domingo 23 agosto 2020, 07:26

Argentina, campeona olímpica con su generación de oro

  • 23 de agosto de 2008: Argentina conquista el oro olímpico

  • Generación de oro de la Albiceleste

  • Tercer gran título en tres años

Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Ezequiel Garay, Javier Mascherano, Fernando Gago, Juan Román Riquelme, Ángel Di María, Lionel Messi, Ezequiel Lavezzi, Sergio Agüero… Podría decirse que esta enumeración corresponde a una lista de grandes jugadores argentinos que a lo largo de los últimos años han causado sensación por todo el mundo.

De hecho todos, a excepción de Riquelme, alcanzaron la final de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™. Riquelme se había retirado del combinado nacional seis años atrás, aunque no sin antes guiar a los otros nueve a la conquista del oro olímpico.

Riquelme, el líder de la gesta

“Para mí ha sido una alegría enorme, porque estaba ante mi última oportunidad en unos Juegos Olímpicos”, comentó en su día el internacional, que tenía por entonces 30 años. “Puede que la final no haya sido un gran partido, pero, en este tipo de citas, lo que cuenta es ganar. Así de sencillo. En el vuelo de regreso a casa llevé la medalla colgada al cuello todo el tiempo y no me la quité para nada”, rememoró.

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La figura: Messi

El 23 de agosto de 2008, en el Nido del Pájaro de Pekín y ante 89.102 espectadores, la selección albiceleste se impuso a Nigeria por 1-0 en la final del Torneo Olímpico de Fútbol Masculino.

El jugador más destacado del torneo fue Lionel Messi. “Es capaz de decidir partidos por sí solo”, lo elogió el seleccionador de entonces, Sergio Batista. En el minuto 58 del duelo, Messi habilitó con un gran pase a Di María, que batió al portero nigeriano con una genial vaselina que acabaría dando la victoria a su equipo.

“He vivido muchos momentos bonitos que nunca olvidaré, pero algo como esto solo te ocurre una vez en la vida. Ganar una medalla de oro era uno de mis sueños, y ahora se ha hecho realidad. Me siento tremendamente feliz”, declaró el atacante tras la celebración del triunfo.

Sin embargo, las temperaturas de hasta 42 grados que se registraron sobre el campo, junto con una humedad extrema, pusieron las cosas muy difíciles para los jugadores. “Fue terrible, incluso peor que en Atenas”, lamentó Javier Mascherano, el único jugador de aquel plantel que había participado cuatro años antes en el Torneo Olímpico Masculino de la FIFA 2004 y, por tanto, el único argentino que puede presumir de tener dos oros olímpicos.

Argentina se convertía así en la primera selección ­–desde la Hungría que ganó en 1964 y 1968– en sumar dos oros olímpicos, y se desquitó así de la derrota sufrida a manos de Nigeria en la final de la edición de 1996. El combinado albiceleste acumulaba así 12 partidos sin perder en la competición olímpica, un logro sin precedentes en la historia.

De los Mundiales juveniles al oro olímpico

“El equipo ha hecho un certamen magnífico”, declaró el seleccionador Batista. Para el fútbol argentino, la conquista olímpica supuso el tercer gran triunfo en tres años después de los títulos mundialistas sub-20 conseguidos en 2005 y 2007.

“La verdad es que se trata de una sensación maravillosa. El año pasado gané el Mundial sub-20 y ahora esto. Además, poder ganar algo así al lado de amigos como Leo… No tengo palabras para expresar lo feliz que me siento”, aseguró Agüero.

El camino al oro soñado

Contrariamente a lo que los meros números podrían sugerir, el camino hacia el título no fue precisamente fácil. En la fase de grupos, Argentina se deshizo de Costa de Marfil (2-1), Australia (1-0) y Serbia (2-0), mientras que, en cuartos de final, el cuadro albiceleste se midió a la poderosa Países Bajos, que solo cedió en la prórroga como consecuencia de un bonito tanto de Di María. Ya en semifinales, Lionel Messi y sus compañeros se vieron las caras con Brasil, el eterno rival, una selección ante la que los argentinos hicieron su mejor partido del certamen para imponerse por un claro 3-0 con actuación destacada de Sergio Agüero, autor de dos de los goles de su equipo.

En lo que a rendimiento individual se refiere, Argentina encontró en Sergio Romero el recambio ideal para el lesionado Óscar Ustari. El guardameta, que en 2007 ya se había proclamado campeón del mundo sub-20, mantuvo su puerta a cero en los 315 minutos que disputó. Otro jugador que sorprendió con un fútbol de altísimo nivel fue Nicolás Pareja, al igual que el ya mencionado Di María, que empezó el certamen en el banquillo y acabó convirtiéndose en un hombre clave que marcó los goles de la victoria frente a Países Bajos y Nigeria.

Argentina ganó su segundo oro olímpico comandada por Riquelme, el cerebro del equipo, y Messi. También resultó de gran importancia la contribución de Mascherano. El Jefecito resumió así la importancia de este logro:

“Es simplemente increíble. Cuando gané la medalla de oro en Atenas, mi hija no había nacido todavía, así que quiero disfrutar este triunfo con ella. Independientemente de lo que pase en mi carrera futbolística a partir de ahora, nadie podrá nunca arrebatarme el orgullo que siento por haber conquistado un logro de este calibre, sobre todo teniendo en cuenta lo difícil que resulta este deporte. Hemos ganado porque jugamos un fútbol ofensivo y en ningún momento nos hemos cansado de intentar cosas. Por si fuera poco, eliminamos a Brasil en semifinales, de forma que se puede decir que ha sido un torneo perfecto”.

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