Las crónicas futbolísticas dirán que Japón consiguió su sexta clasificación consecutiva para la Copa Mundial de la FIFA™ a falta de un partido por disputar, tras afianzarse este jueves en el primer puesto del Grupo B de la competición asiática con una victoria por 2-0 sobre Australia en Saitama.
Pero ha sido una campaña en ocasiones complicada que ha arrojado resultados muy dispares bajo la batuta de Vahid Halilhodzic. El técnico bosnio accedió al cargo de seleccionador de Japón solo tres meses antes del comienzo de la eliminatoria a Rusia 2018 y a raíz de la decepcionante trayectoria en la Copa Asiática de la AFC 2015, donde los japoneses defendían el título. De hecho, los márgenes estaban tan ajustados en lo alto del Grupo B que, de no haberse impuesto a Australia el jueves, Japón habría tenido que jugárselo todo a una carta en el partido contra Arabia Saudí de la semana que viene.
Rememoramos este sinuoso camino que ha convertido a Japón en la tercera selección, tras Brasil e Irán, que se clasifica para Rusia 2018, donde también esperan los anfitriones.
La trayectoria El camino de los de Halilhodzic en los clasificatorios empezó con más pena que gloria. El primer partido se saldó con un decepcionante empate 0-0 en casa contra la humilde Singapur. Sin embargo, Japón volvió a encontrar el ritmo y se impuso en sus siete encuentros restantes de la segunda ronda sin encajar ningún gol. En la tercera ronda, Japón empezó de nuevo con mal pie en Saitama, en esta ocasión con una derrota por 2-1 a manos de Emiratos Árabes Unidos. Aunque también se anotó empates 1-1 a domicilio contra Australia e Irak, y el registro de seis victorias en nueve encuentros le ha bastado para conquistar el pase.
Jugadores Como ya hizo con Argelia en el Mundial de 2014, Halilhodzic no dudó en introducir rotaciones en el equipo ni en sentar en el banquillo a las grandes estrellas. Los tres máximos goleadores del combinado durante la competición preliminar de Rusia 2018, Shinji Okazaki, Shinji Kagawa y Keisuke Honda, quedaron fuera del choque decisivo contra Australia.
Los jugadores nuevos que saltaron a la palestra fueron el delantero Genki Haraguchi, autor de cinco goles, y su compañero en ataque Yuya Kubo, mientras que en el equipo se mantenían dos de los pilares fundamentales, el veterano capitán Makoto Hasebe y Maya Yoshida.
El dato Halilhodzic ha aportado pragmatismo a la fluidez natural del juego japonés, como demuestra el registro de goles. Aparte de las victorias por 4-0 y 2-0 contra Tailandia, Japón se ha anotado solo 11 tantos en siete encuentros de la tercera ronda. No obstante, el jueves puso fin a un maleficio con su victoria contra Australia, la primera que logra contra los Socceroos en los ocho partidos directos entre ambos equipos en el Mundial, que se remontan a 1969.
La frase “Ningún jugador tiene asegurado el puesto en el equipo. Si se mira desde un punto de vista positivo, esto significa que todos tenemos posibilidades”. Makoto Hasebe, capitán de Japón.
La fase final Con seis fases finales consecutivas ya aseguradas desde que debutó en Francia 1998, Japón se encuentra por detrás tan solo de un grupo muy selecto de naciones que poseen récords de participaciones sucesivas en el torneo. Ahora se fijará el objetivo de mejorar el pase a octavos de final logrado en 2002, y de nuevo en 2010, donde Paraguay tuvo que recurrir a la tanda de penales para eliminar a los japoneses.