Dispuesto a seguir cumpliendo su larga lista de ambiciosas metas, Musa Al Taamari se afana en acumular experiencia y desarrollar sus cualidades tras un prometedor comienzo en su carrera futbolística. El joven extremo encarna las esperanzas de muchísimos jordanos, a quienes les encantaría verlo elevando el caché de su país en los grandes campeonatos internacionales; principalmente, claro está, en la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™.

Jordania, a la que sólo le restan tres encuentros en el Grupo B de la fase de clasificación asiática para Catar 2022, tendría que ganarlos todos para asegurarse el pase a la siguiente ronda. A los Nashama les aguardan sendas visitas a Kuwait (con la que están empatados a 10 puntos), Nepal y el líder del grupo, Australia (12 puntos), en lo que serán de hecho tres finales.

Los jordanos cuentan con su estrella Al Taamari y sus demás compañeros de selección profesionales para que aporten ese plus adicional al equipo y lo ayuden a acceder por segunda vez en su historia a la liguilla final de las eliminatorias asiáticas. La primera vez que Jordania llegó hasta allí fue en el camino a Brasil 2014. Es más, acabó alcanzando incluso la repesca intercontinental, donde cayó ante Uruguay.

“Sabemos perfectamente que no podemos permitirnos dejar escapar puntos”, afirma Al Taamari en relación a las eliminatorias. “Abordaremos cada partido con la intención de ganarlo. Confiamos en que rendiremos como siempre lo hemos hecho para conseguir la victoria”.

La próxima semana, Al Taamari y el resto de la plantilla acudirán a una concentración en Dubai, donde Jordania disputará sendos amistosos contra Irak y Siria. Será una oportunidad para volver a conjuntar al equipo, tras no haber disputado ningún partido internacional en meses debido al coronavirus.

Si nos basamos en sus buenas actuaciones y resultados obtenidos en la Copa Asiática 2019, los Nashama tienen potencial para resurgir con fuerza y mantener vivas sus esperanzas mundialistas. En dicho campeonato, Jordania derrotó a Australia y a Siria para encabezar su grupo de la primera fase.

“Acudimos a esa fase final decididos a mostrar nuestra fortaleza y a demostrar que teníamos mucho que ofrecer en los partidos contra las selecciones más grandes”, señala Al Taamari. “Lo que conseguimos en la primera fase nos dio mucha confianza de cara al futuro”.

Jordania podría haber llegado más lejos en tierras emiratíes, pero su eliminación en octavos contra Vietnam dejó una herida de la que el equipo y su cuerpo técnico pueden sacar lecciones. “Todo estaba yendo bien hasta ese partido. Fue uno de esos días en los que sientes que el fútbol no es justo contigo. No tuvimos suerte a la hora de materializar nuestras ocasiones o incluso nuestros penales [en la tanda]. Quizá desperdiciamos una oportunidad histórica para llegar lejos”, lamenta.

Aunque apenas tiene 23 años, Al Taamari luce una mentalidad madura y sabe exactamente lo que ha de hacer. Tras auparse al estrellato en la liga jordana con el Shabab Al-Ordon y el Al Jazeera, el joven extremo quiso acelerar su progresión. En el verano de 2018, se marchó al APOEL chipriota, donde firmó una primera temporada magnífica y ayudó al club de Nicosia a ganar la liga y la Supercopa de Chipre.

Es más, Al Taamari fue votado por los aficionados como el mejor jugador de la liga y como el mejor extremo izquierdo de la temporada 2018-19. Asimismo, fue incluido por varios expertos en el once ideal del año.

“Fue la temporada perfecta para mí”, recuerda. “Quería mostrar mi mejor versión y, gracias a Alá, tuve éxito. Con el APOEL alcancé nuevas cotas; especialmente, porque jugué en la Liga Europa y la Liga de Campeones de la UEFA. Cuando te enfrentas a grandes equipos como el Ajax y el Sevilla, que han ganado títulos europeos, sabes que estás compitiendo al máximo nivel”.

El pasado mes, Al Taamari se marchó a la liga belga tras fichar por el Oud-Heverlee Leuven. Y aunque ya se habían disputado ocho jornadas ligueras, enseguida se vio inmerso en partidos de relumbrón, enfrentándose al Anderlecht y al Brujas.

“Después de la liga chipriota, tenía que marcharme a una liga donde pudiera acercarme más al máximo nivel europeo. En Bélgica hay muchos clubes grandes que siempre participan en la Liga Europa y la Liga de Campeones. Pronto vi la diferencia entre Chipre y Bélgica. Aquí pasas más horas con tu club y tienes que acudir a dos entrenamientos diarios varias veces por semana”, observa.

Al Taamari quiere sacar el mayor provecho posible de su experiencia belga. “Tengo varios objetivos que quiero cumplir allí: desarrollar mis aptitudes físicas en cuanto a velocidad y distancia recorrida durante los partidos; ser capaz de desdoblarme en labores ofensivas y defensivas al mismo tiempo; y mejorar algunos detalles más que son importantes para todo futbolista profesional”, explica.

Al Taamari se ha ganado el apoyo de todos los jordanos en los dos últimos años. Ahora que milita en la liga belga, le seguirán con más atención todavía para ver lo que puede conseguir allí. Además de ser un embajador para el fútbol jordano en Europa, sigue siendo uno de los pilares fundamentales de su selección y alguien en quien se han depositado grandes esperanzas.