Espectacular, físico, técnico… el fútbol playa se ha ganado a pulso el reconocimiento de todos. Año tras año, la disciplina ha conseguido salirse del tópico de "bañador, playa y vacaciones" que le persiguió durante mucho tiempo. Y no es casualidad que la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA 2021, que comienza este jueves 19 de agosto, se celebre en Rusia y más concretamente en Moscú; una ciudad magnífica… ¡pero no precisamente por sus playas!

"'El beach soccer no es un deporte de playa, sino un deporte de arena', dijo un día Eric Cantona. Y estoy completamente de acuerdo con él. La playa es el lugar ideal para el desarrollo, pero en lo que respecta al alto rendimiento y el máximo nivel, hacen falta verdaderas infraestructuras. Hace falta una cancha cubierta de arena y homologada para poder practicar este estupendo deporte de forma óptima. Y eso es lo que habrá en Moscú", explica Claude Barrabé, miembro del Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA (GET).

El ex portero profesional, actual entrenador de la selección de Francia de fútbol playa, cubrirá esta Copa Mundial de Beach Soccer como experto vinculado a la FIFA junto con Matteo Marrucci, ex internacional italiano. FIFA.com ha entrevistado a este dúo de técnicos en vísperas de campeonato.

Si comparamos el fútbol playa de hace 15 años con el de hoy, ¿en qué ha cambiado principalmente?

CB: Tácticamente ha evolucionado mucho. Está mucho más estructurado que antes. Algunas selecciones, en Europa y en Sudamérica, son capaces de desplegar un fútbol playa de gran calidad, con esquemas de juego variados y un juego construido. Pero hoy ya no es suficiente con la táctica y la técnica. Hace falta también una gran preparación física, algo que han comprendido sobre todo las grandes naciones de la Europa del este. La mentalidad también ha cambiado; los equipos se preparan con mucha profesionalidad. ¡En mi época era más a la ligera!

MM: El aspecto táctico, efectivamente, desempeña un papel importante en el juego moderno. En el pasado, el juego era más instintivo. Las cualidades técnicas de los jugadores y la exigencia física que impone el alto nivel han posibilitado un desarrollo rápido de este deporte. Actualmente hay jugadores que están totalmente especializados en fútbol playa. ¡Antes era diferente! Había futbolistas que solamente practicaban el fútbol playa parcialmente. Aunque Brasil es la excepción, al haber sabido desarrollar muy pronto un gran número de especialistas de la disciplina…

¿Un buen jugador de fútbol da automáticamente un buen jugador de fútbol playa?

CB: ¡A priori no! Pero existen excepciones; jugadores inteligentes tácticamente, y técnicamente capaces de adaptarse con rapidez a la nueva superficie. Estoy pensando, evidentemente, en Eric Cantona. Simplemente hay que trabajar descalzo, y adaptarse al nuevo entorno… ¡Un jugador inteligente lo conseguirá!

MM: Todo jugador de fútbol playa ha jugado ya al fútbol de una forma u otra. Pero los futbolistas de talla mundial solamente pueden estar seguros de que jugarán bien al fútbol playa una vez que lo hayan intentado. Hay que aprender a conocer la arena, y saber trasladar las cualidades típicas del césped a la arena. Es un proceso obligado…

¿Existen estilos de juego propios de ciertas selecciones o de ciertos continentes?

CB: Sin duda. Por ejemplo, el juego es muy directo en África; continente que conozco bien por haber ganado la Copa Africana de Naciones [de Fútbol Playa] en 2015 con Madagascar. Allí, por cierto, traté de aportar un toque europeo, sabiendo que en Europa y en Sudamérica se ven equipos más estructurados, que reinician el juego hábilmente desde atrás.  

MM: Brasil y Portugal tienen estilos muy similares; al menos eso es lo que constatamos en las dos últimas Copas Mundiales. Se basan en individualidades; jugadores que son buenos a la vez individualmente, en el uno contra uno, y colectivamente… En cambio, su portero participa poco en la construcción del juego; a diferencia de selecciones como Suiza, Tahití o Senegal, donde el guardameta está omnipresente. Otras selecciones están a medio camino entre los dos [estilos]; estoy pensando en Japón, que varía más la animación de su juego, manteniendo sistemáticamente el mismo esquema de juego 2-2. ¡Estoy impaciente por ver jugar a todas esas selecciones en la arena de Moscú!

¿Existe actualmente un esquema de juego preferente?

CB: No existe un esquema clásico. Cada selección tiene su propia manera de jugar. Los esquemas de juego se preparan en función de los jugadores con los que cuentan los entrenadores. El 2-2, el 3-1 y el 1-2-1 se prefieren más, pero actualmente los equipos son capaces de cambiar de juego en pleno partido en función de los puntos débiles del rival. Nada es inamovible.

MM: No hay una táctica mejor que otra. Es la calidad intrínseca de los jugadores la que marcará la diferencia e, históricamente, selecciones como Portugal y Brasil sobresalen en este sentido, al haber tenido siempre en sus filas una gran cantidad de jugadores talentosos. Por otra parte, la nueva regla que impone al portero no poder retener el balón durante más de 4 segundos en su propia mitad del campo debería beneficiar a las individualidades, a esos jugadores capaces de deshacerse de su rival con un regate.

¿Qué impacto está teniendo esa nueva regla en el juego?

CB: Ha cambiado muchas cosas, como hemos visto en los clasificatorios para esta Copa Mundial. El juego ha evolucionado, se ha acelerado inevitablemente. Hemos vuelto a un fútbol más directo, ¡porque los porteros no tienen otra opción que jugar rápidamente el balón hacia delante! Esa regla obliga al guardameta a tener actualmente un gran dominio del juego con los pies. Con esta regla, se convierte en un simple punto de apoyo para los defensas.

MM: ¡Esta regla cambia de forma fundamental el fútbol playa! Su impacto será tal que, en mi opinión, ¡el equipo que mejor se adapte a ella se impondrá en Rusia!

¿Y a qué selección ven como campeona mundial dentro de dos semanas? 

CB: Rusia, en su casa, tiene un as en la manga. No me olvido de Brasil ni de Portugal, vigente campeona mundial. Este certamen se presenta muy abierto; ¿y por qué no una sorpresa procedente de África?

MM: Será un Mundial equilibrado con varias aspirantes al título; ¡entre ellas Brasil, Portugal y Rusia! Veo también a ese trío como las grandes favoritas. El hecho de jugar en casa puede dar a Rusia ese empujón adicional para una selección ya de por sí muy fuerte. Por tanto, ¡si tuviera que hacer un pronóstico, yo diría Rusia! España se presenta asimismo como tapada. Lleva seis años sin participar en una Copa Mundial y, obviamente, tendrá ganas de hacerlo bien. Y por supuesto, también mencionaría a Japón. ¡Siempre hay que contar con los japoneses! ¿Y puede ser también que otra selección dé la sorpresa y nos ofrezca una de esas maravillosas historias que el deporte nos brinda de vez en cuando…?