El camino que conduce a las Copas Mundiales de la FIFA es largo y tortuoso, tanto para las selecciones como para los árbitros, y más aún cuando el torneo se celebra al otro lado del mundo.

El proyecto "Rumbo a Australia y Nueva Zelanda", que comenzó en 2020, había establecido una hoja de ruta para 170 árbitras candidatas a actuar en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™. Tres años después, a menos de seis meses del comienzo de la gran cita, quedan solo 33 árbitras, 55 árbitras asistentes y 19 árbitras asistentes de video en camino al Pacífico Sur. Algunas de ellas han hecho ahora escala en Doha para asistir a un seminario de preparación y otras harán lo propio también este invierno en Montevideo.

"Es una especie de parada en boxes de camino a Australia y Nueva Zelanda", confirma Kari Seitz, jefa del Departamento de Arbitraje Femenino de la FIFA. "Aprovechamos para reunir a todo el mundo para afinar las cosas. Hay que llenar el depósito, comprobar los neumáticos... Es como si una selección nacional hiciera su última concentración. Ya hemos seleccionado a nuestras jugadoras: estas son las que van a participar en el Mundial".

Así pues, un primer seminario reunió a las árbitras europeas (UEFA) en la capital catarí del 24 al 28 de enero. Y ahora se han congregado allí colegiadas de la AFC (Asia), la CAF (África) y la OFC (Oceanía). Este mes también, las representantes de las confederaciones de la Concacaf y la CONMEBOL viajarán a Uruguay, siempre con el mismo programa: pruebas físicas y preparación, recuperación, trabajo con el sistema VAR y sesiones teóricas.

"Las seguimos, las supervisamos constantemente y procuramos darles todo el apoyo que necesitan, pero estos seminarios son una oportunidad para trabajar directamente con ellas, verlas en persona, trabajar dentro del terreno de juego, recabar sus opiniones, hacer evaluaciones de su condición física o de su estado de salud", insiste Pierluigi Collina, presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA. "Tenemos muchísimas sesiones teóricas: el objetivo es tratar de repasar todas las incidencias que puedan darse dentro de la cancha".

"Hay que reunir a todo el mundo y pulir los últimos detalles. Nos quedan cinco meses para que alcancen el pico de su rendimiento. Estos seminarios están enfocados a eso", añade Seitz. "Queremos que cuando salgan de este seminario sepan cómo estar preparadas al cien por cien física y médicamente para el Día D, y que sean plenamente conscientes de nuestras expectativas en cuanto al análisis de los partidos".

Hay una emoción palpable entre las árbitras que se encuentran en estos momentos en Doha, y hasta cierto punto también impaciencia, a medida que se acerca el torneo, cuyo comienzo se producirá el 20 de julio. La árbitra Heba Sadieeh, que ha estado en el segundo seminario de Doha, puede dar fe de ello: participará en la Copa Mundial Femenina portando la bandera de Palestina, un país que nunca ha estado representado en ninguna fase final, ni masculina ni femenina.

"Soy consciente de la responsabilidad que tengo", reconoce. "A través de mí se mostrarán los progresos de mi país en materia futbolística, y más concretamente en términos de arbitraje. Estoy muy contenta de poder representar a mi país de esta manera, y no solo eso: también me siento orgullosa de representar a todas las mujeres de Asia occidental. Quiero que mi participación en este torneo sirva de inspiración para otras mujeres que puedan plantearse llegar a ser árbitras algún día".

Otro reto es el de la árbitra asistente maliense Fanta Koné, quien es ahora madre de gemelos: "Reconozco que después de dar a luz a mis preciosos gemelos no todo fue fácil, porque exige mucho trabajo", admite. "Hice un plan con mi marido y con el departamento. Me entrené mucho, he puesto muchísimo empeño para mantenerme en un buen nivel físico. Y al final del camino me he encontrado con la designación para los partidos de la liga nacional de primera división masculina maliense, que son de alta intensidad, ¡y dentro de poco llega el Mundial femenino!".

Las expectativas son altas y los retos de envergadura: el camino hacia la Copa Mundial Femenina de la FIFA está lleno de obstáculos. Pero ya se vislumbra el final. "El objetivo y el reto para los próximos cinco meses es que todo el mundo siga estando sano. La forma física no debería ser un problema, porque tenemos un plan muy claro. Pero en términos de salud puede pasar cualquier cosa", advierte Seitz.

"Nos concentramos en que las árbitras se cuiden como es debido, porque, al contrario que los futbolistas, en algunos casos estas chicas tienen otros trabajos, así que deben encontrar ese equilibrio, pero con el objetivo de estar listas al cien por cien", prosigue.

Y concluye: "Por último, sigue habiendo dificultades para las mujeres en el fútbol. Todavía hay países que no dan suficientes partidos a estas mujeres, que no las llevan a cursos de formación con sus árbitros de élite. Así que debemos velar por que los países, de la mano de la FIFA, hagan todo lo posible por ellas. Que crean de verdad en ellas y les brinden el apoyo que necesitan. Así no habrá ninguna duda de que la Copa Mundial Femenina será un éxito".