- “Nosotros estamos focalizados en cómo jugarán ellos, pero ellos tienen que estar preocupados en cómo vamos a jugar nosotros”.

El mensaje de Rodrigo no es una amenaza. En todo caso, es una forma de recordarles a todos quién es Brasil sobre la arena, más allá de que su rival por los cuartos de final de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Rusia 2021 sea Senegal, un equipo que impresiona por su fortaleza física y poder de gol.

Pero la pentacampeona del mundo también mandó un recordatorio sobre la arena, al reservar su lugar entre los ocho mejores con una convincente victoria sobre la difícil Bielorrusia por 5-0. Así, dejó atrás la derrota inicial con Suiza y la ajustada victoria ante El Salvador. 

“Entramos mucho más atentos, tanto en la parte defensiva como ofensiva”, explica a FIFA.com el pívot, quien acumula tres goles y dos asistencias en Rusia. “Impusimos nuestro, el adversario se cansó, abrimos el marcador y luego controlamos el ritmo”, agrega Rodrigo, campeón y Bota de Plata de adidas en Bahamas 2017. 

Si bien el 9 brasileño es un jugador de ataque, elogia sobre todo lo hecho en defensa. “El punto más positivo fue terminar con le arco en cero. Es una conquista excepcional, y la queríamos. En los partidos anteriores estábamos muy dispersos, recibiendo goles bobos que no podemos permitir. Esta vez estuvimos mucho más concentrados”.

Y no tiene que ver con la actitud, opina. “En ninguno de los partidos anteriores nos faltó entrega, los jugamos con garra y determinación, pero desorganizados. De ahí que cometiéramos muchas faltas tontas: contra Suiza sufrimos cuatro goles de falta. No podemos permitir eso”, explica el atacante de 28 años recién cumplidos. 

Consultado sobre el poderío que demostró Senegal hasta aquí, Rodrigo no duda. “Es buen equipo, fuerte físicamente, y sabemos de lo que son capaces. Pero ellos también saben de lo que somos capaces nosotros. Vamos a jugar de la misma forma que con Bielorrusia, con la misma concentración. Haremos nuestro juego”.

Además sufrirla en carne propia en los dos primeros duelos, con una década jugando fútbol playa y disputando su cuarto Mundial, el pívot es palabra autorizada para analizar la paridad reinante en el torneo. 

“A medida que pasan los años, la tendencia de todos los países es evolucionar, tanto físicamente como técnicamente. Este es un campeonato del mundo, están los mejores y debes esperar partidos difíciles, de alto nivel. Ningún equipo es tonto, por eso hay que entrar atentos en cada juego para que no nos sorprendan”, avisa Rodrigo, quinto anotador histórico de Brasil en Copas Mundiales con 21 goles (y contando). 

Las nuevas reglas han hecho su parte. “El juego es más dinámico, ahora es más difícil que el arquero controle el balón para que el equipo respire. Todo pasa más rápido, entonces depende un poco más de la forma física. Pero tampoco cambió tanto. Está claro que todos innovan buscando variantes para sorprender el adversario”. 

El famoso factor presión no es tal para el brasileño. “Presión es otra cosa. Sí sabemos de la responsabilidad que conlleva representar a tu país, la conocemos bien y estamos acostumbrados”. 

Ensuciarse los pies con arena por patear un balón sigue siendo un placer para Rodrigo. “No hay nada mejor que trabajar de lo que amas. Lo hacemos por nuestras familias y por los millones de brasileños que nos siguen, entonces no hay motivos para sentir otra cosa que no sean alegría, felicidad y amor”.

Eso sí, reconoce que para Brasil no hay términos medios al hablar de objetivos. “Es campeón o campeón. Claro que respetamos a todos los rivales, pero no vinimos para ser segundos, terceros o cuartos, sino para ganar el título, y queremos demostrarlo. Si Dios quiere, nos iremos de aquí otra vez campeones del mundo”.