lunes 30 abril 2018, 08:53

La segunda oportunidad de Bryan Oviedo

  • Bryan Oviedo se fracturó una pierna meses antes de Brasil 2014

  • Se recuperó y contribuyó a la clasificación de los Ticos para Rusia 2018

  • “Los momentos tristes me han hecho más fuerte para el futuro”

Todas las familias tienen algún recuerdo especial de una Copa Mundial de la FIFA™. Bryan Oviedo se acuerda de que se levantaba a horas intempestivas para sentarse con su padre a ver jugar a Costa Rica en la otra punta del mundo durante Corea/Japón 2002. La familia Oviedo atesora con cariño hasta el día de hoy aquellos momentos tan preciados.

“Lo recuerdo claramente”, cuenta Oviedo a FIFA.com. “Mi padre me despertaba temprano y, antes de ir al colegio, veía con él los partidos. Era muy bonito. Costa Rica hizo un buen trabajo, aunque no consiguió superar el grupo”.

“Recuerdo muy especialmente el partido contra Brasil. Perdimos por 5-2, pero todos estábamos muy contentos porque nuestro equipo jugó muy bien. Con Ronaldo, Ronaldinho y Roberto Carlos, Brasil tenía un equipo fantástico”.

Doce años después, el ambiente en la casa de los Oviedo era muy diferente. Bryan había ayudado a su país a clasificarse para Brasil 2014, pero los Ticos llegaron a la fase final sin él. El entonces jugador del Everton se había fracturado la pierna seis meses antes del torneo y, en mayo de 2014, Oviedo admitió la derrota: no se recuperaría a tiempo para viajar al Mundial.

“Pasé momentos muy malos”, afirma. “Me acuerdo de que mi madre lloraba a veces. Diría que fue más triste para mi familia que para mí. Yo sé que el fútbol sigue y que tiras para adelante, pero tu familia no lo ve así”.

“Creo que tienes que continuar, mirarte a ti mismo y seguir haciéndolo todo bien. La única constante del futbol es que nunca se detiene. Tienes que seguir. De todas formas, me entristeció no viajar a aquel Mundial. No se trata de haber jugado o no, lo importantes es haber podido formar parte de aquel equipo que siempre se recordará en la historia de Costa Rica”.

Jugadas destacadas del partido de cuartos de final de Brasil 2014 entre Costa Rica y Grecia, donde los ticos se impusieron en los penales

Aquel equipo alcanzó los cuartos de final por primera vez en la historia de la nación, después de haberse aupado contra todo pronóstico a la primera posición de un grupo en el que se encontraban tres campeones del mundo. ¿Pudo Oviedo sacar fuerzas para ver los partidos?

“Fui comentarista en un par de encuentros. Me lo pasé muy bien, porque además era una experiencia nueva para mí. El resto lo vi con mi familia. Estuve apoyando a mi selección y al equipo desde Costa Rica, junto a los míos”.

Esos estrechos lazos familiares fortalecieron a Oviedo en la senda de la recuperación y, en última instancia, lo han estimulado en la trayectoria recorrida hacia un destino diferente: el camino a Rusia. El jugador del Sunderland desempeñó una labor decisiva en los clasificatorios para el Mundial, y formó parte del equipo que disputó el partido contra Honduras, en el que Costa Rica se aseguró el pase a Rusia 2018.

“Recuerdo haberme tirado al césped y dar gracias a Dios por aquella oportunidad”, comenta Oviedo entre sonrisas. “Después del partido, mi mujer y mi hijo bajaron al terreno de juego y disfrutaron de formar parte de aquello. Creo que es uno de los momentos en los que he sido más feliz. Los tristes recuerdos de Brasil 2014 me hicieron más fuerte para el futuro”.

Costa Rica

Ese futuro ya se vislumbra en el horizonte. El sorteo de Rusia 2018 emparejó a Oviedo y los Ticos con un antigua rival, Brasil, y con dos potentes equipos europeos, Suiza y Serbia.

“Sabemos que todos los grupos en un Mundial son difíciles, porque solo los mejores equipos del mundo se encuentran en él”, asegura Oviedo. “Sabemos que debemos estar preparados para enfrentarnos a cualquier rival. En 2014, jugamos contra Inglaterra, Italia y Uruguay. Éramos el país más pequeño, pero terminamos primeros del grupo”.

Hola, @herrera_fk. Gracias por tu pregunta y gracias por a Bryan Oviedo por su respuesta

El emparejamiento con la Seleção, pentacampeona del mundo, en la fase de grupos ha reavivado en Oviedo aquellos recuerdos de cuando era solo un niño que veía con su padre Corea/Japón 2002. Sin embargo, el lateral izquierdo opina que la nostalgia no tiene cabida en la mentalidad con la que su equipo se prepara para Rusia.

“En estos momentos, todo es nuevo. Aquello es el pasado. En aquel entonces [en 2002], posiblemente Brasil era demasiado poderosa para nosotros. Ahora mismo es potente, pero el fútbol está cambiando. Tenemos más jugadores con más experiencia. Pase lo que pase, haremos un buen partido porque, siempre que nos enfrentamos a Brasil y a los equipos grandes, solemos jugar realmente bien”.

Esa determinación y ese espíritu le han llevado a regresar con mucha más fuerza después de los malos momentos que pasó en 2014. Sin embargo, lo que más le ha ayudado ha sido el respaldo de su familia. Cuando el dorsal número 8 de los Ticos salte al terreno de juego en Samara para medirse con Serbia en junio, no solo representará a Costa Rica, sino a todo el clan Oviedo y, de paso, volverá a generar para ellos recuerdos muy felices de otro Mundial.

Aunque su madre lloró amargamente en el pasado, en esta ocasión no habrá más lágrimas, sino solo felicidad.