La relación que mantiene Lucio con la Copa FIFA Confederaciones se está convirtiendo en uno de los romances más sonados del fútbol mundial. Éste ha sido el cuarto "Festival de Campeones" que ha disputado el central de Brasil (sólo Dida ha participado en más). Marcar el gol de la victoria en la espectacular final, que le permitió izar por primera vez el trofeo como capitán de la Seleção, ha puesto un broche de oro a su actuación en el certamen. Pero no acaba así la historia de Lucio en Sudáfrica 2009.

Hoy, Lucio recibe un honor que, aunque bien merecido, seguro que le resultará inesperado: proclamarse campeón del Índice Castrol de la Copa FIFA Confederaciones. Este sistema innovador, que emplea la tecnología más moderna para analizar y puntuar objetivamente las actuaciones de los jugadores, estuvo dominado por los dos delanteros de la selección española a lo largo de la primera fase. Lucio, sin embargo, no irrumpió en el grupo de los 20 primeros hasta la última jornada de la primera ronda.

Aunque en un principió se situó tan sólo en el puesto 16, sus progresos posteriores le bastaron para escalar cinco puestos y convertirse en 11º después de la victoria de semifinales contra Sudáfrica. ¿Cómo entonces pudo coronarse rey de las estadísticas de Sudáfrica 2009, y desbancar a hombres como el líder, David Villa, o el ganador del Balón de Oro adidas, Kaká?

Según el Análisis del Rendimiento Castrol, el capitán de Brasil ofreció contra Estados Unidos una de las mejores exhibiciones del torneo, equiparada a la de Giuseppe Rossi cuando rescató a Italia en el choque contra los norteamericanos, y a la de Fernando Torres cuando se encargó de demoler prácticamente en solitario a Nueva Zelanda. La puntuación de Lucio en la final, 1.551, fue lo suficientemente poderosa como para propulsar al jugador hasta superar a su compañero de equipo Kaká, cuya puntuación Castrol se vio afectada negativamente por algunos momentos de cierto descuido en defensa, entre otros su falta de acierto a la hora de cortar la carrera de Landon Donovan que dio origen al segundo gol de Estados Unidos.

Dempsey, desbancado; O Fabuloso escalaA pesar de haberse adjudicado puntos extra por sus impresionantes jugadas de creación, Kaká cayó un puesto y se situó tercero, por detrás del hombre más emblemático de la selección de Estados Unidos en Sudáfrica 2009, Clint Dempsey. Castrol ha descubierto que el mediocampista del Fulham, sobresaliente contra Egipto y España, se convirtió en el segundo hombre de campo más eficaz del equipo de la CONCACAF en la gran final, por detrás de Landon Donovan. Dempsey saltó por encima de Kaká y no acabó en el primer puesto debido al recital que ha ofrecido Lucio.

El capitán de Brasil, que recibió todo tipo de alabanzas a lo largo de la competición por su impresionante trabajo en ataque, se reservó lo mejor para el final. Su tremendo gol de cabeza completó la apasionante remontada que había comenzado el letal Luis Fabiano. El máximo goleador de esta competición ascendió de la décima a la quinta posición, gracias a las proezas que ha realizado en la final. Además, si no ha conseguido arrebatarle el liderazgo a Lucio ha sido únicamente por su actuación un tanto desafortunada en el partido contra Estados Unidos correspondiente a la fase de grupos.

Con nombres como Torres, Maicon, Capdevila y Aboutrika en cabeza, los 20 primeros puestos del Índice Castrol constituyen una representación estadística de Sudáfrica 2009 que, para muchos, se ajustará perfectamente a lo que han visto sobre el terreno de juego. Otros, por supuesto, se preguntarán por qué no aparece en esa lista su futbolista favorito. Puede que la ausencia que más haya llamado la atención sea la del ganador del Guante de Oro adidas, Tim Howard.

El guardameta de Estados Unidos efectuó 33 paradas durante el torneo, casi el doble que muchos de sus perseguidores más cercanos, pero también recibió más goles que ningún otro portero. Su puntuación general se resintió sobre todo por su escaso rendimiento en el partido contra Italia. Castrol considera que Howard ha sido el segundo mejor portero de Sudáfrica 2009, por detrás de Mohamed Kassid, el dorsal número 1 de Irak, quien con sus recitales entre los tres palos consiguió que los campeones asiáticos registraran un único gol en contra en sus tres partidos.

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