lunes 23 marzo 2020, 08:00

Voss-Tecklenburg: "Sigo pensando que estamos entre las mejores del planeta"

  • Martina Voss-Tecklenburg, satisfecha con su actuación en la Copa Algarve

  • Aceptar la situación y aprovecharla para crecer

  • "Estados Unidos tendrá que probarse en los próximos años"

¿Hacia dónde se dirige Alemania? Esta es la pregunta que se hacen muchos aficionados desde su eliminación en cuartos de final en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019. La Mannschaft se probó recientemente en la Copa del Algarve con buenos resultados: ganó 1-0 a Suecia, su verdugo en el Mundial, y goleó 4-0 a Noruega.

La amenaza del COVID19 provocó la suspensión de la final entre Alemania e Italia, pero el torneo ha permitido a la seleccionadora Martina Voss-Tecklenburg sacar conclusiones positivas. El relevo generacional del equipo, la expectativas de cara al futuro o la evolución del propio fútbol femenino son algunos de los temas que tratamos con la seleccionadora en una charla exclusiva.

Martina, ¿está satisfecha con la actuación de su selección en la Copa Algarve?

Aunque al final solo jugamos dos partidos, estamos muy satisfechas con el papel que hicimos. Y lo estamos por numerosas razones. Las condiciones fueron inmejorables: un hotel maravilloso y unas fantásticas instalaciones para entrenar. Nos enfrentamos a Suecia y Noruega, dos rivales que no están, precisamente, en la parte baja de la clasificación mundial. Además, el haber dado minutos a todas nuestras jugadoras, a excepción de una arquera, fue motivo de gran satisfacción tanto para las futbolistas como para el cuerpo técnico. Después de cinco meses sin vernos, nos reencontramos relativamente rápido con el juego que queremos consolidar y pulir en el futuro.

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Alemania sigue segunda en la Clasificación Mundial, pero las diferencias son cada vez menores. Algunas voces críticas señalan que la selección ha perdido el ritmo. ¿De verdad es así?

Es una pregunta legítima, y hay que contestarla de manera objetiva. No se puede decir que Alemania ha perdido el ritmo cuando es segunda. Antes del Mundial introdujimos muchas caras nuevas en el equipo. Además, éramos un cuerpo técnico recién llegado, y solo tuvimos cinco meses antes de la cita en Francia para prepararlo todo. No fue fácil. A pesar de todo, alcanzamos los cuartos de final y, previamente, obtuvimos resultados muy positivos. También desplegamos un gran al fútbol, jugamos con jóvenes de mucho talento y, al final, perdimos un partido por la mínima (1-2). Hay que reconocer también que, aquel día, nuestro rival estuvo muy bien.

¿En qué punto se encuentra el fútbol femenino alemán en estos momentos?

Sigo pensando que estamos entre las mejores del planeta. Por tanto, seguimos a la cabeza del fútbol europeo. También veo, y de esto me siento especialmente orgullosa, que el fútbol femenino está experimentando un desarrollo fantástico a nivel global. Para Alemania, y para otros países, cada vez será más difícil ganar títulos. Puede que Estados Unidos sea la única excepción, pero ellas también tendrán que demostrar en los próximos años si son capaces de afrontar el relevo generacional.

Perderán a jugadoras excelentes, integrantes de una generación excepcional, porque irán colgando las botas. Será interesante ver cómo emprende Estados Unidos esa nueva era. Las mejores selecciones del planeta están cada vez más igualadas. Es lo que siempre habíamos querido conseguir en el fútbol femenino internacional, y se pudo ver perfectamente en el nivel de juego del pasado Mundial.

Hablando de relevo generacional, ¿diría que Alemania posee tanto talento como para que una jugadora remplace a otra cuando se retire?

Sería fascinante que una jugadora joven pudiera sustituir al cien por cien a otra que pone fin a su carrera, pero no es realista. La experiencia de las futbolistas consagradas sale a relucir en los torneos. Esa es la experiencia que nos faltó en el pasado Mundial, donde debutaron hasta 15 jugadoras. Es algo que también se ha visto reflejado en los procesos del equipo. Creo que las perspectivas de cara a la próxima Eurocopa y Mundial —si conseguimos mantener unido este bloque que está formándose ahora— son muy buenas.

Para eso necesitamos también futbolistas veteranas como Alex Popp, Dzsenifer Marozsán, Melanie Leupolz o Sara Daebritz. que han dado un paso al frente y están asumiendo una responsabilidad que antes no les correspondía. Contamos con jugadoras de mucho talento, pero deben ir asumiendo su responsabilidad poco a poco. Esto solo lo conseguiremos si disputamos el mayor número de torneos posible. El buen trabajo de las categorías inferiores nos ayuda mucho. Este año será algo más complicado, pero, pase lo que pase, aceptaremos la situación y la aprovecharemos para crecer.

Hubiéramos preferido ganar este torneo en el campo. ¡Ambas finalistas son ganadoras! No vemos el momento de volvernos a ver.

(La organización de la Copa del Algarve, tras suspender la final, dio a Alemania como ganadora).

Volviendo a la selección estadounidense, ¿qué las ha hecho tan fuertes en los últimos años?

Su conciencia a la hora de desarrollar el fútbol femenino. Es un país que lleva décadas dejando su huella en este deporte. Cuenta con una inmensa base de chicas que juegan al fútbol, pero también con figuras muy destacadas. Nos guste o no, es un poco el lema este de "Estados Unidos primero". Es algo que tienen grabado en su mentalidad y en su conciencia: se atreven a hacer cosas y a expresarlas. Lo mismo que cuando saltan al campo y dicen: "Vamos a ganar este partido".

Sus jugadoras piden el balón en cualquier fase del encuentro, asumen la responsabilidad y están preparadas psicológicamente para adaptarse enseguida a cualquier situación. No creo que su fútbol fuera el mejor. No obstante, sí estuvieron un peldaño por encima de las demás selecciones en la suma de todos los factores que se necesitan para conquistar un título, sobre todo en el último Mundial, donde ganaron merecidamente.

Querer ganar siempre. ¿no es esa también la mentalidad alemana?

Sí, es algo que las alemanas también llevamos en el ADN. La diferencia es que, para ejecutar este plan, necesitas futbolistas maduras. Y las jugadoras estadounidenses más veteranas sobresalieron en el Mundial. Tienen multitud de futbolistas con una grandísima experiencia, por el número de partidos internacionales que llevan, así como torneos disputados y títulos ganados. Pero también por el lugar que ocupan en la sociedad. Algunas asumen roles y responsabilidades completamente distintas fuera de la cancha. Y eso también les ayuda a tomar conciencia de sí mismas y desarrollar sus virtudes.

El fútbol femenino ha experimentado una enorme evolución que ha podido vivir como jugadora primero y ahora desde el banquillo. ¿Cómo lo valora?

El mayor logro es que ahora hay muchos más países interesados en el fútbol femenino, y todos han implementado proyectos distintos. También ha cambiado la percepción social. Hoy en día, a las niñas ya no se les suele preguntar aquello de por qué empezaron a jugar al fútbol. Este es uno de los factores más evidentes. La creciente profesionalización es otro de los grandes hitos. Cuando veo todas las posibilidades que tienen actualmente las jugadoras internacionales... Se me acercan y me dicen: ‘Yo puedo jugar aquí, aquí y aquí’.

Todavía recuerdo cuando Silvia Neid y yo éramos jóvenes y pensábamos: ‘Qué bonito sería poder llegar a ser semiprofesionales algún día’ [ríe]. En estos momentos, las mejores futbolistas son profesionales y deportistas de alto rendimiento. Entrenan seis o siete días a la semana y adaptan minuciosamente toda su vida para rendir mejor. Además de por las cuestiones físicas, nuestras jugadoras también se preocupan por su estilo de vida, la alimentación o la regeneración. Han pasado muchísimas cosas, y debo reconocer que es fantástico haberlo vivido y haber formado parte de este proceso.