Cuando el 8 de abril de 2002 Alipio Duarte vio nacer a su hijito, no lo dudó. Paraguayo, pero admirador de Diego Maradona y de River Plate, lo bautizó como soñaba: Diego Ariel Duarte. Por el 10 y por un ídolo de River, Ariel Ortega.

El niño nació bendecido por los astros del fútbol y aquí está, 17 años después, siendo cabeza de área del sueño de Paraguay de llegar lejos en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Brasil 2019. Por lo pronto, han ganado el Grupo F y se medirán a Argentina en octavos de final.

“Este grupo se merece esto y mucho más”, le dice Duarte a FIFA.com, todavía sudada la albirroja 9 por la victoria ante Italia por 2-1. El tanto del empate fue suyo, el segundo en el certamen.

“El equipo estuvo muy unido en todo momento. Nuestra clave es el orden, la disciplina que tenemos en cada momento. Es un plan que llevamos adelante”.

Como en el Sudamericano Sub-15 2017 y el Sub-17 de este año, ese plan incluye los goles de Duarte, que ya trabaja con el plantel principal del gigante Olimpia. En Brasil todavía está arrancando: fue baja durante más de un mes por una lesión de tobillo. Recién ante los italianos pudo completar sus primer partido completo. Pero su aporte es vital.

“Todavía le falta, pero es muy importante en nuestro equipo, por eso lo trajimos pese a la lesión”, cuenta el seleccionador, Gustavo Morínigo. “Es muy peleador, sale muy bien a jugar. Le falta un poco la arremetida del 9, pero lo sabe suplir con buenas presencias en el área. Es muy oportunista”.

Los datos avalan a Morinigo. DD, como se lo conoce a Duarte, fue goleador en todas las categorías de Olimpia desde que llegó a los 10 años. También en la selección celebra seguido.

¿Por qué esa facilidad para convertir? “Por estar en el lugar indicado, por buscar siempre eso. Un nueve sin goles no sirve, jaja”, se festeja DD. “Hay mucho de intuición y también mucha práctica, como lo venimos haciendo en Ypané. Ahora es momento de mostrar todo eso”.

Papá Alipio, que lo siguió desde la tribuna del Estadio Bezerrão de Brasilia, revela uno de las grandes aspiraciones de Diego. “Él siempre dice que quiere ser Roque II”. Roque es Roque Santa Cruz, el máximo goleador histórico de la selección paraguaya. “Roque es un emblema por todo lo que consiguió, es un emblema de la selección. Me gustaría seguir su camino”, admite Duarte.

¿Y Maradona y Ortega? “Eran los ídolos de mi padre. Me gustan mis nombres. Además siempre trato de ver a los mejores para tratar de ver algo de ellos y crecer futbolísticamente”.