En el episodio más reciente de Living Football, continuamos resaltando el compromiso de la FIFA para hacer el fútbol verdaderamente global. En esta ocasión, los esfuerzos están centrados en escuelas de todo el mundo con el proyecto ‘FIFA for Schools’, un programa que en los últimos meses ha pisado el acelerador hasta el fondo. 

Además, tenemos una interesante conversación entre Pia Sundhage y Tracey Kevins hablando sobre el Programa de Formación de Entrenadoras de la FIFA. Y, para cerrar con broche de oro, conoceremos el destino de algunos balones oficiales de juego que han llegado a algunas ONGs elegidas por miembros del FIFA Fan Movement y distribuidas mediante la Fundación FIFA.

¿De qué trata el programa ‘Football for Schools’? ¿Quiénes serán los beneficiados? ¿A qué retos se enfrentan? ¿Qué son las habilidades de vida fomentadas a través del fútbol? Alexandre Gros, líder del proyecto ‘Football for Schools’, habla detenidamente sobre esta magnífica iniciativa que busca cambiarle la vida a jóvenes de todas partes del mundo de la mano de estudiantes y maestros verdaderamente apasionados por el fútbol.

En tanto, Pia Sundhage, seleccionadora de Brasil, y Tracey Kevins, seleccionadora sub-20 de Estados Unidos, han iniciado su participación en el Programa de Formación de Entrenadoras de la FIFA. La sueca, subcampeona del mundo en 2011 dirigiendo a las Barras y las Estrellas y un año después galardonada con el premio a la Mejor Entrenadora femenina de la FIFA, buscará transmitir todo su vasto conocimiento a Kevins. 

"Tú ves a través de la vasta experiencia de los mentores y yo obviamente deseaba en secreto que me tocara con Pia. Así que, cuando dieron la noticia, yo estaba extasiada de trabajar con ella", confesó Tracey Kevins entre risas.

Finalmente, el episodio de Living Football cierra con un misterio resuelto. ¿Qué sucedió con todos los balones de juego de las competiciones FIFA que no se pudieron disputar por la pandemia de la Covid-19?

200 balones oficiales de juego y 2,000 mini-balones fueron a parar a proyectos locales elegidos por el FIFA Fan Movement en distintos lugares del mundo. De Filipinas a Guatemala, pasando por la India y otros lugares del mundo, estos balones acabaron en manos de jóvenes que buscan sobreponerse a distintos tipos de dificultades en la vida usando el fútbol como trampolín para salir adelante.