domingo 31 mayo 2020, 06:57

La historia de los balones mundialistas

"El secreto del fútbol es el balón", declaró en su día el legendario futbolista alemán Uwe Seeler. Y dijo exactamente lo que pensaban millones de aficionados, porque, a fin de cuentas, el fútbol es el deporte más popular del mundo.

Por eso la Copa Mundial de la FIFA™ es uno de los mayores eventos deportivos que existen. Pelota, cuero, esférico... Hay muchísimas maneras de referirse al objeto más importante del fútbol, y dichos como "cuando el balón no quiere entrar..." son de sobra conocidos.

Desde la fase final de la Copa Mundial de 1970, el fabricante de material deportivo adidas es el responsable del balón oficial del torneo. ¿Y anteriormente? En la edición inaugural de 1930, se jugó cada mitad de la final del Mundial con un balón distinto, ya que las dos selecciones finalistas llevaban el suyo propio. En las ediciones posteriores se recurrió principalmente a los balones que proporcionaba el país anfitrión.

Nace el Telstar

Si bien en aquellos primeros años los balones de cuero se componían básicamente de doce piezas, la final de la Copa Mundial de 1954 se jugó con un balón de 18 piezas, modelo que se empleó en diferentes versiones hasta 1966.

La evolución de la pelota fue constante a lo largo de los siguientes años. Los expertos estaban empeñados en dar con el balón perfecto. Hace 50 años, en México, empezó la era adidas. Y, por primera vez, se bautizó el balón: su nombre fue Telstar. Sus 32 piezas especiales de cuero hacían de él el balón más redondo de su tiempo.

Su nombre procede de su estatus como estrella de la televisión. Fue, además, el primer balón cuyo diseño incluía piezas negras, característica que permitía distinguirlo mucho mejor en los televisores en blanco y negro de aquel entonces. El Telstar cambió para siempre el diseño de los balones de fútbol.

Un balón colorido en Francia

Al Durlast le siguió el Tango, en 1978. Era un balón tan avanzado para la época que sirvió de patrón para las cinco siguientes ediciones de la Copa Mundial. Eso sí, con Tango España (1982) empezó la era de los balones sintéticos. Aunque hecho en su mayor parte de cuero, se convirtió en un producto de tecnología punta gracias a su capa de poliuretano impermeable. Sus sucesores fueron Azteca, Etrusco y Questra.

El Tricolore de 1998 fue el primer balón de colores. Las fases finales de la Copa Mundial de 2002 y 2006 contaron con la presencia del Fevernova y el +Teamgeist, dos balones revolucionarios: más redondos, precisos y consistentes.

Impossible is nothing

El Jabulani, compuesto solamente de ocho placas sintéticas, llegó a Sudáfrica con el objetivo de dar suerte y goles a las selecciones participantes. De este modo, adidas consiguió hacer del undécimo balón oficial de la Copa Mundial de la FIFA el más estable y preciso que se había fabricado hasta la fecha.

Le siguió el brazuca, una verdadera innovación en cuestión de estructura del balón. La simetría única de sus seis segmentos idénticos y la novedosa estructura de la superficie dotaron al esférico de una mayor manejabilidad, adherencia, elasticidad, estabilidad y aerodinámica.

Casi medio siglo después del primer Telstar se presentó en Rusia el último balón de nuestro viaje por la historia mundialista, el Telstar 18, con un cuerpo totalmente nuevo, tecnología punta y elementos sostenibles, como su embalaje hecho de material reciclado.

Además, incorporaba un chip NFC, que permitía a sus usuarios interactuar con el balón a través de sus teléfonos móviles. Esta experiencia personalizada y localizada aportaba detalles específicos de cada balón y daba acceso a diversas pruebas en las que los usuarios pudieron participar en la antesala de la Copa Mundial de la FIFA™.

"El Telstar original es el balón más legendario de todos los tiempos, porque cambió para siempre el diseño de los balones. Para nosotros, desarrollar el nuevo Telstar 18 manteniéndonos lo más fieles posibles al original ha sido un reto apasionante. La novedosa estructura de las placas, así como la integración del chip, ha llevado la innovación y el diseño de los balones de fútbol a otra dimensión, y ofrece una experiencia completamente nueva tanto a los usuarios como a los futbolistas", indicó Roland Rommler, director de categoría de productos de hardware futbolístico de adidas, en su presentación.

Habrá que seguir muy de cerca cómo evolucionan los balones de fútbol en el futuro, porque no olvidemos que impossible is nothing.