Gracias a su solvente victoria por 3-1 sobre Japón, México conquistó la medalla de bronce en el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino Tokio 2020. Después de colgarse el oro en 2012, el Tri ya tiene su segundo metal olímpico.

México 3-1 Japón Saitama

México no tardó en demostrar hacia dónde quería dirigir el encuentro. Con un poderoso cambio de ritmo, Alexis Vega se deshizo de varios rivales y se internó en el área, donde fue derribado por Ao Tanaka. Córdova no desaprovechó la ocasión, engañó a Kosei Tani y su lanzamiento desde los once metros se coló junto al poste izquierdo del arco.

Apenas unos minutos después, y a balón parado, el propio Córdova centró la pelota al área pequeña, sorprendió a la defensa japonesa y Vásquez subió el 2-0 al marcador con un potente cabezazo.

A continuación, Japón empezó a hilvanar jugadas en las inmediaciones y en el interior del área rival, pero su primer remate entre los tres palos no llegó hasta la segunda mitad. Tras el paso por vestuarios, el combinado nipón se mostró algo más peligroso, y un cabezazo de Ritsu Doan se marchó ligeramente desviado.

Córdova, de 24 años, se consagró poco después como el mejor jugador sobre el césped: botó un córner al corazón del área japonesa y Vega hizo el 3-0 con un fabuloso remate de cabeza. Uriel Antuna y Henry Martín dispusieron posteriormente de buenas ocasiones para ampliar la ventaja de los mexicanos.

A falta de quince minutos para el final, el sustituto Kaoru Mitoma anotó el gol del honor para los anfitriones, que desaprovecharon alguna que otra ocasión en los últimos instantes.

Los dos goles de cabeza de México fueron tan sencillos como bonitos, precisos y potentes, y el arquero japonés Kosei Tanino pudo hacer nada por evitarlos. En cualquier caso, el cabezazo de Vega merece una mención especial: tras un córner bien botado por Córdova, el mexicano pareció quedarse suspendido en el aire y, desde doce metros, envió el cuero al fondo de la red.

Córdova ya sabía lo que era marcar goles y dar asistencias en la liga mexicana, tanto en el Apertura como en el Clausura, pero hoy brilló con luz propia en Saitama. Fue el encargado de ejecutar las jugadas a balón parado de su equipo y, en apenas una hora, conquistó su particular triplete olímpico: primero marcó de penal, después dio una asistencia al botar una falta y, por último, dio un pase de gol a la salida de un córner.

Antes del descanso, Japón combinó demasiado en las inmediaciones del arco mexicano, pero apenas intentó finalizar las jugadas. Sin embargo, en la reanudación, cambió el chip y buscó la portería contraria desde todos los ángulos. Eso sí, los anfitriones no estuvieron demasiado acertados, puesto que de los19 disparos que probaron finalmente, solo cinco fueron entre los tres palos.