Lindsay Tarpley y Ryan Nelsen protagonizaron carreras llenas de momentos de gran presión que siempre supieron solventar. Y este miércoles les espera una tensión de otro tipo, ya que serán los encargados de extraer los nombres de los bombos para determinar los grupos de los Torneos Olímpicos de Fútbol masculino y femenino.

Estos dos exfutbolistas tienen el perfil idóneo para participar en este importante hito rumbo a Tokio 2020. Tarpley ganó dos medallas de oro con la selección femenina de Estados Unidos, en Atenas 2004 y Pekín 2008. Del primer torneo se recuerda especialmente el gol con el que inauguró el marcador en la final.

Nelsen fue el capitán de Nueva Zelanda en su primer Torneo Olímpico de Fútbol masculino, en Pekín 2008, donde los suyos igualaron en su debut ante la selección anfitriona, la RP China. Dos años más tarde, en Sudáfrica 2010, también luciría el brazalete del combinado de su país que sumó su primer punto en una Copa Mundial de la FIFA™, al igualar a 1-1 frente a Eslovaquia, y en Londres 2012 hizo lo propio de nuevo con los Oly-Whites, que terminaron con un punto, tras hacer tablas contra Egipto.

En la actualidad, ambos dedican su tiempo a entrenar y a criar a sus respectivos hijos. Nelsen confiesa que ahora disfruta como aficionado, aunque bromea sobre las circunstancias de la vida después de colgar las botas.

“El mundo real es un poco diferente a cuando jugaba al fútbol profesional”, asegura. “Se hace raro que haya que pagar por hacer ejercicio en el gimnasio y cosas así, ¡es indignante!”.

En cuanto a Tarpley, además de procurar guiar a su hijo y a su hija dentro de la cancha, se lanzó a emprender, ya que puso en marcha una empresa con otras exjugadoras: “Es divertido ver cómo el fútbol va determinando tu vida. Te das cuenta de que eres quien eres gracias a esas experiencias”.

Y hablando de esas experiencias en sorteos oficiales, será Tarpley quien guíe a Nelsen esta semana, puesto que ella ya participó en el sorteo de los clasificatorios olímpicos femeninos de la Concacaf 2020, en otoño de 2019. “Yo, en esto, lo que haga Lindsay”, dice el neozelandés. “¡Estoy muerto de miedo! ¡Ya se sabe que tropiezo y siempre se me cae todo (risas)!”.

Ambas leyendas soñaban con ser deportistas olímpicos de niños, en sus respectivos países. En el caso de Nelsen, sobre todo, pensaba que era un sueño que nunca se haría realidad.

“De niño, cuando veía los Juegos Olímpicos, los sentía como algo demasiado lejano y de otro planeta”, afirma. “Fue increíble que se hiciera realidad. No puedo expresarlo con palabras. No pensaba que pudiera ocurrirme. De repente te encuentras con que habrás sido deportista olímpico toda tu vida. Eso no nos lo puede quitar nadie”.

En su infancia, Tarpley admiraba a estrellas como Mia Hamm, Julie Foudy, Joy Fawcett y Tisha Venturini, las pioneras que abrieron el camino y de las que tuvo la suerte de acabar siendo compañera de equipo: “Las experiencias que aprendí dentro y fuera de la cancha con ellas siguen sirviéndome en la vida”.

Tarpley pasó de ver los Juegos Olímpicos de pequeña a pasar de mayor su medalla de oro por el detector de metales del aeropuerto junto a las futbolistas que habían sido sus referencias.

Nelsen dice: “Bueno, nosotros ganamos algunas medallas de oro menos que Estados Unidos (risas). Para cualquier neozelandés, llegar hasta allí era un gran logro. Competir contra los mejores del mundo, en términos generales, ya era una superación. Los jugadores y las jugadoras demostraron todo el esfuerzo que habían hecho de pequeños, cuando aún estaban en la escuela, alcanzaron sus sueños, así que eso es algo muy especial”.

Nelsen también menciona la “pureza de los Juegos Olímpicos, sin la carga del comercialismo” y a que “vienen del alma, como las Copas Mundiales de la FIFA”, mientras que Tarpley destaca el “sentimiento de unidad” que promueven.

Todos los deportistas olímpicos dirán que las ceremonias de inauguración y clausura son inolvidables, y con razón, pero lo que hace únicas a las Olimpiadas es que reúnen en un mismo lugar a atletas de diferentes disciplinas. Tarpley cita el momento de unión que supuso representar a su país junto a todo tipo de deportistas.

En el caso de Nelsen, hubo un encuentro con una estrella del tenis que nunca olvidará.

“Recuerdo que vi a Roger Federer en Pekín y me quedé mirándolo casi como lo haría un acosador. Fue muy embarazoso. Él se dio cuenta de que lo estaba mirando demasiado. Fue un momento incómodo y electrizante, seguramente él pensó que lo iban a matar, y yo me quedé absolutamente anonadado. No podría jugar al tenis ni aunque mi vida dependiese de ello, pero ese hombre es una leyenda viva”.

Tanto Nelsen como Tarpley prestarán especial atención a lo que depare la fortuna a sus países durante el sorteo. La selección masculina neozelandesa disputará en Tokio sus terceros Juegos Olímpicos, mientras que la femenina estadounidense tiene cuatro medallas de oro en su palmarés y aspira a mejorar en Tokio el registro de Río 2016, edición en la que cayó eliminada en cuartos de final.

“Nueva Zelanda tiene varios jóvenes muy buenos”, advierte Nelson. “En mi época la mitad del equipo eran amateurs y ahora son todos profesionales, así que es un buen comienzo para Nueva Zelanda. Lo bueno de ser de Nueva Zelanda es que no hay ninguna expectativa, ahí radica nuestra ventaja”.

“En cuanto al sorteo masculino, fijándonos en las selecciones, va a ser interesante y estará muy reñido. Hay varios pesos pesados, pero creo que algunos de los modestos van a dar la campanada. Y ojo a Liberato Cacace. Creo que dentro de un par de años puede estar entre los mejores laterales izquierdos de Europa. Es un chico que tiene muchísimo talento”, pronostica.

La selección femenina de Estados Unidos, por su parte, dista de figurar entre los modestos. De hecho, se espera de ella que se cuelgue su quinta medalla de oro en Tokio 2020.

“Creo que es importante que se centren en lo que les espera”, señala Tarpley. “Me gusta mucho el juego que practican. Táctica y técnicamente, tienen un talento increíble, así que va a ser interesante ver a quiénes acaba convocando Vlatko en la lista definitiva de 18 y ver cómo se compenetran”.

“Tengo muchísimas ganas de volver a verlas jugar. El fútbol femenino ha progresado mucho en todo el mundo. Los Juegos Olímpicos van a ser una gran plataforma para que brillen de verdad”.

“Estados Unidos tiene un gran liderazgo de veteranas, pero también hay muchas jóvenes que vienen pisando fuerte, y un par de ellas en las que me fijaría son la central Abby Dahlkemper y la delantera Sophia Smith”.

Los aficionados de todo el globo y las delegaciones de las 28 selecciones tendrán la oportunidad de seguir el sorteo desde casa a través del canal de YouTube de la FIFA, Twitter (@FIFA.com), Facebook, Weibo y WeChat (FIFAOfficial). El programa será transmitido en directo, a cargo de la presentadora de televisión y periodista británica Samantha Johnson, actual presentadora y corresponsal de deportes de TRT World, con sede en Estambul, acompañada de las FIFA Legends Tarpley y Nelsen, asistentes del sorteo, junto con Jaime Yarza, director de Torneos de la FIFA, y Sarai Bareman, directora de Fútbol Femenino de la FIFA, que dirigirán los sorteos masculino y femenino respectivamente.