sábado 02 abril 2022, 15:00

El recambio generacional: la fórmula de Ecuador para llegar a Catar

  • Ecuador, que no estuvo en Rusia 2018, clasificó a Catar 2022

  • Tuvo el promedio de edad más bajo de las Eliminatorias Sudamericanas

  • Gustavo Alfaro apostó por un recambio generacional encabezado por nombres como Caicedo, Hincapié y Plata

Dos episodios separados por pocos meses moldearon el futuro de Ecuador en 2019. La selección mayor venía golpeada. Había quedado afuera de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™ a pesar de haber ganado los primeros cuatro encuentros de la clasificatoria. Parecía que iba a desfilar y cayó antes de terminar la pasada. La eliminación dejó cicatrices. El plantel viajó a Brasil a jugar la Copa América para sanarse. No ganaron ningún partido. La salida en primera ronda solo agravó el diagnóstico. Meses después la selección Sub-20 se subió al podio en la Copa Mundial sub-20 Polonia 2019. Jamás habían estado entre las tres mejores selecciones de la categoría. Algunos nombres se destacaron. Gonzalo Plata, Diego Palacios y José Cifuentes aparecieron como juveniles listos. De pronto, lo que parecía tierra arrasada mostraba algunos brotes. El futuro debía ser de los jóvenes.

El futuro, sin embargo, necesitaba un nuevo líder. Gustavo Alfaro asumió como entrenador a diez días del debut de Ecuador ante Argentina. Él también venía herido: su paso por Boca Juniors no había terminado como quería. Aterrizó hambriento. Quería revalidar sus credenciales. Alfaro es un arquitecto que puede construir con pocas herramientas. Por eso lo eligieron: es un hombre capaz de diseñar un equipo con pocos días para trabajar con los futbolistas.

Alfaro y su cuerpo técnico desembarcaron en Quito con una convicción como guía: Ecuador precisaba hacer un recambio generacional para clasificar a Catar 2022. Fueron semanas de análisis antes de asumir para llegar a esa conclusión. En la búsqueda descubrieron que la elite de futbolistas ecuatorianos sufría una debacle sigilosa: ya no brillaban en Europa y ahora alternaban en ligas de menor exigencia. Había que cambiar. El grupo de trabajo de Alfaro empezó a ir a ver encuentros en los estadios de Ecuador. Viajaron por todo el país como una tribu nómade. Buscaban joyas. Querían ver futbolistas, pero sobretodo querían que los futbolistas los vieran a ellos. Los kilómetros no fueron en vano. Alfaro quedó deslumbrado por el talento que emergía de clubes como Barcelona, Emelec, Liga de Quito o Independiente del Valle. El rastrillaje también se extendió fronteras afuera. Miraron a los talentos que ya habían emigrado. Ecuador no acostumbraba a tener muchos futbolistas en Europa, pero algo había cambiado y en el exterior había realidades: Pervis Estupiñán brillaba en España, y Plata, el referente del linaje de bronce en Polonia, también se destacaba en Portugal. La solución podía ser confiar en ellos. Alfaro no cree que la edad sea un factor determinante para convocar a un jugador. Sabe que los jóvenes necesitan del sostén de los experimentados, y también sabe que el buen talento es capaz de imponerse. Así irrumpieron futbolistas como Piero Hincapié, Moisés Caicedo y el propio Plata, mientras que otros con más experiencia como Enner Valencia, Carlos Gruezo o Félix Torres ofrecen el contexto para que se destaquen. Había con qué cambiar.

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Las ideas de Alfaro y la dirección deportiva no quedaron en un bosquejo. Tampoco en conversaciones en las oficinas. Ecuador es el equipo con el menor promedio de edad de las Eliminatorias Sudamericanas. Sus futbolistas tienen una media de 26 años y 10 meses, la más baja del continente. También es el que alistó a más futbolistas menores de 20 años: jugaron seis chicos con menos de dos décadas de edad, y la cifra es un cambio de paradigma porque en el camino a Rusia no había jugado ninguno. No son hombres de relleno: esa franja etaria aportó tres de los 27 goles ecuatorianos que lo llevaron a ocupar uno de los cuatro cupos directos que tiene Sudamérica para jugar la Copa Mundial. En el interior de la Casa de la Selección en Quito creen que el secreto radica en haber hecho el recambio generacional que otros países de la región todavía no hicieron.

Ahora, se preparan para entrar en la historia: Ecuador será protagonista del partido inaugural de la Copa Mundial de Qatar 2022. El 21 de noviembre, en Lusail, los ojos del mundo mirarán a la Tri. Tiene con qué sorprender. Ecuador construyó un ensamble que parece ser la metáfora perfecta del nuevo mundo: jóvenes y experimentados que trabajan juntos por el mismo objetivo. El recambio está cerca de llevar a Ecuador a una Copa Mundial de la FIFA. La herida ya cicatrizó.