A priori, es el partido de los extremos: este 2 de noviembre en Goiania, Francia, primera del Grupo C con 2 victorias y ya clasificada para octavos, se enfrentará a Haití, que cierra el cuarteto con 2 derrotas y busca un milagro para acceder a la segunda fase de Brasil 2019.

Pero en realidad, a la vista de la historia, este encuentro es más que eso, dado que la nación de Haití es una antigua colonia francesa, nacida de una rebelión de esclavos, que ha mantenido un vínculo de afecto inquebrantable con la antigua metrópoli. Y algo similar ocurre a la vista de la pequeña historia de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA, ya que, contra Francia, Haití obtuvo su único punto en la competición hasta la fecha. Sucedió en Corea 2007.

“Recuerdo muy bien ese campeonato y ese partido en concreto. Pero es hoy cuando me doy cuenta de la importancia que pudo tener ese empate para Haití”, cuenta Hervé Bazile, actual extremo de los Granaderos, pero que en aquel entonces jugaba con los Bleuets.

“En lo que a mí respecta, jugaba contra mis raíces, contra la tierra de mis ancestros. Lógicamente, era algo intenso y especial para mí”, continúa. “Tengo el recuerdo de un partido agradable; muy duro y disputado. Yo seguía la trayectoria de Haití a distancia, observando sus avances y los valores que desprendían durante ese campeonato. Era un equipo de guerreros. ¡Me conquistó!”.

Fredler ‘Bijou’ Christophe, capitán de la selección sub-17 de Haití, menciona a Hervé Bazile como su jugador preferido entre los Granaderos*

Salta a la vista que Haití ha conservado esos valores. Los Granaderos, voluntariosos, combativos y ofensivos, han luchado hasta la extenuación para intentar arrancar un punto en esta competición. Pero ha sido en vano… Ahora, dependen de que una hazaña contra los franceses pueda meterlos entre los clasificados para la fase de eliminatorias.

“¿Ganar a Francia? Yo no lo vería como una ‘hazaña’, dado lo mucho que ha progresado el fútbol haitiano en los últimos años”, analiza Bazile. “No hay que meterse presión: es necesario que el equipo juegue sus opciones con gallardía. Sean uno o tres puntos, estaría muy bien que consiguiese firmar un resultado positivo: eso traería mucha felicidad a los haitianos y recompensaría todo el trabajo realizado”.

Y ese trabajo va mucho más allá de los sub-17. En realidad, atañe tanto a las selecciones masculinas como femeninas, y a todas las categorías de edad. Los resultados están ahí: además de la clasificación para Brasil 2019, el país logró acceder a la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2018. Más recientemente, Bazile y sus Granaderos rompieron los pronósticos alcanzando las semifinales de la Copa Oro de la CONCACAF.

“El país y la federación, efectivamente, han dedicado muchos esfuerzos para que el fútbol progrese a todos los niveles: clubes, selección nacional, infraestructuras, formación, etc.”, confirma el jugador del Le Havre. “Actualmente, el balompié ocupa un lugar importantísimo en el país. Se nota que hay una evolución, que se va hacia arriba. Verdaderamente, tengo la sensación de que se está reduciendo la brecha con las grandes naciones del fútbol”.

Y precisamente, Francia, campeona mundial, es una de ellas. Por eso se trata de una ocasión ideal para ver en qué posición se encuentra la selección insular: “Sí, y más allá de la historia que une a nuestros países, jugar contra Francia es algo especial para cualquier nación”, confirma Bazile.

“Es una grande del fútbol. A la fuerza, es un partido agradable de jugar, donde uno tiene ganas de superarse. Tengo curiosidad por ver el resultado”, añade, sin atreverse a dar un pronóstico: “No, lo siento, no voy a arriesgarme: ¡que gane el mejor!”, concluye.