viernes 02 septiembre 2016, 09:57

Leonov: I still want to be the best player in the world

De no haber triunfado en el deporte, Ilya Leonov no lo duda: por su inclinación a proteger a la gente hubiese sido policía, bombero o guardia fronterizo. Doctor no porque, para su mala suerte, no tiene habilidad con las manos...

Pero con los pies es muy distinto. Con los pies, con un balón y sobre la arena es capaz de hacer magia, y eso le ha reportado incontables alegrías a Rusia. Capitán de la selección de beach soccer, su nombre acompaña, desde su mismo origen, a una de las historias de éxito más sorprendentes de esta especialidad.

Todo comenzó hace once años. Entonces, jugaba al fútbol, donde llegó a competir en la segunda división. Y coqueteó con el fútsal. "Hasta 2005 no sabíamos nada del fútbol playa", confiesa en exclusiva a FIFA.com. “Unos cuantos exjugadores hicieron un equipo que entrenaba en la playa de Serebryany Bor, en Moscú. Yo era uno de los más jóvenes, así que encajé bien en el equipo... ¡alguien tenía que hacer el trabajo físico duro ahí!", complementa con buen sentido el humor el defensor de 36 años.

Luego vino el apoyo de la Federación de Rusia, la creación de más equipos profesionales, viajes al extranjero y, finalmente, llegaron los títulos. "Fue nuestro acercamiento sistemático lo que nos llevó al éxito. No fue sólo un factor, sino la combinación de varios. Además de participar en los clasificatorios y de la creación de más clubes, empezamos a invitar a jugadores extranjeros de gran calidad. Así, los jugadores rusos crecieron mientras entrenaban y competían contra ellos", relata el campeón mundial en Rávena 2011, Tahití 2013 y medalla de bronce en Portugal 2015.

Nunca es suficiente Todos estos logros no apagan su sed. En menos de un año se celebrará la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Bahamas 2017, donde quieren corregir el traspié de Portugal 2015. "Debo admitir que estábamos demasiado invadidos por las emociones en la semifinal. Discutimos mucho las decisiones del árbitro y nos concentramos en eso. Cuando más tarde vimos la repetición, entendimos que las decisiones que tomaba eran normales. Nos tenemos que concentrar más en el juego en sí mismo", se sincera Leonov, que se reconoce admirador de Madjer, Amarelle, Alan y Benjamin.

Para llegar a esa revancha en Bahamas, deberán superar el clasificatorio europeo que comienza el 2 de septiembre en Jesolo, Italia. Ahí, los 28 equipos participantes serán divididos en siete grupos donde se enfrentarán todos contra todos. Los dos primeros de cada sector y los dos mejores terceros avanzarán a la siguiente fase. Ahí volverán a ser acomodados en cuatro grupos y, de nueva cuenta, jugarán en formato liguilla. Finalmente, los primeros de cada grupo sellarán pasaje a Bahamas y avanzarán a las semifinales del clasificatorio. El campeón se conocerá el 11 de septiembre.

“Es un torneo muy difícil. Debemos estar en el Top 4, así que tenemos que ganar los seis primeros partidos. Claro que queremos lucir un estilo estético y arrollador, pero en realidad lo que más importa es el resultado. Alemania será nuestro principal rival en la primera fase. Será más difícil saber algo de Kazajstán o Polonia; así que no veremos qué traen hasta el torneo”, analiza Leonov, que actualmente combina la faceta de jugador y entrenador del equipo de beach soccer del Lokomotiv.

Por la cima europea Coronarse en Jesolo no sólo les reportaría un billete mundialista, sino también el honor de alcanzar a España y Portugal como los más ganadores (5 títulos) de Europa. Pero Leonov no pierde el foco. “Primero tenemos que concentrarnos en clasificar. Obvio queremos ser los más ganadores, pero primero hay que clasificar y luego pensar en títulos”.

¿El estilo de juego de Rusia? "Nuestro estilo es la disciplina, el compromiso, la buena preparación física, la química del equipo y la confianza en nosotros mismos. Ayuda que en la Superliga de Rusia, la cual catalogaría como la más fuerte del mundo, podamos ver una mezcla de diferentes estilos debido a los muchos extranjeros que juegan aquí”, opina el capitán.

Un nivel altísimo que no es fácil de mantener. Especialmente por las condiciones climáticas de un país que no suele ser sinónimo de playa. Ahí, vuelven a aparecer aquellos coqueteos con el fútsal. "En Moscú no tenemos un estadio con techo y en invierno tenemos que meternos adentro y jugar en superficies sintéticas, sólo para mantenernos en forma. Entonces es una necesidad jugar al fútsal. Tiene similar táctica con el Beach Soccer, aunque hay diferencias desde el punto de vista técnico", explica.

Más de una década con la selección, dos títulos mundiales, reconocimientos en casa. El fútbol playa le ha dado todo a Leonov. “Convertirme en el capitán de Rusia fue una sensación incomparable. También gracias al Beach Soccer pude conocer a mucha gente interesante. Vi a Maradona, Zidane, Rooney, Messi, Xavi e Iniesta con mis propios ojos. Estoy muy feliz de que todo haya resultado así”, analiza, satisfecho, el moscovita.

Pero aún aspira a ponerse otro broche de oro antes de cerrar una carrera espectacular: “Tengo 36 años, pero todavía quiero ser el mejor jugador del mundo. Madjer tenía 39 cuando fue uno de los mejores en Portugal 2015. Pero los títulos en equipo son los más importantes para mí; si Rusia gana el título y yo estoy ahí, los trofeos individuales estarán cerca", finaliza.