Por cómo celebraron su victoria ante Italia este miércoles en Gdynia, parecería que los ecuatorianos habían ganado el Mundial. Y lo cierto es que para un país que nunca se había aupado al podio en un torneo mundialista, esta medalla de bronce sabe a oro.

El héroe del encuentro se mostró exultante cuando lo entrevistó FIFA.com. “Lo primero en lo que pensé es que Dios es grande. Y yo también, claro (risas)”. Aun así, el zaguero, que no estuvo entre los titulares de la Tricolor durante su campaña rumbo al título continental, había tenido una competición mundialista frustrante.

“El entrenador no tomó esa decisión por mis actuaciones, sino por razones tácticas”, señaló. “Además, tenía una pequeña lesión en el tobillo derecho, así que no estaba al 100%”. Jorge Célico recuperó su confianza en él para este viernes, dándole entrada a la hora de juego en sustitución del capitán, Jhon Espinoza.

La figura del encuentro todavía no es plenamente consciente de la repercusión que habrá tenido su gol. “Me han llegado muchísimos mensajes de mi familia. Están esperándome para celebrarlo”. Y que nadie dude que es todo un país quien lo espera, a él y a sus compañeros, para festejar este logro histórico del fútbol ecuatoriano, que elogio el propio presidente en Twitter.