Julia Blomstrom nunca ha tenido que buscar muy lejos sus fuentes de inspiración.

“Crecí con un padre muy resuelto y con gran dedicación. Siempre me empujó a que luchara por mis sueños y a esforzarme por aquello que deseaba”, cuenta la sueca, de 28 años, en su entrevista con FIFA.com. “Un amigo suyo y él fundaron un equipo de fútbol playa en los noventa [Vetlanda United], y aún hoy siguen organizando torneos de fútbol playa en Suecia. Su actitud en la vida ha influido claramente en mi personalidad”.

En cualquier caso, Blomstrom explica que en su casa no había solo un héroe. “Mi madre es una enfermera colegiada”, añade. “Y siempre me ha fascinado su trabajo y todo el bien que hace”.

Lógicamente, y dado que Julia admiraba el altruismo de una sanitaria y el entusiasmo de un fanático del fútbol, surgió la pregunta de qué ejemplo iba a seguir. ¿Su elección? Combinar lo mejor de ambos mundos.

El fútbol fue su primer amor, y se ha mantenido fiel a esta pasión en sus distintas variantes, y lo ha hecho con la energía y la dedicación que tanto admiraba de su padre.

“Llevo jugando al fútbol desde que tenía siete años, y al fútbol playa empecé con once”, indica. “Hasta donde yo sé, ninguna otra jugadora sueca ha estado tanto tiempo jugando al fútbol playa ni ha representado a equipos suecos en Europa tan a menudo como yo. Además, he ganado el campeonato sueco de fútbol playa en cinco ocasiones y con tres equipos distintos”.

“El fútbol en general ha sido siempre una parte muy importante de mi vida. En lo que respecta al fútbol once, he jugado en varios clubes de la tercera división sueca. Por otro lado, he ayudado a fundar tres equipos femeninos de fútbol playa y un equipo de futsal femenino”.

“Siempre me ha gustado jugar en equipo, ese sentimiento de construir algo conjuntamente con los demás y esa fuerza y felicidad que te aporta. Lo que más me atrajo del fútbol playa fue la intensidad de los partidos, los requisitos técnicos, las opciones que ofrece, así como el ambiente en general con la música, el público...”.

Después de dedicarse con pasión a fundar varios equipos desde cero, Blomstrom fichó por el Djurgarden IF, uno de los grandes clubes de su país y una potencia en el fútbol playa. En sus filas ganó más títulos nacionales, y logró una formidable sexta posición en la Euro Winners Cup 2019.

No obstante, Blomstrom ha compaginado su flamante carrera en el fútbol playa con su faceta de madre y, más recientemente, con su trabajo cotidiano como enfermera: “Empecé a estudiar después de tener a mi segundo hijo y, durante ese tiempo, trabajé en un hospital de Norrtalje , en la sección de medicina intensiva”.

El departamento en el que trabaja actualmente se encarga de tratar epidemias y pandemias, por lo que, tras completar sus estudios en enero, Julia vivió un bautismo de fuego. “Tuve que cuidar a pacientes de la COVID-19 desde muy al principio”, afirma. “Ha sido un inicio de carrera profesional muy duro y conmovedor”.

“Puedo afirmar sin ninguna duda que estos seis meses han sido los más difíciles de mi vida. Me cuesta describir lo que se siente al estar con estos pacientes a los que les cuesta respirar, que sufren dolores y que no pueden estar con sus seres queridos. Lo que sí puedo asegurar es que te afecta tanto mental como emocionalmente”.

“Yo misma enfermé de COVID a comienzos de la primavera, pero pude sobrellevarlo sin necesidad de ingresar en el hospital. Dicho esto, al principio tenía miedo por lo que pudiera pasarme a mí y a mis seres queridos. Sin embargo, en esos momentos, en lo único que pensaba era en luchar. Cuando has estado tantos años jugando al fútbol en distintos equipos, comprendes la fuerza que tienen las personas que te rodean y lo que podemos llegar a conseguir juntas”.

La fuerza y la unidad son, sin duda, una máxima para el fútbol y para la vida. Al mismo tiempo, contar con figuras inspiradoras que abran camino supone una ayuda inmensa y, tal y como aprendió del ejemplo de sus padres, ahora es Julia quien sirve de faro a otras.