miércoles 23 marzo 2016, 09:08

Schaefer: "Jamaica es más que velocidad y músculo"

El seleccionador de Jamaica, Winfried Schaefer, habla de fútbol con una F mayúscula, pulsando todas las teclas del juego romántico: corazón, técnica y espíritu. Criado en los rigores del balompié alemán, Schaefer se ha labrado una carrera como técnico peregrinando por los confines más remotos del planeta y puliendo un fútbol refinado a partir de una materia prima en bruto, a veces tosca.

“¡No!. No somos un equipo fuerte”, declaró a FIFA.com en relación a su selección jamaicana, que goza de un espléndido resurgir. “En nuestra Jamaica, no se trata de tener fuerza. Tenemos una técnica que muchos en la región no entienden. Somos más que velocidad y músculo”.

Los ojos de Schaefer arden de intensidad cuando está enfadado, y a menudo se enfada junto a la línea de banda. El técnico de 65 años se ofende cuando alguien critica a su equipo. Da la sensación de que este hombre, que parece un mago con su mata de pelo largo y canoso, tiene una misión. Cuando habla de sus Reggae Boyz, lo hace en plural, utilizando pronombres como “nosotros” y “nos”. Se siente parte de lo que está pasando, y se ha ganado el afecto de la población de la pintoresca isla caribeña.

Más miga de lo que parece Schaefer, que ganó una Copa de la UEFA y una Bundesliga con el Borussia Moenchengladbach a lo largo de sus 20 años como jugador, rechaza la idea de que sus hombres no tengan más que simple físico y ritmo. “No se gana a Estados Unidos en su casa con fuerza bruta”, aseveró, recordando la semifinal de la Copa Oro de la CONCACAF 2015, en la que su selección fue mejor que las Barras y Estrellas en Atlanta, imponiéndose por 2-1. “El fútbol no funciona así. Lo sé porque llevo mucho tiempo en este deporte, y lo he visto por todo el mundo”.

El técnico germano celebró desaforadamente la histórica victoria sobre los norteamericanos con la que Jamaica se plantó en su primera final de la máxima competición de la CONCACAF. Su sucesión de hashtags y admiraciones en Twitter evidenció un entusiasmo juvenil que no ha disminuido después de todos estos años.

“Echamos luz sobre Jamaica con esa victoria”, resaltó, todavía orgulloso, todavía inspirado. Sin duda, tiene una fe plena en su equipo, que a finales de este mes entablará un doble duelo contra Costa Rica (en casa y fuera) correspondiente a la fase de clasificación para Rusia 2018.

En su carrera como entrenador, Schaefer ha recorrido cuatro continentes. Recientemente llevó las riendas de Tailandia en el sureste de Asia, tras haberse curtido en la presión de las competiciones europeas con el Karlsruher y el Stuttgart. Entre medias, llevó a Camerún a conquistar una Copa Africana de Naciones y a clasificarse para un Mundial. Sumando sus etapas de jugador y técnico, Schaefer lleva en el fútbol casi 45 años.

“Cualquier selección cometería un error si al mirarnos nos viese como un problema sencillo”, afirmó en relación a los próximos clasificatorios mundialistas, y también a sus rivales en la Copa América del próximo junio: México, Uruguay y Venezuela. “No somos México ni Estados Unidos, somos Jamaica. Esa es la realidad. Tenemos un espíritu fuerte. No se puede ganar a mis chicos en espíritu”.

Schaefer suele presumir de haber construido a esta selección de Jamaica en un año. Se trata de una exageración derivada de su personalidad, pero sólo en parte. Cuando llegó a la isla en 2013, la selección nacional estaba estancada. El germano hizo debutar como internacionales a más de una docena de jugadores, y atrajo a talentos de las primeras divisiones de Inglaterra y Estados Unidos.

La inspiración del Leicester City El nuevo capitán de Jamaica personifica la confianza y el profesionalismo crecientes en el equipo. “Todos estamos orgullosos de lo que está haciendo Wes Morgan en Inglaterra”, destacó Schaefer, en referencia al coloso que comanda la defensa de Jamaica con una formidable fuerza tranquila. Morgan también capitanea al Leicester City –el sorprendente líder de la Premier League inglesa–, y ha aportado garra y experiencia a una selección jamaicana que había perdido el rumbo desde que se clasificó para su primer y último Mundial, en Francia 1998.

“ es una fuente de inspiración para los jóvenes que van saliendo en la isla”, continuó Schaefer. “Forma parte de la principal noticia del fútbol ahora mismo, y no se puede subestimar lo que significa que un jugador como él se ponga la camiseta de Jamaica”.

Schaefer se apresuró a elogiar asimismo a Alvas Powell, que ganó la pasada Major League Soccer con el Portland Timbers. Giles Barnes, que causara sensación con la selección inglesa sub-19, Adrian Mariappa (Crystal Palace), Jobi McAnuff y Darren Mattocks también son figuras destacadas en un equipo que, según insiste Schaefer, ya no “vive del pasado”.

La última selección de Jamaica que acudió a un Mundial era una mezcla de jugadores nacidos en el extranjero, afincados en el extranjero y de cosecha propia; y con una mano firme al timón. Ese equilibrio había resultado muy difícil de conseguir en las dos últimas décadas.

Pero Schaefer, que cree de verdad en el poder redentor del fútbol, está confeccionando un equipo conjuntado. Está implantando un “nosotros” y un “nos”. “Llevo en esto mucho tiempo”, insistió, sonriendo. “No es el mejor jugador el que gana algo, no. Es el mejor equipo el que consigue grandes cosas. Ahora tenemos un equilibrio. Estamos fortaleciéndonos mutuamente”.