A pocas horas del saque inicial de la novena edición de la Copa Mundial de Futsal de la FIFA™, la fiebre del futsal se apodera del país organizador, Lituania, que ha tenido que esperar un año más de lo previsto para poder descubrir esta disciplina. El inglés Graeme Dell y el español Miguel Rodrigo, miembros del Grupo de Estudio Técnico de la FIFA, explican que este aplazamiento de la cita causado por la pandemia de COVID-19 también ha dado un año más para evaluar la evolución del futsal y su desarrollo desde el certamen de Colombia 2016.

En aquella ocasión, Argentina acabó con la hegemonía de Brasil y España, que se habían repartido los siete títulos mundiales anteriores. ¿Es posible que una nueva selección se proclame campeona en 2021? ¿Cómo podemos aprovechar y apreciar al máximo la competición más prestigiosa de este espectacular deporte, que quizás alguna gente descubra con motivo de Lituania 2021? Damos la palabra a los expertos.

Graeme, Miguel, ¿cuáles son los principales avances que ha registrado la disciplina desde que nació la Copa Mundial de Futsal de la FIFA hace 21 años?

G.D.: Eso es lo que esperamos averiguar mediante el trabajo del GET durante este Mundial. Lo que me interesa son los progresos técnicos que ha habido desde 2016. Esperamos ver crecer este deporte. En cada ciclo de cuatro años se produce un desarrollo tanto por parte de los jugadores como de los técnicos. Será interesante ver las nuevas tendencias, ya que el Mundial suele marcar el rumbo que va a adoptar el siguiente periodo. También tenemos que contemplar las tendencias actuales como preparación para los próximos veinte años, y asegurarnos de seguir evolucionando.

M. R.: Principalmente, es la globalización de los conocimientos. Internet y la abundancia de canales de YouTube han permitido desarrollar el análisis de vídeos, la detección de talentos, y que el mundo vea el futsal. Las redes sociales han permitido que muchos países en los que no existía el futsal descubran este deporte con sus aspectos técnicos y tácticos. En segundo lugar, la emigración de varios entrenadores españoles y brasileños por el mundo. Esto ha propiciado que las ligas de continentes como Asia eleven su nivel, y que mejore la cultura de los entrenadores de esos países. Además, se han incorporado a las ligas asiáticas y de Oriente Próximo muchos jugadores brasileños, portugueses, españoles. Por último, está el gran interés de la FIFA por esta modalidad, con la organización de los Mundiales. El público ha descubierto un deporte muy espectacular. Y varias figuras, como Falcão, Ricardinho, Kike, Paulo Roberto, Daniel o Sergio Lozano, han permitido que este deporte tenga también sus propios ídolos, eso es algo muy importante.

Solo hay tres selecciones que hayan ganado el título mundial: Argentina, Brasil y España ¿Es el futsal el coto vedado de una élite de países que tienen una fuerte tradición, o se ha democratizado?

G.D.: Lo que hemos visto en las últimas ediciones, y sobre todo con el título de Argentina, demuestra que hay nuevos contendientes para desafiar a las grandes potencias tradicionales, Brasil y España. Una de las lecciones de este Mundial será saber cuánto han progresado en los últimos cinco años las naciones en desarrollo, las de segundo nivel. Por supuesto, esperamos que los títulos mundiales puedan repartirse por todo el mundo, llegar a nuevas naciones. Pero también será una oportunidad para ver qué trabajo de desarrollo han hecho España y Brasil para mantenerse en lo más alto, aun ante este desarrollo mundial. Y ahora hay que añadir a Argentina. Pero por el bien del deporte, no puede ser solo una carrera entre dos o tres equipos. Tiene que haber más.

M.R.: Yo disputé este Mundial en 2016, con Tailandia. Hubo algo que cambió, fue una señal y el título de campeón se democratizó. Con todos los factores que hemos mencionado, permitió que se incorporaran a la lista de candidatos otros países. Obviamente, no estoy seguro, pero apostaría a que España o Brasil no estarán en la final de este Mundial. Eso confirmaría la señal que recibimos en Colombia, de que ahora hay seis o siete candidatos al título, y eso es lo mejor que le podría pasar a nuestro deporte, por otra parte.

¿Cuánto tiene de táctico el futsal, sabiendo que, con solo cinco jugadores, las posibilidades y la flexibilidad parecen limitadas?

G.D.: La percepción general es que no hay muchas posibilidades, de hecho. ¡Pero sí que las hay! Cuando entiendes técnicamente el significado del juego, hay muchas opciones disponibles. El reto para los entrenadores y sus jugadores está en las situaciones en las que tienen que entender el juego y desplegar estrategias que requieren de habilidades técnicas específicas. Lo que he podido observar en varios torneos estos últimos años es que los entrenadores intentaban desplegar dispositivos tácticos con jugadores que carecían de las capacidades necesarias para ello. Se puede ser más eficaz tácticamente si se cuenta con jugadores que tengan un dominio técnico. En algunos aspectos, el juego puede verse limitado por el atrevimiento que tengan los entrenadores a la hora probar cosas nuevas, pero también por el desarrollo de las capacidades técnicas de los jugadores. En tanto que federación internacional, debemos brindar todo el apoyo posible para lograr que progresen las capacidades técnicas de los jugadores y la comprensión táctica de los entrenadores en todas las regiones del mundo.

M.R.: Eso sería lo primero que le vendría a la cabeza a alguien que solo ha visto fútbol, o que sabe muy poco de futsal. Es cierto que en el fútbol, con once jugadores, hay muchas combinaciones, y existe un predominio del juego libre, además del sistema. A los futbolistas les gusta jugar con libertad, no en sistemas. El futsal, como el baloncesto o el balonmano, tal vez parezca menos rico desde el punto de vista táctico, con las combinaciones de solo cinco elementos. Pero lo que compensa esto, y lo que lo enriquece desde el punto de vista táctico, es la dificultad que entraña pensar muy rápido. Este juego es muy complejo, porque hay que tomar decisiones a gran velocidad y, sobre todo, lo más importante, con gran riesgo. Las porterías están muy cerca. Un error suele significar un gol. En el fútbol, no: hay mucha distancia para replegarse, volver y corregirlo

Antes de que empiece a rodar el balón en la edición de 2021, ¿qué consejos darían a los espectadores que van a ver los partidos de futsal por primera vez, para que puedan apreciar la disciplina?

G.D.: Probablemente les sorprenda e impresione la velocidad del juego, y la secuencia de ataques, contraataques y defensas. Pero les animo a que se fijen también en los jugadores que no tienen el balón. El jugador que tiene la pelota es quien atrae la atención, está en el centro de la acción, pero tendemos a pasar por alto la influencia de sus cuatro compañeros que no la tienen.

M.R.: Yo les diría a los niños que se fijaran en los aspectos individuales de la técnica. En muy poco espacio y en muy poco tiempo, los jugadores tienen que resolver problemas: pasar, disparar, regatear. Que observen a estos grandes jugadores para que puedan aplicarlo en su propio deporte, el fútbol o el futsal. A los adultos que van a descubrir este deporte, que observen la velocidad a la que se juega. La velocidad de los contraataques, los uno contra uno, los disparos y la creatividad para escapar de los problemas o de la presión, la creatividad para rematar en zonas tan difíciles como la de la portería, con unos porteros tan buenos. Cómo son capaces de dispararle al portero cerca de la oreja, por arriba del brazo, por debajo de las piernas, etc. Hay que saber localizar un punto exacto y actuar con rapidez.