sábado 24 julio 2021, 08:47

Malepe: entre el deseo de rendir en Tokio y el recuerdo de Río de Janeiro

  • Tercious Malepe es el capitán de Sudáfrica en Tokio 2020

  • La cuarentena por COVID-19 afectó a su combinado en vísperas del debut

  • Nos habla de su experiencia olímpica en Brasil 

Para los jugadores sudafricanos, lo ocurrido la semana pasada fue como salir de la sartén para caer en las brasas.

Tras dejar atrás un país que pasaba por un mal momento, con una ola de disturbios y malestar generalizado, Tercious Malepe y sus compañeros posiblemente esperasen vivir un período de calma previo al torneo en Tokio. Sin embargo, no tuvieron esa suerte.

La noticia de que dos jugadores y otro integrante de la expedición habían dado positivo en la prueba de COVID-19 desbarató sus preparativos olímpicos, y en un momento dado llegó a poner en peligro su propia participación. Se cancelaron las sesiones de entrenamiento y los miembros del plantel se confinaron en sus habitaciones durante días en un intento de contener el brote, algo que afortunadamente se logró.

Pero aun después de pasar por la peor y más estresante preparación imaginable, la selección sudafricana tuvo una actuación sobradamente digna en su primer partido, contra Japón. A pesar de no haber logrado puntuar tras haber mantenido a raya al conjunto anfitrión durante 71 minutos, el seleccionador, David Notoane, se deshizo en merecidos elogios hacia sus hombres a la conclusión del choque.

Los jugadores también mantuvieron el sentido de la perspectiva durante esa mala experiencia y, como explica Malepe a FIFA.com, se hallan totalmente concentrados en levantar los ánimos a sus compatriotas que lo están pasando mal.

“Es algo que siempre hemos tenido en mente como equipo: llevar la felicidad a nuestra gente”, afirma. “Es muy importante para nosotros, en tanto que jugadores”. 

“La gente necesita algo ahora mismo y, para ser sinceros, en estos grandes torneos no nos ha ido tan bien como todos querían. Creo que podemos cambiarlo aquí, y también que contribuirá a aportarle algo de paz y fe a todo el mundo en Sudáfrica”. 

Malepe, de 24 años, es el capitán y líder de esta selección de jóvenes Bafana, y el único de sus jugadores con experiencia olímpica. De hecho, es el primer futbolista sudafricano de la historia que ha disputado dos ediciones consecutivas de este certamen mundial, ya que participó en la aventura de los suyos en Río 2016.

“Cuando les cuento a los chicos jóvenes de aquí lo importante que es este torneo, y lo especial que es para nosotros estar en él, entienden que sé de lo que hablo”, afirma. “He estado en su posición, yo era el más joven de nuestro plantel en 2016, y les he dicho: ‘El ambiente de este evento, el entorno y el nivel de juego son incomparables”. 

eypk5phu4ajazyjypac9.jpg

Malepe y sus compañeros lo experimentaron ya desde el principio en Río 2016, al medirse en Brasilia con la selección anfitriona y futura campeona ante 70.000 enfervorizados seguidores locales. Aunque Neymar terminó esas Olimpiadas colgándose un histórico oro, el defensa sudafricano recuerda que la estrella de la Seleção tuvo una tarde difícil en ese primer encuentro, que terminó sin goles.  “Lo que hace Neymar dentro de la cancha es asombroso, es muy hermoso verlo”, señala. “Pero aquel día yo era suplente y recuerdo que vi cómo jugaban contra él nuestros defensas, gente como Abbubaker Mobara. Tranquilos, calmados, serenos... fue increíble”. 

“Sinceramente, no me cansaría de ver una y otra vez las jugadas de ese partido: Neymar lo dio todo por marcar, pero nuestra gente hizo un gran trabajo para contenerlo y mantener la puerta a cero. Eso me demostró lo que se puede conseguir, incluso contra grandes jugadores y equipos, si se cree en uno mismo”. 

“El carácter es muy importante, demostrarle a la gente esto: ‘puede que no sea una gran estrella, pero estoy aquí por algo”.

hgph4ajvztnpl8nzaw9l.jpg

Malepe también aplica esa máxima a su carrera en el fútbol de clubes, y en 2020 fichó por el FC Mynai, de la primera división ucraniana, lo que representó un cambio de cultura enorme. 

“Tengo la sensación de ser mejor futbolista tras pasar por esa competición y por haberme enfrentado a equipos como el Shakhtar de Donetsk y el Dinamo de Kiev, y a todos los jugadores de primer nivel que tienen”, señala Malepe, que regresó hace poco a Sudáfrica tras el descenso del Mynai, para incorporarse al Amazulu

“Recuerdo que íbamos a jugar contra el Shakhtar el fin de semana después de que le ganase al Real Madrid y, de nuevo, pensé: ‘Esto es cuestión de carácter’. Y lo hice bien, me impuse en mis pugnas. Cuando estaba viendo la Eurocopa, veía jugar a Ucrania y pensaba: ‘¡Ese de ahí me perseguía cuando jugaba contra él!”, recuerda riéndose. 

“Sí, en Ucrania lo pasé bien. Creo que mi forma de ver el juego mejoró estando allí, sin duda. Eso es algo que me caracteriza: no voy a dejar de aprender. Pase lo que pase, siempre seré un estudiante del fútbol”.

Y como bien sabe Malepe, pocas aulas hay mejores que unos Juegos Olímpicos.