer... Mi esposa me preguntó si me animaba, probamos y a la gente le gustó. ¡Pero no pasa de ahí! (risas)”.

Tener su propia marca de ropa. “La moda me gusta desde chico, y el negocio crece de a poco. ¡Yo no diseño, apruebo o desapruebo! Es más un pasatiempo”.

Qué le diría a su hija o su hijo si quieren atajar. “¡Qué es un puesto ingrato, y es el que paga menos! (risas). Si les gusta, tendrán todo mi apoyo. Tapar goles, y dejar a otros con las ganas de gritarlos, es hermoso”.