domingo 14 octubre 2018, 02:37

Rufino, de La Masía a una semifinal olímpica

  • El argentino es el primer extranjero que vive en La Masia

  • Hizo dos goles en la goleada que llevó a Argentina a semis

  • "Compararme con Messi es irreal", dice el 9 albiceleste

Se fue a probar a La Masia, el FC Barcelona predijo talento y lo contrató, es argentino, zurdo... La historia se cuenta sola, las mentes de paralelismo fácil vuelan alto, pero Santiago Rufino se protege en su mundo particular y, en vez de tirar la pared, esconde la pelota y cambia de frente.

"No me molesta que me comparen pero no le doy bola porque es algo irreal. No me pueden comparar con Messi porque no tiene nada que ver mi historia con la de él. ¡Ni el deporte! Dejo que hablen nomás”, le dice a FIFA.com todavía sudado de esfuerzo y placer.

Argentina acaba de golear 12-2 a Panamá y es semifinalista del Torneo Olímpico Juvenil de Fútsal Buenos Aires 2018, su torneo. Necesitaba ganar por 6 goles para clasificarse y lo hizo por 10 después de sufrir primero y encontrar la manera de gozar, después.

Rufino, 18 años, formado de base en uno de los grandes clubes históricos del fútsal porteño como Pinocho, el pibe clave que se perdió el primer partido por una lesión en el cúbito derecho, ayudó con dos tantos en un partido a rebosar de hinchas.

“Nunca viví algo igual. Para mí esta es una experiencia única. Nunca había estado en unos Juegos Olímpicos, nunca jugué con tanto público como en estos partidos. Lo de la gente es increíble. Es una experiencia única y la quiero disfrutar al máximo”.

Los Juegos, para los que se prepara desde hace dos años como el resto de sus compañeros, le llegaron en un momento muy particular: viene de hacer la pretemporada con el primer equipo del Barça y disputar algunos minutos en amistosos aunque su lugar es el Barcelona Lassa B, el filial que juega en la Segunda División de la Liga española.

En diciembre del año pasado sonó su teléfono móvil. Jordi Torras, excapitán de la selección española y actual director formativo del fútsal blaugrana, lo invitó a unas pruebas. Gustaron sus condiciones como ala derecho a pie cambiado y quedó. Viajó recién tres meses atrás pero con una promesa: estaba liberado para volver a competir en Buenos Aires 2108.

¿Hubo tiempo para que volviera ya como un jugador algo diferente? “Capaz que sí pero no me doy cuenta. Creo que estoy haciendo el mismo juego que hice siempre. Algunos detalles sí los ajusté allá. Tal vez ser un jugador más adulto, no ser un chico que tiene un partido bien y otro mal. Creo que esos errores ya no los estoy teniendo”.

A Argentina se le viene una semi durísima nada menos que ante Brasil y va a necesitar de la mejor versión del Rufino que enamoró al Barcelona. Él prefiere minimizar el clásico y ponderar la instancia: “Es un rival más, tal vez [genere] un poco más de ganas de jugarlo por cómo se vive todo pero es una semifinal y nosotros vamos a ganarla sea el rival que sea”.