Espectacular bienvenida a Papúa Nueva Guinea

Quince selecciones han llegado ya a Papúa Nueva Guinea para la celebración de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA. Tras un largo viaje desde rincones muy alejados del planeta, aterrizar en un país del que se sabe muy poco puede llegar a amedrentar incluso a los viajeros más expertos.

Sin embargo, las 315 deportistas no tienen que preocuparse por la recepción que se les brindará a su llegada a Papúa Nueva Guinea. Cada uno de los equipos que aterrizaron en Port Moresby fue recibido por un gran grupo de papúes que decidieron hacer suyo un equipo y proporcionarle una bienvenida cariñosa y contagiosa.

Y aquí no hay medias tintas. Ya fueran las 5 de la mañana o en mitad de la jornada laboral, un gran grupo de ciudadanos estaba allí, enarbolando los colores del equipo de su elección, con las caras pintadas y las banderas de los respectivos países. Maravillaba ver cómo los rostros cansados de las jugadoras se iluminaban al instante con enormes sonrisas al cruzar las puertas del aeropuerto. A continuación, todo eran selfis, abrazos, apretones de manos y oleadas de amistad. Así es la hospitalidad en el Pacífico.

La hora de hacer amigos Papúa Nueva Guinea es un país que mantiene muy vivos los valores y las costumbres tradicionales. Hay pocos signos de globalización en una sociedad todavía monocultural en su mayor parte. Al igual que otros muchos acontecimientos deportivos de primer orden, la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2016 brinda a las diversas culturas la oportunidad de mezclarse y de aprender unas de otras. Esta era la idea subyacente en la movilización de las diversas aldeas, parroquias y grupos cívicos de Papúa Nueva Guinea para dar la bienvenida a los equipos.

“Deseamos recibir con grandes sonrisas, mucho amor y cariño a todas las selecciones que llegarán a nuestro país. Deseamos brindarles una bienvenida típicamente papú”, ha declarado a FIFA.com el Ministro de Deportes del país, Justin Tkatchenko. “Al fin y al cabo, deseamos mostrar la esencia misma del Pacífico y lo que queremos conseguir con las organización de nuestros certámenes deportivos”.

“Deseamos ser los mejores embajadores de nuestra nación y que nuestros visitantes se marchen diciendo: ‘¡Qué país más maravilloso, y qué gente tan maravillosa tiene!’”.

“En los días de descanso de la competición, tenemos planeado llevar a los visitantes a algunos de los barrios de la ciudad para que reciban la bienvenida de madres y mujeres jóvenes. Esperamos proporcionarles una experiencia que no habrán disfrutado jamás: enseñarles cómo vive nuestra gente y cuáles son nuestras culturas. Se llevarán consigo no sólo el recuerdo de una estancia en el país, sino también de haber visitado a la gente normal y corriente y de haber visto con sus propios ojos la vida real de nuestro pueblo”.

“Ni que decir tiene, también se beneficiarán nuestros ciudadanos. Han oído hablar de los Juegos Olímpicos de Río, pero quizás nunca hayan visto a un brasileño. Se trata de conocer personas y culturas diferentes”.

La cultura de familia que permea todo el Pacífico destaca sin duda como el tema principal que alienta esta iniciativa. “Estas futbolistas son hijas de familias del mundo entero, y en todo el Pacífico existe una cultura centrada principalmente en la familia. Por consiguiente, vamos a ocuparnos con cariño de nuestros huéspedes, los recibiremos a todos en la gran familia de Papúa Nueva Guinea y nos aseguraremos de que se les trate muy bien durante su estancia”, explica Seamus Marten, director ejecutivo del Comité Organizador Local.

“Papúa Nueva Guinea tiene la oportunidad de exhibir con orgullo su cultura, su amabilidad y su hospitalidad, y de recibir con los brazos abiertos a sus invitados procedentes de todo el mundo. Se trata de un lugar realmente especial, y no existe mayor plataforma para promocionar las cualidades del país que una Copa Mundial de la FIFA”.

Todos y cada uno de los equipos han disfrutado encantados de las maravillosas bienvenidas. “Fue espectacular que, a las 5 de la madrugada, toda una clase de un colegio estuviera allí esperándonos, solamente para decirnos ‘hola’”, comenta a FIFA.com Maren Meinert, la seleccionadora de Alemania. “Esto demuestra el gran interés que la gente tiene en presentarse como país en un gran acontecimiento deportivo. Es fantástico ver lo felices que son. Están poniendo el alma y el corazón en la organización del Mundial, algo realmente maravilloso".

Si es cierto eso de que la primera impresión es la que vale, todos los visitantes de la Copa Mundial Femenina Sub-20 2016 recordarán por siempre con inmenso cariño a la gente de Papúa Nueva Guinea.