Dos equipos de autor, que apuestan por el fútbol de ataque y viven uno de los mejores momentos de su historia, mano a mano por el trono de Sudamérica… y un billete a la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Catar 2019. Este es el apetecible menú que ofrece la primera final de la Copa Libertadores a partido único.

La cita es este sábado, y en FIFA.com te ofrecemos todas las claves de uno de los partidos del año.

23 de noviembre | Estadio Monumental de Lima (15:00 hora local | 21:00 CET).

Con 2 Copas Libertadores –la última conquistada en 2018 en Madrid ante su archirrival Boca Juniors– y 2 Recopas Sudamericanas en los últimos 4 años, el Millonario es el equipo dominador en Sudamérica, y su presencia en esta final no hace sino confirmarlo.

Enfrente, un Flamengo revivido tras la llegada del técnico luso Jorge Jesus en junio. Desde entonces sus números son apabullantes: solo ha perdido 2 partidos de los últimos 31, y llega a Lima con un invicto global de 25 encuentros. Será la segunda final para el Mengao tras la disputada y ganada en 1981, con Zico como líder.

River quedó invicto en fase de grupos y eliminó a Cruzeiro, Cerro Porteño y Boca en eliminatorias.

El Mengao fue líder de su grupo y superó después a Emelec, Internacional de Porto Alegre y Grémio, al que goleó 5-0 en la vuelta de semifinales.

Ni Flamengo ni River pueden entenderse sin mirar a sus banquillos. Jorge Jesus ha revolucionado el Mengao con su fútbol ofensivo y la pasión que desprende. Los aficionados adoran a su ‘Míster’, famoso por la intensidad de sus entrenos, su exigencia y su energía para corregir a sus hombres en pleno partido.

De Marcelo Gallardo está casi todo dicho. En sus 5 años como DT ha ganado la mitad de las Copas Libertadores que luce el Millonario en sus vitrinas. Y además de títulos ha devuelto a River su mentalidad de equipo ofensivo que intenta jugar lindo y de manera efectiva.

Suelen pararse con un 4-1-3-2 cuando tienen la pelota, y variar a un 4-2-2-2 en defensa. La clave de su juego está en su defensa adelantada y la presión alta en bloque. Los jugadores intercambian con frecuencia sus posiciones para generar confusión en su rival y hallar espacios y superioridades en ataque.

La pareja atacante Bruno Henrique-Gabigol –excompañeros en el Santos– suma 12 goles en la competición. Henrique rompe defensas con su velocidad y Gabigol, el ídolo de la afición, está en gran momento de forma. En la sala de máquinas, Gerson, Everton Ribeiro y Giorgian De Arrascaeta aportan despliegue, talento y juego ofensivo.

Es un equipo bien construido, con talento y calidad en todas sus líneas, empezando por el arco defendido por el experimentado Diego Alves o su pareja de centrales, Pablo Mari y Rodrigo, un muro. Además, hay profundidad de banquillo.

La inexperiencia del equipo, armado en apenas unos meses, en partidos de esta entidad puede pesarles.

Gallardo suele usar el 4-4-2, pero es ante todo pragmático. Ha llegado a jugar con 3 delanteros o 5 defensas (3 centrales y 2 carrileros que generen superioridad en el medio), según las circunstancias y el rival. Independientemente de cómo se pare, el equipo está diseñado para atacar.

Franco Armani es un arquero que salva partidos y siempre está listo para un nuevo milagro. Javier Pínola es el caudillo de la zaga, y los laterales Gonzalo Montiel y Milton Casco son fundamentales en el juego ofensivo. De las botas del medio Enzo Pérez nace el fútbol que propone River… y su presión alta. El desborde de Nico de la Cruz y sus ayudas defensivas dan mucho al equipo. Y los movimientos de Rafael Santos Borré en punta generan espacios para el resto.

Del vigente campeón de América destacan su mentalidad ganadora, la experiencia en jugar y ganar finales, y su personalidad para sacar adelante los momentos complicados. En el otro lado de la balanza, River quizás no llega en su mejor momento colectivo, y puede sufrir en defensa con el juego aéreo y la velocidad de Gabigol y Bruno Henríquez.