lunes 07 diciembre 2020, 07:33

Europa, clasificatorios de leyenda (Parte II)

⚔️ España-Dinamarca, 1993: La Roja vuelve a destrozar el sueño danés

“España me dio en el fútbol de clubes lo que me quitó su selección”, declaró en su día Michael Laudrup a FIFA.com. Dinamarca ya había sido víctima de su bestia negra en las semifinales de la Eurocopa 1984 y en los octavos de final de México 1986. En noviembre de 1993, al encarar la última jornada del Grupo 3, el combinado escandinavo iba líder con un punto de ventaja sobre España, su último rival. Los daneses, campeones de Europa en 1992, venían de vencer a la Roja (1-0) en Copenhague y se apoyaban en la mejor generación de su historia. ¿Se invertirían por fin los papeles?

17 de noviembre de 1993, Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, Sevilla; España 1-0 Dinamarca

  • Gol: Fernando Hierro (63’) para España

La misión parecía volverse imposible para los españoles de Javier Clemente cuando Andoni Zubizarreta, a los 10 minutos de juego, regaló un balón al golpearlo con el pie y, al intentar reparar su error, derribó a Michael Laudrup fuera del área. Tarjeta roja para el guardameta y, sin tener tiempo de calentar, el joven Santiago Cañizares hizo su debut con la selección. Pese a toda la presión, firmó una actuación excepcional durante los 80 minutos que duró el asedio danés frente a unos locales en inferioridad numérica.

Los españoles contaban únicamente con las jugadas a balón parado para crear peligro. Precisamente, en un córner sacado por Jon Andoni Goikoetxea, Fernando Hierro aprovechó la mala salida de Peter Schmeichel para enviar el esférico al fondo de las mallas. Con un peso pesado del equipo y un novato, España volvió a frustrar a Dinamarca privándola del punto que necesitaba para acceder a Estados Unidos 1994.

⚔️ Alemania-Inglaterra, 2001: Owen pega tres veces en Múnich

En octubre de 2000, los alemanes se impusieron por 0-1 en el último encuentro disputado en el viejo Wembley. Esa derrota puso fin al mandato de Kevin Keegan como seleccionador inglés y provocó el nombramiento de Sven-Goran Eriksson. Para el partido de vuelta, una victoria en el Olympiastadion muniqués, donde la Nationalmannschaft llevaba invicta desde 1973, debía suponer prácticamente la clasificación de los Tres Leones para Corea/Japón 2002.

1 de septiembre de 2001, Olympiastadion, Múnich, Alemania 1-5 Inglaterra

  • Goles: Carsten Jancker (6’) para Alemania; Michael Owen (12’, 48’, 66’), Steven Gerrard (45’+2’), Emile Heskey (74’) para Inglaterra

Como cabía prever, Alemania inició el partido con confianza, y Carsten Jancker abrió el marcador rápidamente. Pero unos minutos más tarde, Michael Owen estableció el empate. Revitalizados, los ingleses empezaron a creer en la hazaña cuando, justo antes del descanso, Steven Gerrard adelantó a los visitantes. Y la confirmación llegó a los tres minutos de la reanudación, con el segundo tanto de Owen tras servirle el balón de cabeza Emile Heskey. El delantero del Liverpool estaba en estado de gracia, y rubricó el triplete. La sorpresa se transformó en exhibición cuando Heskey encontró a su vez el camino del gol.

“Nunca vi a una selección de Inglaterra jugar tan bien. Había ritmo, agresividad, movilidad y técnica. Era un fútbol de ensueño. Cuando los ingleses marcaron su tercer tanto, empezaron a practicar un fútbol que habría liquidado a cualquier selección del mundo”, estimó Franz Beckenbauer. Cuatro días después, Inglaterra venció a Albania para colocarse primera por diferencia de goles. Alemania, segunda, parecía abocada a disputar la repesca.

⚔️ Inglaterra-Grecia, 2001: la redención de Beckham

Al darse el saque inicial, Inglaterra aventajaba a Alemania únicamente por la diferencia de goles al frente del Grupo 9. Los hombres de Sven-Goran Eriksson debían imponerse a Grecia para estar totalmente seguros de quedar por delante de sus rivales germanos.

6 de octubre de 2001, Old Trafford, Manchester - Inglaterra 2-2 Grecia

  • Goles: Teddy Sheringham (68’), David Beckham (90’+3) para Inglaterra; Angelos Charisteas (36’), Demis Nikolaidis (69’) para Grecia

Crecidos por su deslumbrante victoria por 1-5 en Alemania el mes anterior y su triunfo lógico frente a Albania, a los ingleses ni se les pasaba por la cabeza la idea de inclinarse ante una selección griega que había sufrido tres derrotas en sus tres desplazamientos precedentes. Pero los helenos cambiaron el guión abriendo el marcador pasada la media hora de juego. Con todo, cuando Teddy Sheringham restableció la igualdad a los diez segundos de saltar al campo, los Tres Leones pensaban haber vuelto a encarrilar la contienda, dado que aún les quedaban más de 20 minutos para poder marcar la diferencia.

Sin embargo, menos de un minuto después, la defensa local cedió ante Demis Nikolaidis. Así, Inglaterra llegó al tiempo añadido perdiendo por 1-2, y parecía condenada a la repesca. Fue el momento que eligió David Beckham para ejecutar su sexto lanzamiento de falta del encuentro, tras no haber tenido éxito con los cinco primeros. Beckham hizo respirar de alivio a todo el país introduciendo por la escuadra un disparo imparable. Al mismo tiempo, llegó la noticia de que Alemania no había logrado vencer a Finlandia: Inglaterra estaba clasificada para Corea/Japón 2002, y los alemanes se jugarían su destino en la repesca.

El gol de Beckham en los instantes finales no es suerte, es clase.

⚔️ Alemania-Ucrania, 2001: la mejor versión de Ballack

¡Precisamente, vamos a referirnos ahora a esa repesca! Tras su codo a codo con Inglaterra durante toda la liguilla, Alemania tuvo que contentarse con el segundo puesto, y disputar una eliminatoria a doble partido contra Ucrania para evitar perderse por primera vez en su historia una fase final mundialista por razones deportivas.

14 de noviembre de 2001, Westfalenstadion, Dortmund - Alemania 4-1 Ucrania

  • Goles: Michael Ballack (4’, 51’), Oliver Neuville (11’), Marko Rehmer (15’) para Alemania; Andriy Shevchenko (90’) para Ucrania

El combinado entrenado por Rudi Voeller estaba bajo presión, aunque hubiese logrado llevarse un 1-1 de Ucrania en la ida. Ya en el minuto 4, Michael Ballack cabeceó poderosamente a la red un centro milimétrico de Bernd Schneider (1-0). Siete minutos más tarde, Oliver Neuville amplió la ventaja a bocajarro. Y a los cuatro minutos del 2-0, un cabezazo de Marko Rehmer tras un córner botado por Neuville puso tierra de por medio. A la vuelta de los vestuarios, Alemania acentuó aún más su dominio. Neuville controló un espléndido pase de 40 metros de Schneider y centró para Ballack, que no perdonó y anotó el segundo en su cuenta. El gol marcado por Shevchenko en el minuto 90 solamente sirvió para que Ucrania salvase el honor.

Liderada por un Ballack en su apogeo, la Nationalmannschaft evitó la catástrofe y se clasificó para Corea/Japón 2002, donde alcanzó la final. Allí cayó derrotada ante Brasil… sin Ballack, sancionado por acumulación de amonestaciones.

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⚔️ Liechtenstein-Portugal, 2004: "El hazmerreír de Europa"

Para Liechtenstein, hacer sudar la gota gorda a una grande de Europa bastó para entrar en la historia del deporte nacional. El Principado vivió su momento de gloria en el camino hacia Alemania 2006.

9 de octubre de 2004, Rheinpark, Vaduz, Liechtenstein 2-2 Portugal

  • Goles: Franz Burgmeier (48’), Thomas Beck (76’) para Liechtenstein; Pauleta (23’), Daniel Hasler (39’, en propia meta) para Portugal

El guión parecía escrito de antemano. Los portugueses se instalaron en el campo contrario y, mientras, Liechtenstein se defendía como podía. Concretamente, no pudo hacer nada ante el centro del joven Cristiano Ronaldo hacia el ariete Pauleta. Al cabo de 23 minutos, el portero local Peter Jehle se preparaba para vivir una noche complicada… Y ese calvario pareció confirmarse a seis minutos del descanso, cuando un centro de Simão lo desvió Daniel Hasler al interior de su propia portería.

Pero a la vuelta de los vestuarios, los locales sorprendieron a los hombres de Luiz Felipe Scolari gracias a Franz Burgmeier, que aprovechó una asistencia de Thomas Beck. Faltaban 14 minutos por jugarse cuando el milagro se produjo. El pasador se transformó en goleador y permitió a la teórica cenicienta remontar dos goles ante los vigentes subcampeones de Europa. Al día siguiente, la prensa portuguesa no se lo perdonó a su Selecção das Quinas. Así, A bola titulaba “El hazmerreír de Europa”, señalando que, en Vaduz, “Portugal realizó una de las peores actuaciones de su historia, practicando un fútbol amorfo, sin espíritu y sin inspiración”.