martes 20 junio 2017, 19:54

Tres preguntas para los Kiwis

  • Nueva Zelanda necesita un buen resultado ante México para seguir aspirando a las semifinales

  • Después de la de Rusia, otra derrota supondría su eliminación automática

  • ¿Volverán a apostar los All Whites por la misma táctica de presión intensa que usaron con los anfitriones? 

Antes de un partido del Grupo A frente a México que se anuncia crucial este miércoles, la selección neozelandesa se plantea varias preguntas acuciantes.

¿Podrán aprender lo bastante rápido? El seleccionador Anthony Hudson y varios de sus jugadores han mencionado que los All Whites rara vez tienen la oportunidad de medirse con un adversario del nivel de Rusia, y mucho menos en un ambiente tan exigente como el del encuentro inaugural, que perdieron 2-0. De este modo, todos han hablado de la curva de aprendizaje que afronta el combinado neozelandés y de cómo le servirá para mejorar. La cuestión ahora es saber si los beneficios se harán notar en el choque ante el Tri.

“No jugamos muy a menudo este tipo de partidos. Al disputarlos, cualquier pequeño error que se cometa sale a la luz, así que para nosotros constituyen una gran experiencia”, explica Hudson a la FIFA antes de insistir en su discurso habitual. “Pero no podemos considerar el próximo partido una mera oportunidad de aprender. Tenemos que prepararnos como es debido y hacer todo lo que esté en nuestra mano para conseguir un buen resultado”.

**¿Habrá cambios en el equipo?* Muchos de los Kiwis *han apuntado a la mejora de su juego en la segunda parte del duelo contra Rusia, aunque ahora, frente a un conjunto mexicano todavía más rápido y ofensivo, quizás Hudson opte por un enfoque más conservador. Con todo, no lo revela. “Sí que queremos hacer algunos ajustes, pero sin dejar de ser agresivos y positivos”, señala el técnico, de 36 años. Pese a todo, es previsible la presencia de Bill Tuiloma o Themi Tzimopoulos en el mediocampo defensivo, para aportar algo más de mordiente.

¿Intentarán presionar también a México? Hudson no quiere adelantar acontecimientos, y se limita a decir que el equipo “jugará el partido de sus vidas, puede pasar cualquier cosa”, si bien algunos de sus hombres afirman que intentarán desplegar una estrategia consistente en presionar a los campeones de la CONCACAF.

“Cualquiera que haya visto nuestros últimos partidos sabrá que nos gusta presionar, y no creo que contra México vaya a ser diferente. Nos gusta pensar que si podemos hacernos con el balón arriba eso propiciará oportunidades de gol”, analiza el veterano defensor Tommy Smith. “Y este oponente puede ser peligroso si se le dan tiempo y espacios con el balón, así que vamos a intentar privarle de esos factores”.

El prometedor lateral izquierdo Deklan Wynne, por su parte, opina que las dificultades serán ahora distintas, y quizás más adaptadas al plan de juego de los All Whites. “No creo que vaya a ser un equipo tan físico como Rusia, y le gusta tener más el balón, eso debería permitirnos a nosotros entrar en su mitad del campo y presionarlos algo más”.